La directora de la Fundación Milhojas, Martha Roldós, aseguró que, aunque hubo violencia tanto por parte de manifestantes como por las fuerzas de seguridad del Estado ecuatoriano, fueron sectores vinculados con el expresidente Rafael Correa las que instigaron acciones vandálicas determinadas


Un país dividido en muchos segmentos que requerirá un proceso de reconciliación es el saldo que la directora de la fundación Milhojas, Martha Roldós, observa en el Ecuador  luego de los sucesos que por  más de 10 días afectó la cotidianidad de la nación entera y que abre interrogantes sobre el futuro político de la República.

“Tiene que generarse una reconciliación nacional, el país se ha fragmentado en muchas partes; hay gente de clase media que tendrá resentimientos contra sectores indígenas que se levantaron, hay sectores de estos con resentimiento ante la fuerza pública. Hay que desentrañar qué fue lo que pasó, hay gente que reaccionó violentamente a una violenta desinformación. Es un país que se paralizó y se aterrorizó con los eventos”, expresó la exdiputada ecuatoriana, exintegrante de la Asamblea Constituyente y exmiembro de la Comisión Nacional Anticorrupción.

Sostuvo que el balance de los hechos es complicado, con más de mil heridos, igual cifra de detenidos con discrepancias entre las cifras que entrega la Defensoría del Pueblo y la ministra de gobierno, María Paula Romo, algo que considera comprensible ya que las cifras recién se están asentando.

Señaló que más allá de entregar cifras, las partes deben dar los nombres que manejan para que haya mayor seguridad sobre lo que están hablando y se esclarezcan los hechos.

En entrevista exclusiva para la alianza Provea-TalCual, Martha Roldós, quien es hija del expresidente ecuatoriano Jaime Roldós Aguilera, insistió en que hubo violencia por parte de los diferentes actores, por lo que debe esclarecerse para que realmente se avance hacia un nuevo proceso de pacificación en el Ecuador.

Inexcusable

«Hay quejas de otros (actores) perjudicados por el paro. La gente de las empresas florícolas de las provincias de Cotopaxi se queja que los conductores de sus camiones fueron agredidos por manifestantes indígenas. Algunos fueron obligados a ir a las marchas. Muchas de las asociaciones de DDHH tomaron parte por el movimiento, pero estos otros reclamos han pasado de lado. La ministra de gobierno habla de 450 policías heridos, y de entre los mil heridos, sería (esa cantidad) un tercio de los heridos, hay más de 130 periodistas que han sido agredidos, golpeados, tanto de fuerza pública, porque hay unas tomas brutales de cuando estaba recién el tema de los transportistas, (donde) los que nosotros les decimos los robocops, patean a un fotógrafo. Pasan de largo a manifestantes que podían estar o no violentos y al periodista lo patean en el piso; pero (así mismo) hay imágenes inexcusables por parte de los manifestantes, tanto de los encapuchados, y luego prácticamente en el campo de disputa”.

Martha Roldós detalló que en las refriegas se apreciaban tres fuerzas: primero la fuerza pública del orden, los policías, algunos que actuaron con exceso de fuerza; segundo los manifestantes indígenas y simpatizantes y, finalmente “una fuerza de tipo colectivo chavista que eran unas personas encapuchadas difíciles de identificar que se dedicaron sobre todo el día 12 de octubre, cuando se anunció el diálogo y se quería romper de parte de (el expresidente) Rafael Correa y sus seguidores el diálogo, en grupos que fueron a ciudadelas privadas y cometieron desmanes, asaltos, robos, intimidaron a la población con palos”.

Hizo énfasis en que no se trataba, en este último caso, de manifestantes indígenas y que figura prominentemente el caso del incendio en la sede de la Contraloría General del Estado, que fue atacada tres veces. “Eso nunca había sido un objetivo de las marchas de los pueblos indígenas. Quienes tenían un interés objetivo en la sede de la Contraloría eran los grupos del correísmo porque no solo el presidente tiene informes en contra sino que la corrupción del correísmo fue tan masiva, llegó a tales niveles en gobiernos regionales y locales, que todo el mundo tiene informe o se le está preparando uno sobre responsabilidades civiles y penales. Los corruptos eran los únicos interesados en tomar el edificio de la Contraloría General del Estado”, aseveró.

Discurso

“Una de las cosas que sucedió es que por un lado el movimiento indígena y la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Amazonas (Confeniae) decían, y siguen diciéndolo ahora, se estaban quejando que no eran adecuadamente cubiertos, pero hay dos cosas que hay que ver. Había medios, canales de televisión cuya línea editorial disgustaba a la gente del movimiento indígena y también en su momento a los transportistas, pero otra cosa es que los reporteros de la noticia del día a día de esos medios no estuvieran cubriendo lo que sucedía. Una de las cosas muy graves que sucedió fue que en el ágora de la Casa de la Cultura cuando al día siguiente de la muerte del agricultor y dirigente indígena Inocencio Tubumbi, el jueves 10 de octubre, el movimiento retuvo a varios policías y luego los obligaron a cargar el féretro, y detuvo a los periodistas que estaban allí en la Casa de la Cultura. Dijeron que estaban retenidos y no secuestrados, pero el hecho es que no podían salir, y ahí es que vino la agresión al periodista Freddy Rivera del Amazonas, uno de los medios que más cuestionan”, precisó Martha Roldós.

Explicó que hubo actuaciones inexcusables de lado y lado, tanto por parte de los indígenas y de una clase media irritada, insegura, intimidada y guardada en su casa a riesgo de ser asaltada. “El discurso de odio del correísmo permeó y de ambos frentes la gente se echaba los mismos epítetos con los que Correa los insultaba. Es muy grave ver al movimiento indígena repetir acríticamente el ‘prensa corrupta’ que era la frase de Correa para dirigirse a la prensa, y cometer actos reiterados de intimidación a la prensa para luego quejarse de que esa prensa no cubre sus eventos. Para algunos analistas esto se debía a que se quería sacar a la mayor parte de la prensa y quedarse solo con los medios comunitarios que, por razones de simpatía les eran favorables, u otros que tenían la voluntad de tergiversar la verdad como el caso de Rusia Today”.

Abundó en este último caso mediático, detallando lo grave del caso de un manifestante que fue herido con una bala de goma en la cabeza, pero que Rusia Today editó el vídeo para que pareciera como que el manifestante había resultado muerto, cuando posteriormente se observa que está vivo.

Martha Roldós apuntó también al caso de medios que llegaron a hacerse eco de una información falsa según la cual habían 30 niños muertos durante las manifestaciones.

Palo a la prensa

A juicio de Martha Roldós, hubo represión y excesos policiales en el Ecuador, pero también es reprensible que a principios de la semana pasada, periodistas de los medios Ecuavista y Teleamazonas fueran agredidos.

“A la prensa, como dicen, Palo porque bogas, palo porque no bogas. Hay gente que está incitando a los manifestantes y el objetivo es sacar a ciertos periodistas del escenario de cobertura para poder manufacturar ciertas versiones de los hechos”

Agregó que la prensa fue atacada tanto por la policía como por los manifestantes. “Es una cifra muy elevada tener 130 periodistas heridos, casi el 10% de las víctimas de agresiones durante las marchas”.

Hizo referencia además a otros sectores vulnerados de los que no se habla. “Hubo más de 50 ambulancias que fueron atacadas. En este evento se atacaron no solo a las ambulancias, sino al cuerpo de bomberos cuando iba a apagar el fuego de la Contraloría. Se atacó a ciudadanos que estaban en medio de la contienda, se les asaltó e intimidó. Es como una guerra a varios bandos. La propia líder indígena en El Universo mencionó que el grupo de gente infiltrada no solo era gente del Arco Mestizo sino que del propio movimiento indígena había gente vinculada”.

Epítetos

Martha Roldós cuestionó además los ataques verbales proferidos desde las diferentes trincheras y citó el caso de el exalcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, quien dijo a los indígenas ‘que se queden en el páramo’. “Pero no hubo ninguna autocrítica hacia las expresiones del presidente de la Conai, que pidió a las Fuerzas Armadas que le quiten el apoyo y permitan la caída al gobierno, y también se refirió al presidente, que es una persona con una discapacidad, como ‘patuleco de mierda’ expresión muy despectiva para referirse a alguien que no puede caminar”.

Recordó también que un grupo de diputados correístas pidieron refugio a la Embajada de México, y sobre muchos de ellos hay indicios serios que estuvieron detrás de las agresiones y del movimiento que quería bloquear el diálogo. “Yo recordaba que en los años del correato, Recato Patiño, que ahora está asilado en México, se negó a entregar los salvoconductos para Carlos Pérez Barriga, director del diario El Universo que él si era un perseguido político, por expresiones divulgadas en ese periódico. No deja de ser irónico que estén reclamando cosas que le negaron a otros”, expresó.

-Amnistía Internacional advirtió que luego del levantamiento del estado de excepción se quería pasar la página. ¿Cree que hay disposición de los organismos del Estado para investigar los hechos?

-Creo que sobre todo las muertes deben ser investigadas. Se le debe a los deudos, así como otras agresiones que deben ser investigadas. Hay un pedido de que renuncien o cesen en sus funciones la ministra de Gobierno y el ministro de Defensa. Se registró (documentalmente) en varios puntos a policías y militares, y estos últimos en grupos más o menos pequeños tenían una disposición a no disparar. Hubo intentos de provocar un baño de sangre y hubo una contención a no responder a la violencia, pero sí hubo violencia. Deben asumirse algunas responsabilidades respecto a actuaciones que tuvo la dirigencia frente a los periodistas. Esa figura de la «retención» no es legítima. Peor es lo que ocurrió con el periodista Freddy Rivera; a los periodistas los obligaron a pararse a decir que estaban allí por su voluntad, pero Freddy dijo que se quería ir y no lo dejaban, pidió salir por detrás porque la gente estaba muy violenta y por los altavoces les decían “prensa corrupta” y les obligaron a hacer una salida vergonzosa tipo Game of Thrones, con la gente echándoles agua y ortiga, un castigo indígena que se aplica a sus gentes y en sus territorios. Luego vino un individuo y le dio un piedrazo que le rompió la cabeza.

-¿Observaron indicios que desde el exterior se instigara manifestaciones violentas?

-Por supuesto. Había cosas como de simultaneidad, pero había otras como las de Augusto Espinoza, exministro de Educación, con quien no iban a marchar ni los indígenas ni el movimiento de trabajadores, mucho menos maestros, porque en su gestión reprimió al sindicato de maestros, con él se creó un sindicato paralelo y se encubrieron más de seis mil casos de abusos sexuales en planteles escolares. Nadie de estas organizaciones quiere marchar con Augusto, pero él marchaba, jugando a la simultaneidad. Si los Ugas estaban marchando por un lado, él estaba por otro y aparecían simultáneamente como para decir que era parte de la misma manifestación.

Añadió el caso de la señora Gabriela Rivadeneira, que ahora está asilada en la embajada de México, quien salió a decir que los otros movimientos ya se le estaban juntando, como si fueran parte del movimiento de ellos, como si ellos lideraran. El movimiento indígena se dio cuenta de esto y algunos líderes comenzaron a marcar distancia.

«Había confusión y dudas. Están las declaraciones de líderes propios del movimiento indígena como Salvador Quishpe, que señala que había correistas tratando de cambiar las decisiones en el Consejo de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) tratando de cambiar las decisiones para evitar que hubiera diálogo. Hay un sinnúmero de eventos que indican que son los correístas. Yo misma tuve un evento el 8 de agosto, cuando nuestra página web milhojas publicó la investigación ‘Arroz Verde’. El 8 de octubre tenía que haber sido la audiencia para Correa y 26 personas más que están sindicadas por la trama de sobornos de Arroz Verde, nuestro Lava Jato ecuatoriano, está Correa, el vicepresidente Glass y varios ejecutivos de empresas nacionales y transnacionales que van a ser juzgados. Así que el primer beneficiado por los desórdenes fue Correa porque la audiencia fue pospuesta para este 17. Allí ya tenemos un primer elemento. Correa siempre estaba llamando a la figura de las elecciones anticipadas. Estaba interesado, por el intento de secuestro de Fernando Vargas, tienen que traerlo a Ecuador para juzgarlo, pero en el caso de Arroz Verde, como es contra el erario público, él puede ser juzgado en ausencia. En el momento en que es juzgado en ausencia, como va el calendario, va a tener una sentencia que le va a impedir presentarse como candidato a las próximas elecciones. Para Correa era vital dos cosas, por un lado posponer las fechas de los juicios y segundo adelantar las elecciones», precisó Martha Roldós.

-¿Qué queda por hacer para ustedes como activistas? ¿Se puede conformar una comisión de la verdad con integrantes de las diferentes tendencias?

-Va a hacer falta para ese proceso tener ayuda internacional, porque nos cuesta mucho en este país… Yo dejé la comisión anticorrupción, y estamos trabajando estos temas también sobre derechos humanos, pero con las desconfianzas mutuas que existen, creo que sería importante que venga alguien de la CIDH o Naciones Unidas y que participe para tener imparcialidad en esto y garantizar que todos los sectores sean escuchados, que se recoja y se investigue a fondo lo que pasó con las víctimas del Movimiento Indígena pero se escuche a los otros sectores que han sido vulnerados. Alguien tiene que hablar por la sociedad civil, y hay cosas intangibles, se destruyó patrimonio de las ciudades, en Quito levantaron con barrenas los adoquines, tumbaron cinco mil árboles y no solo en Quito, en la ciudad de Ambato se cortó el suministro de agua. Hay muchos detenidos extranjeros, hay que averiguar a quien respondían; se dice que pertenecían a grupos vinculados al chavismo, es algo que dicen otros venezolanos, tenemos muchos migrantes venezolanos y algunos venezolanos identifican a otros como vinculados al chavismo.

Para la alianza Provea-TalCual.