
En 2024, Venezuela siguió enfrentando una crisis del agua que se ha intensificado en los últimos años, afectando a millones de ciudadanos y poniendo en riesgo la salud pública, la agricultura y el desarrollo sostenible del país.
Esta problemática es el resultado de una combinación de factores, incluyendo la mala gestión de los recursos hídricos, la infraestructura deteriorada, la contaminación y el cambio climático.
De acuerdo con el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS), de las 5.226 manifestaciones registradas en el país durante 2024, 2.508 correspondieron a razones de los Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales (Desca), 48% del total.
Específicamente, de esa cifra, 335 protestas ciudadanas se produjeron por la falta de acceso al agua potable, que representó el segundo motivo de protestas por servicios básicos, por debajo solo del problema eléctrico, que tuvo un total de 513 manifestaciones.
La problemática del agua en Venezuela, que se ha agudizado en los últimos años, obliga a muchas familias a destinar parte de su presupuesto a la compra de camiones cisterna o a recurrir a fuentes alternativas, como ríos y quebradas o incluso tomas improvisadas. La escasez de agua no solo compromete la higiene y la salud pública, sino que también afecta la calidad de vida y el desarrollo económico de la población.
Por otro lado, en el mismo informe del OVSC se indica que la ausencia de mantenimiento y la falta de inversión en saneamiento básico dieron lugar a 179 protestas exigiendo la canalización y tratamiento de aguas servidas en comunidades y urbanizaciones del país. Las lluvias agravan aún más esta crisis, provocando inundaciones, contaminación ambiental y enfermedades infecciosas en la población más vulnerable.
Es casi incalculable el número de reportajes de ambas situaciones: la falta de agua y los problemas con los sistemas de aguas servidas; aproximadamente cuatro denuncias por semana en cada diario regional, lo cual le imprime el carácter de ser el problema ambiental más sentido por la población venezolana.
En el boletín sobre Calidad de Servicios Públicos, en materia de suministro de agua y saneamiento el Centro de Divulgación del Conocimiento Económico (Cedice) se extraen los siguientes datos: Las entidades del país con mayores incidencias en materia de agua son Nueva Esparta, Anzoátegui, Falcón, Aragua y Lara.
85% de los encuestados por Cedice destacan que el agua que llega a sus casas está cada vez más fétida y sucia que los meses anteriores. Resaltan que se han incrementado las enfermedades estomacales como consecuencia de la mala calidad el agua.
Calidad el agua: Más de 70% de los encuestados destaca la presencia de sedimentos, olores extraños y, en ocasiones, sabores irreversibles en el agua que llega a través de las tuberías, aunque sea hervida.
Canales de denuncia: Los encuestados destacan la necesidad de crear un canal eficiente para registrar las inconsistencias en el suministro y calidad del agua. Destacan la necesidad de formar a la población en uso y métrica del agua.
Más información en el capítulo sobre Derecho a un Ambiente Sano de nuestro Informe Anual 2024