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Luis Alberto Crespo

Economista, Msc. en Moneda e Inst. Financieras, Prof de Economía UCV.

Las metas nacionales económicas y sociales establecidas por Nicolás Maduro en su alardeado Plan de la Patria quedaron en el papel, como resultado del mismo el país hoy se encuentra con grandes niveles de desigualdad, inequidad y precarias condiciones de vida debido a la imposición de un modelo y primitivo.

De manera silenciosa, el régimen comenzó a hacer ajustes y frenó su política de exacerbados controles y judicialización en materia económica. En agosto del 2018 despenalizan las actividades cambiarias en el país, área sobre la cual actuaban judicialmente y amenazaban públicamente a los sectores económicos y ciudadanos por tranzar en dólares. Sin embargo, en poco tiempo, derogaron la Ley de Ilícitos Cambiarios, esto constituye un hecho importante en el viraje en materia económica de Nicolas Maduro.  

En 2019-2020 la dolarización transaccional de facto y desordenada se materializó mientras el ejecutivo nacional desarrollaba su plan de ajuste silencioso, el cual consistió en la aplicación de varias medidas económicas sin ser anunciadas por los medios de comunicación que, suponemos, tenían la intención de desacelerar la inflación y estabilizar el mercado cambiario, con las siguientes acciones:

  1. Flexibilización del mercado cambiario, con la derogación de la ley de los ilícitos cambiarios a finales del 2018
  2. Notables incrementos en los precios de muchos rubros y permisividad para los ajustes de precios por parte del sector privado 
  3. Eliminación de la intervención de Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (SUNDDE) en la supervisión y control de precios,
  4. Permisividad en la fijación de precios dolarizados
  5. Liberación de las importaciones y exenciones tributarias especiales
  6. Avances en la dolarización financiera en el 2020
  7. En el 2019 la estrategia para combatir la inflación se centró en rezagar el salario de los trabajadores, sacrificando el consumo de las familias y condenándolas a niveles exorbitantes de pobreza.
  8. Desconocimiento de los contratos colectivos desde el año 2018, hecho que, acompañado de salarios miserables, profundizó la depauperación y precariedad en una parte importante de la población,

Luego de tanto alardeo revolucionario de Nicolás Maduro y en medio de la exacerbada intervención en la actividad económica, fijación de precios, control de la producción, exportaciones, importaciones, distribución, comercialización de bienes y servicios, entre otras; medidas con las cuales los burócratas del régimen se regocijaban en anunciar, tras el desastre económico en el que hundieron al país ahora asumen de manera sigilosa ajustes de carácter liberal.

 El régimen pareciera tener la intención de implementar un sistema económico y social donde se ofrece respeto a la propiedad privada de los medios de producción, el capital privado como generador de riqueza y en la asignación de los recursos a través de mecanismo del mercado, una dinámica económica que ha sido negada y perseguida en nuestro país por los impulsores del llamado socialismo del siglo XXI.

El cambio del modelo económico apuntala y se sustenta en la “Ley Antibloqueo”, instrumento “legal” que pone en las manos de Nicolás Maduro y sus funcionarios, el control absoluto económico y financiero de la nación, con un ámbito de acción que incluye la administración de activos y pasivos, operaciones de mercado, privatizaciones, excepciones, inversiones, acuerdos internacionales, todo esto sin tener que consultar al poder legislativo y con el secretismo que le permite esta ley.

Reiteramos que estamos en presencia de posibles privatizaciones con una visión neoliberal, fundamentada en la tesis del Estado mínimo, que debe ceder activos a corporaciones económicas en todos los ámbitos posibles: empresas, instituciones prestadoras de servicios, entre otras competencias del Estado de manera anárquica y como si fueran un botín.

Las privatizaciones que se vislumbran en el país serán justificadas como una necesidad con la retórica de costumbre, lo cierto es que las empresas públicas se deben reestructurar porque la política partidista y corrupción las desviaron de su misión y visión terminando muchas técnicamente quebradas e inservibles. La ineficiencia y corrupción en la gestión de las empresas públicas resaltan como un común denominador como práctica de los funcionarios en estas.

Mientras que el capitalismo mundial se redefine y asume un rostro más humano en interrelación con la sociedad, el medio ambiente e invierte en las personas con el propósito de lograr más equidad, mayor crecimiento económico invirtiendo en capital humano, Venezuela avanza hacia el modelo depredador y expoliador. En Venezuela Nicolás Maduro impulsa ajustes en el modelo económico calcado de los Chinos y Rusos e inició una serie de ajustes de carácter liberal como salvavidas de su régimen opresor.

El régimen avanza hacia un modelo económico basado el extractivismo minero desde la perspectiva más primitiva y expoliadora de los recursos naturales que haya conocido el país, el arco minero es el ícono de esta política, impulsan una Ley Zonas Económicas Especiales que son espacios territoriales para la atracción de inversiones productivas nacionales y extranjeras a partir de estímulos económicos: fiscales, financieros y aduanales.

En este contexto, la Asamblea Nacional del 6D aprobó en primera discusión el Proyecto de Ley Orgánica de Zona Económicas Especiales y como lo expresa en su exposición de motivos, su objetivo es crearcondiciones a empresas trasnacionales que decidan invertir en estas:

  1. Tasas impositivas exiguas y hasta exenciones especiales.
  2. Devolución del Impuesto Sobre la Renta
  3. Devolución del Impuesto al Valor Agregado
  4. Exención de los regímenes legales aplicables para importación y exportación para insumos, materias primas y bienes de capital destinados a la producción de bienes y servicios para exportación, así como incentivos adicionales conferidos a discreción del presidente de la República
  5. Existe un componente de extravismo en estos proyectos dado que se asignarán dependiendo de los recursos naturales existentes en esa Zonas Económicas Especiales
  6. También pueden estar exentas de algunas leyes del país

Las empresas que tradicionalmente operan dentro de zonas económicas especiales, como las que pretende implementar Maduro, son conocidas como maquiladoras, originariamente sus esquemas de negocios buscan tener grandes ventajas a partir de reducir significativamente sus costos laborales al instalarse en regiones atractivas y con bajos salarios. Su modelo clásico de negocios se basaba exclusivamente en actividades intensivas en mano de obra, y operaban con tecnologías rudimentarias y en condiciones precarias; sin embargo, muchas han evolucionado con tecnologías de punta, gerencia y organización moderna y trabajadores más calificados.

En la actualidad el salario real de los venezolanos está destruido, junto con una seguridad social inexistente, en plena emergencia humanitaria compleja, este parece el contexto ideal para cualquier maquilador. Por ello el viraje propuesto por Nicolás Maduro, cuando el país está hundido en la pobreza, debe llevarnos al debate sobre el modelo económico que impulsa el régimen.

La Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (ENCOVI 2019-2020) reflejó la catástrofe socioeconómica que vive el país, resaltando que

– un 79,3% de los venezolanos no tienen los recursos para cubrir la cesta de alimentos

– 94% de la población por ingreso está en condición de pobreza, 79% en pobreza extrema

– 70% de la población en inseguridad alimentaria entre moderada y grave

–  la esperanza de vida de los venezolanos se redujo en 3,7 años

– el 40% de la población estudiantil no puede asistir regularmente a clases, por el colapso de los servicios público o el deterioro de sus condiciones socioeconómicas.

El régimen comenzó a concretar un conjunto de reformas en materia económica, basadas en la entrega de áreas estratégicas del país a capitales transnacionales ofreciéndole condiciones especiales para que se instalen en Venezuela.

Mientras el capitalismo en el mundo asume un rostro más humano, Nicolás Maduro impulsa un modelo expoliador o depredador del ambiente y la condición humana. Ofrece mano de obra barata por los salarios destruidos ya existentes en el país, sin contratación colectiva, alto niveles de desigualdad e inequidad acompañado de represión y persecución política con énfasis en las organizaciones que defienden los derechos laborales.

En conclusión: Nicolás Maduro impulsa ahora un modelo extractivista, expoliador, depredador, apalancado en la pobreza y hambre de los venezolanos.

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Luis Alberto Crespo

Economista, Msc. en Moneda e Inst. Financieras, Prof de Economía UCV.