Julio Castro es Médico Internista Infectólogo. Profesor del Instituto de Medicina Tropical de la Universidad Central de Venezuela y miembro de la coalición Medicos por la Salud. Con él conversamos sobre la crisis del sector salud en Venezuela.
-¿Existe una política pública de salud en Venezuela?
No parece. La política tiene un cuerpo de conocimiento, una estructura, que termina en acciones, a menos que la política sea no hacer cosas, como no vacunar, no conseguir medicamentos, que la gente viva mejor, pareciera que la única política es no hacer cosas. Si tuvieras estructurada una política de salud con un pensamiento, aunque a algún grupo de la sociedad no le parezca, se verían algunas acciones. Lo único que uno capta de esa política de salud pareciera ser dejar de hacer, dejar de adquirir tratamientos para el VIH, dejar de adquirir tratamientos para la Tuberculosis, no hay hemodiálisis, no hay plan de trasplantes, no hay distribución de medicamentos, lo único que se puede oír por parte del gobierno es Barrio Adentro y Carnet de la Patria.
-¿Y esa “no política de salud” ha sido una constate en estos 18 años o es de este momento?
Creo que ha tenido ondulaciones. Si se ven los parámetros por los cuales se mide la salud pública que son mortalidad materno-infantil, porcentaje de niños vacunados, número de mujeres que son atendidas por personal calificado, entre otros, los cuales son internacionales y en todos los países se miden de la misma forma, ha habido un deterior en estos 18 años, en los primeros 10 años de una forma lenta, en los siguientes 5 años más rápido y en los últimos 3 años de una manera más rápida aún. Probablemente el sistema de salud, a pesar de que no fuera perfecto anteriormente, en 1998 cuando cambia a esta forma de gobernar, podía tenerse un remanso de las políticas de salud anteriores que se solapaban después con los indicadores de salud un par de años, pero llega un momento en que este no da más y empieza a subir la mortalidad infantil, la mortalidad materna comienzan a elevarse y es muy notorio como en los últimos 5 años comienzan a deteriorarse esos parámetros.
-¿Cómo pueden explicarse las cifras presentadas, validadas por organismos internacionales, que hablaban de una mejor cobertura de salud?
Creo que la validación por organismos internacionales no siempre pueden considerarse válidas. Hay personalidades dentro de esos organismos que están de acuerdo como el gobierno ve la salud y parcialmente la auspiciaban, pero si se revisa el documento de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que es el World Health Report y haces un seguimiento de los 14 parámetros utilizados, se ve claramente el deterioro, con datos además que el propio gobierno entrega a la OMS. No puede explicarse como Venezuela estaba en el primer tercio de cobertura de salud y hoy está en el último tercio, con una tendencia a seguir descendiendo. Y no puede explicarse tampoco esta crisis con la baja de los precios del petróleo, ya que no comenzó con ella. Recuerdo los precios del petróleo en el segundo gobierno de Caldera, con un precio del petróleo en 8 USD el barril y no teníamos la crisis que tenemos hoy. Por ello conectar esta crisis con la baja de los precios del petróleo y las sanciones económicas es una farsa del gobierno, entonces es un problema de gerencia del sistema no del precio del petróleo.
-¿Qué elementos de la política pública en salud promovida por el gobierno deberían mantenerse y reforzarse?
Lo que podría rescatarse es el empoderamiento de la gente del concepto de su derecho a exigir salud, creo que la gente reclama más su derecho a la salud hoy que hace 25 años, aunque hay que encauzarlo para que se logre el objetivo, no basta con el reclamo si este no cumple con el objetivo que es tener el medicamento o la atención adecuada. Por ejemplo, no hay explicación de que los órganos de impartir justicia fallen a favor del gobierno ante un amparo solicitado por los niños que requieren atención, lo que resulta al final en una perversión de la justicia en contra de los que necesitan de más justicia.
-Siendo una de las políticas de salud del gobierno la formación de médicos integrales comunitarios ¿Qué evaluación realiza usted?
Es un tema complejo. Primero porque nosotros no deberíamos opinar sobre nuestras sensaciones en cuanto a esa política, como profesor universitario, como médico venezolano. Para hablar de ello deben tomarse elementos objetivos. Tengo conocimientos de una evaluación realizada por las facultades de medicina de las universidades nacionales hace un par de años, basados en instrumentos de evaluación a esos alumnos en términos técnicos y los resultados fueron desastrosos y el gobierno lo sabe. Un médico debe saber atender una insuficiencia cardíaca, debe saber diagnosticar un infarto, debe saber tratar una neumonía, debe conocer elementos de farmacología y fisiopatología, ese conocimiento no fue demostrado por esos alumnos. ¿Cómo ha cambiado esa realidad desde esa evaluación hasta este momento? Lo desconozco, pero si Barrio Adentro está soportado sobre esos médicos y el propio presidente dice que en al año 2017 se hicieron 120 millones de consultas, tenemos entonces que ese sistema atendió un promedio de tres consultas por paciente durante un año, lo cual bajo los parámetros de gerencia de salud es un valor muy negativo, o es una población muy enferma o unos médicos muy malos que tienen que ver 120 millones de consultas a la población para tener ese desempeño, más aun cuando existe una epidemia de Sarampión, de Difteria, de Malaria activas en el país en este momento. Eso demuestra entonces que la misión para lo cual fue creado ese programa, que es la salud preventiva, al contrastarlo con la realidad ves que no ha funcionado, si esas 120 millones consultas hubiesen sido para vacunación no tendríamos epidemias de Influenza, de Sarampión o de Difteria. Desde lo humano, creo que esas personas que han tenido el interés de ser médicos, han sido engañadas, sin embargo creo que ese recurso humano debe rescatarse de alguna manera. Creo que es una labor que le compete a la Academia, porque tienes a un contingente de venezolanos que tienen el deseo de ser médicos a los cuales hay que atender, empezando por repensar el pensum de estudios, utilizar algún tipo de educación a distancia, presencial, semipresencial para que esos venezolanos que tienen la intención de ayudar a la gente estén bajo un sistema más humano y moderno del que tienen ahora.
-Su opinión sobre la situación de la industria farmacéutica nacional y en cuanto tiempo el país puede autoabastecerse de nuevo
Es difícil, metodológicamente, ponerle un número al déficit de medicamentos en Venezuela. En el país existían un aproximado de 2.400 productos farmacéuticos, por ejemplo el Acetaminofén tiene diferentes presentaciones: tabletas de 500 mg, tabletas de 650 mg, ampollas, supositorios, gotas y jarabe, entonces ¿puede decirse que si no hay jarabe de Acetaminofén no hay Acetaminofén? ¿Cómo puede computarse? ¿Hay o no hay? La metodología de medición de medicamentos no está hecha basada en los déficits, está basada en la distribución, entonces eso es difícil medirlo. Cuando algún vocero expresa: Hay un 80% de desabastecimiento de medicamentos, la pregunta es ¿80% de que denominador? ¿de 2.400? si dice que de las 6 presentaciones de Acetaminofén hay un 50% de desabasteciendo no es verdad, porque de los 3 que quedan pueden suplir las necesidades de los tres inexistentes. En la ONG Médicos por la Salud, hemos tomado una lista de medicamentos esenciales de la OMS compuesta por 134 medicamentos , medicamentos que deben estar disponibles así un país esté en guerra, sufra un tsunami, hay un terremoto, haya un incendio, manden los islámicos o mande el capitalismo, esos medicamentos deben estar presentes en todas las farmacias del país disponibles para la gente, esa medición fue realizada durante los años 2014, 2015 y 2016, no seguimos por razones logísticas, y pasamos de un 33% que no existían en la red de farmacias aun 73% de inexistencia, eso indica un empeoramiento de disponibilidad de medicamentos esenciales en Venezuela.
¿Qué tan mal está? Es un fenómeno variable. Por ejemplo en diciembre de 2017 no había insulina en el país, ahorita hay insulina en algunas zonas porque el gobierno trajo insulina. Médicos por la Salud realizó una encuesta el año pasado de antibióticos a nivel hospitalario específicamente, se supone que un hospital debe tener un grupo de 12 antibióticos diferentes, por lo menos uno de cada grupo, en Venezuela el promedio es tres, eso da una idea del desabastecimiento. Puede pasar que un paciente tenga una infección y en el hospital no tengan el antibiótico que necesita para esa infección en particular. Hay medicamentos que simplemente no existen en Venezuela, por ejemplo no hay medicamentos para hongos en ningún hospital del país, hay un 100% de desabastecimiento de medicamentos antivirales, si un paciente tiene Varicela o un Herpes Zóster, no hay en ninguna farmacia en Venezuela que tenga una tableta de Aciclovir. Es decir la situación es variopinta y no hay manera de tener una medición real o confiable de la exactitud del desabastecimiento. En estos momentos parece que el gobierno ha liberado el precio de algunos medicamentos y las farmacéuticas han estado importando con dólares propios y por ejemplo puedes ir a comprar algún antihipertensivo a un precio de 2.400.000 Bs un mes de tratamiento, lo que genera una brecha entre los que pueden pagarlo y los que no.
-¿En estos momentos cuantos laboratorios farmacéuticos están operativos?
Los que estaban antes de la crisis están aún en el país, aunque operando a su mínima capacidad. Por ejemplo conozco el caso de un laboratorio que operaba con una fuerza de ventas de 450 personas, hoy en día operan con 4, unas oficinas que empleaban 800 personas, tiene ahora 15 personas, una fábrica que producía 50 medicamentos en el país, hoy produce 2. Eso nos da una idea.
-Una vez analizado el sector público, ¿Cómo ha impactado esta situación al sector privado de la salud?
Médicos por la Salud comenzó a realizar una encuesta denominada Encuesta Nacional de Hospitales desde el año 2014, la cuela ya tiene 5 años de realizada. Esa encuesta mide el funcionamiento hospitalario privado y público, tiene ítems como ¿Este hospital puede realizar una placa de Tórax en la semana antes de la encuesta 24 horas al día 7 días a la semana? El resultado arrojó que el 88% de los hospitales no puede realizarla, e el 2014 era el 33%. En el 2014 el 100% de los hospitales privados podía realizarla en el 2018 12% no puede realizarla, lo que demuestra como la crisis ha afectado al sector privado de la salud, porque no hay repuestos, si se daña la tarjeta de video un tomógrafo reponerla cuesta 20.000USD, no tienes como reponerla porque al precio que se cobra el estudio no cubre la reposición de un repuesto y comienzan a cerrase servicios tales como Rayos X, laboratorios, bancos de sangre. Entonces la situación donde personas que tienen como pagar un servicio privado, puede ocurrir que ni pagando puedas recibir atención. Por ejemplo sufre un infarto y debe colocarse un Stent, que es un balón que sirve para dilatar las arterias y no tenga, entonces lo que puede pasar es que pase el paciente a terapia intensiva para que se estabilice y se trate al paciente infartado con procedimientos que se utilizaban hace 30 años. La parte donde se ven más los efectos es en la parte de alta tecnología. Otro ejemplo puede ser el cáncer de mama, una paciente para poder hacer diagnóstico y posterior tratamiento requiere mamografía, eco mamario, resonancia magnética, marcadores especiales para el tumor de manera que se pueda aplicar una quimioterapia específica, al no haber cómo realizarle esos procedimientos, el cirujano ¿qué hace? Extirpa la mama que es un procedimiento que se hacía hace 40 años.
-¿Cuál es entonces la conclusión vista esta fotografía del sector salud?
Sin duda estamos en la peor crisis del sector salud en Venezuela, por lo menos en la historia republicana, tomando como referencia los indicadores que el mismo gobierno envía a los organismos internacionales en materia de salud, medio de tres epidemias sin ninguna acción por parte del gobierno por detenerlas, con pocas perspectivas de reflexión, sobre todo al escuchar la vocería oficial diciendo que no es necesaria ayuda humanitaria, que no hay ninguna crisis, lo que me hace ser poco optimista en ver un cambio en el corto plazo. Creo que en el nivel de profundidad en que nos encontramos, ni siquiera reconociendo el gobierno la crisis, podrá solventarla sin ayuda. Suponiendo que el gobierno cancele la deuda con los laboratorios farmacéuticos y el entregue la divisas para fabricar medicamentos, se necesitarían por lo menos seis meses para restituir un flujo normal y seguro de medicamentos. Por eso decimos, dadas las condiciones del país, se necesitan que los productos terminados estén en los puertos del país, para que el venezolano tenga los medicamentos mañana para evitar que las personas sigan muriendo y simultáneamente se den las condiciones para la producción nacional se recupere, mientras rescatas los hospitales, mientras reconstruyes el tejido del personal médico y paramédico y eso solo es posible si tomas una decisión práctica y declaras la emergencia compleja en salud con las consecuencias propias ante los organismo internacionales que envíen la ayuda necesaria.
Prensa Provea