María Yanes | La situación epidemiológica nacional cada día es más alarmante. Las alertas respecto a la salud pública del país con relación a las enfermedades de notificación obligatoria y que en un momento determinado pudieran causar un gran impacto en la población no se detienen. De un momento a otro nos encontramos con la reaparición de enfermedades que estaban erradicadas o aquellas enfermedades endémicas las cuales son las que se presentan de manera habitual en una determinada zona geográfica o grupo de población, tal es el caso de la Malaria o Paludismo la cual es endémica del Estado Bolívar por ejemplo y que en los actuales momentos se transformó en una epidemia y coloca a Venezuela en una situación vergonzosa en el ámbito de la salud publica en América Latina.
No obstante uno de los aspectos que está incidiendo de manera importante en esta grave situación epidemiológica es la ausencia total de información por parte del Ministerio del Poder Popular para la Salud (MPPS) la cual se reflejaba en la emisión de los boletines epidemiológicos nacionales los cuales eran de carácter obligatorio y que no se habían suspendido desde que se comenzaron a publicar de manera ininterrumpida desde el año 1938. Es inaceptable la suspensión de esta información la cual es de vital importancia para los médicos, sobre todo, de las especialidades relacionadas e inclusive para el resto de los trabajadores del sector salud con el fin de tomar las acciones de control y vigilancia epidemiológica y que estas deberían ser tutorizadas por el ente rector en salud. En estos 17 años de “revolución” se ha suspendido en tres oportunidades, el último boletín emitido data de la semana epidemiológica 26 del año 2015, comprendida desde el 28 de junio hasta el 4 de julio de dicho año y parece que la omisión de esta información es indefinida porque hasta los actuales momentos se desconocen las cifras oficiales de enfermedades que están cursando con brotes epidémicos y están repercutiendo de manera importante en la salud de la población venezolana.
En los actuales momentos, estamos en presencia de enfermedades que deben ser de divulgación semanal de manera oficial como el caso de las enfermedades vectoriales, de estas la que está causando un gran impacto tal como lo mencione al principio es la malaria. Según expertos la cifra extraoficial en lo que va de año es de 148.670 casos acumulados hasta finales del pasado mes de agosto, con la proyección de que el 2016 pudiera finalizar con más de 300.000 casos y lo más dramático es que hay 16 entidades federales afectadas de 24, los cinco estados más afectados son Bolívar, Amazonas, Sucre, Delta Amacuro y Monagas. De las otras enfermedades transmitidas por vectores se están observando niños Recién Nacidos con Microcefalia relacionada con el Zika, igualmente proyecciones de expertos indican que entre 500 a 1400 niños podrían nacer con esta alteración, otra información alarmante.
Es importante mencionar el repunte de la tuberculosis, la gran cantidad de casos de escabiosis o sarna, relacionada con la escasez de agua y malas condiciones de higiene, los brotes epidémicos en años anteriores de varicela o lechina y parotiditis. Es obligatorio comentar la alarma epidemiológica actual relacionada con los casos de una alta sospecha clínica de Difteria, enfermedad de alta transmisión de persona a persona y que se han reportado 18 niños fallecidos hasta los momentos y que presentaron los síntomas y signos clásicos de esta enfermedad, la cual estaba erradicada, el último caso se había registrado en el año 92 en el Estado Zulia. Lo más resaltante es que se trata de una enfermedad prevenible por vacuna, el pilar fundamental en la prevención de este tipo de enfermedades. Sin embargo sigue el silencio epidemiológico oficial en relación a esta infección, estamos a la espera que se oficialice la información epidemiológica.
Sin embargo la máxima autoridad del Estado Bolívar confirmó 13 casos según reseña de un medio de comunicación de la región. Autoridades responsables y sobre todo quien dirige el MPPS ya se hubieran pronunciado en relación a esto y a otras alertas epidemiológicas sobre las cuales los médicos epidemiólogos y la Sociedad Venezolana de Salud Pública no se han cansado de advertir. La falta de información trae como consecuencia la poca adhesión de las fuerzas sociales para el control de enfermedades infectocontagiosas además de incentivar la angustia e incertidumbre de la población en general, a la vez reitero que el mantener desinformado al personal de salud impide ejecutar las adecuadas acciones de control epidemiológico que deben realizarse en unión con las comunidades, bajo la rectoría de las autoridades responsables. Si bien la Tuberculosis es un marcador de pobreza, la Difteria sería un marcador del gran fracaso de las coberturas de vacunación ¿.Seguirá el silencio epidemiológico oficial? No es de sorprendernos.