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Oly Millán

Economista (UCV) y exministra del Ministerio para la Economía Popular (2006). Integrante de la Plataforma Ciudadana en Defensa de la CRBV y de la Plataforma Contra el Desfalco a la Nación.

Carlos Nieto | El pasado martes 07 de marzo, como antesala a la celebración del día internacional de la mujer, Una Ventana a la Libertad, organización no gubernamental que desde hace casi 20 años se dedica a defender y promover los derechos humanos de las personas privadas de libertad y de la cual tengo el honor de ser su coordinador general, presento el informe “Derechos vulnerados a mujeres privadas de libertad en centros de detención preventiva” y donde se dan resultados a una investigación que hemos venido haciendo desde el mes de septiembre de 2016 en 89 centros de detención preventiva de los estados Carabobo, Falcón, Lara, Miranda, Monagas, Táchira, Vargas, Zulia y de la Gran Caracas donde permaneces detenidas 374 mujeres privadas de libertad.

Este informe nos revela que “Tras las rejas, en condición de hacinamiento, con acceso limitado a servicios de salud, con restricciones o impedimentos para recibir visitas de sus hijos y parejas y con nula o escasa información sobre el estatus judicial de sus casos, se encuentran las mujeres en los centros de detención preventiva monitoreados por Una Ventana a la Libertad en Venezuela en vísperas de la celebración del día internacional de la mujer. La situación es igualmente compleja para madres, esposas y otras mujeres parientas de privados de libertad, quienes acuden regularmente a los centros de detención preventiva y deben superar múltiples limitaciones, con la esperanza de poder visitar a sus familiares o hacerles llegar alimentos o insumos para el aseo personal”.

Las mujeres representan solo un porcentaje del 2 al 9 por ciento de la población penitenciaria a nivel mundial. Es claro que las prisiones no han sido diseñadas para atender las necesidades de las mujeres sino la de los hombres en prisión, ellos son la mayoría de la población mundial. Las mujeres privadas de libertad se encuentran invisibilizadas y sus necesidades y particularidades son ignoradas.

De acuerdo a la investigación de Una Ventana a la Libertad sólo 12 centros (13,48%) de los 89 monitoreados cuentan con áreas de visita, que permitan las privadas de libertad tener contacto con sus hijos. Asimismo, se pudo constatar que las reclusas embarazadas no reciben los controles médicos regulares, ni los medicamentos necesarios para su estado de gestación, al tiempo que las autoridades policiales desconocen los procedimientos requeridos para atender a las detenidas en estado de gravidez. Por su parte, las madres de niños menores de 3 años no tienen garantizado el derecho de estar con sus hijos, pues los centros de detención preventiva no cuentan con las condiciones adecuadas para ello. Tal fue el caso una privada de libertad, quien dio a luz mientras estaba detenida en la sede de la Policía Municipal de Guacara, estado Carabobo, y su bebé fue entregado a una casa de abrigo.

En el estado Falcón, 25 mujeres permanecen en dos celdas de 4 metros por 2, sin electricidad ni agua potable. Esta condición ha provocado brotes de escabiosis entre las detenidas

Según este informe las detenidas también deben sortear las decisiones discrecionales de las autoridades. En la sede de Polimaturín, estado Monagas, existe un área para que las madres reciban a sus hijos, pero las autoridades del centro de reclusión le niegan el acceso bajo el argumento de que se podrán generar situaciones de autosecuestro. En Los Teques, estado Miranda, el hacinamiento en los calabozos de Poliguaicaipuro, donde conviven más de 70 personas privadas de libertad, entre hombres y mujeres, dos reclusas quedaron embarazadas de otros detenidos. La situación se repitió en la sede de Politáchira, en San Cristóbal, donde dos internas salieron embarazadas de policías encargados de la custodia del recinto de reclusión. En el estado Falcón, 25 mujeres permanecen en dos celdas de 4 metros por 2, sin electricidad ni agua potable. Esta condición ha provocado brotes de escabiosis entre las detenidas.

Los centros de detención preventiva monitoreados por Una Ventana a la Libertad, tienen capacidad para albergar a 1985 privados de libertad, pero actualmente 8003 presos se encuentran recluidos en esas instalaciones, lo que indica que tienen una sobrepoblación de 403%. En promedio, hay cuatro personas en el espacio que debería ocupar una sola. En estos centros, la población de mujeres recluidas (374) representa el 4,67% del total.

Lamentablemente en un país donde sus gobernantes se ufanan de tener el mejor sistema penitenciario del mundo, las mujeres que permanecen presas en centros de detención preventiva, conmemorarán esta fecha en medio de una situación de precariedad y vulneración de sus derechos fundamentales, en la que hijos y familiares resultan también afectados.

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Oly Millán

Economista (UCV) y exministra del Ministerio para la Economía Popular (2006). Integrante de la Plataforma Ciudadana en Defensa de la CRBV y de la Plataforma Contra el Desfalco a la Nación.