El antropólogo y director del portal Noticias Señor Javier Torres advierte que son sectores paradójicamente conservadores de izquierda los que estarían cerrando las puertas a los cambios políticos progresistas en cuanto a DDHH que se están impulsando

El pasado 28 de julio comenzó la gestión de Pedro Castillo, el maestro proveniente de las zonas rurales del Perú que derrotó en la segunda vuelta electoral a Keiko Fujimori en unos comicios muy reñidos, cuyo resultado aun no reconocen sectores más radicales de la derecha de ese país.

Aunque no ha hecho planteamientos específicos en materia de Derechos Humanos, la bandera de Castillo es la de convocar una asamblea nacional constituyente que redacte una nueva Constitución para el Perú. Ha dicho que el desafío de esta iniciativa es garantizar la inclusión de los sectores sociales tradicionalmente marginados de la sociedad peruana.

Sin embargo, la presencia en su tren ministerial de Guido Bellido, ha causado polémica pues el dirigente se ha mostrado, aun proveniendo de la izquierda del espectro político, como un conservador de posturas ancladas en viejas tradiciones del país andino y opuestas a la agenda de los sectores progresistas, que están impulsando una lucha por ampliar los derechos de la mujer y sectores excluidos como la comunidad LGBTI.

Para Javier Torres, expectativas de los peruanos son inmediatas

Para Javier Torres, antropólogo, investigador, analista político y conductor del portal Noticias Ser, es precisamente la presencia de sectores retrógrados lo que genera dudas sobre los posibles alcances de la nueva Constitución que se elabore en materia de DDHH y, por los tintes autoritarios que algunos sectores endilgan al primer ministro, Guido Bellido, quien marca la presencia tras bastidores de Vladimir Cerrón, líder del partido Perú Libre, de orientación marxista y que adoptó la candidatura de Castillo para la presidencia.

“El problema que tenemos en Perú, es que no solo la derecha tiene posturas conservadoras en temas de derechos civiles, de la mujer, de derechos sexuales y reproductivos, sino que sectores de izquierda también tienen posiciones de ese tipo. El primer ministro, Guido Bellido, salió en El País de España, señalando el “problema de (la ex candidata presidencial) Verónika Mendoza”, diciendo sobre su propuesta, que los peruanos no están preparados para eso, como diciendo que son conservadores”, expresó Javier Torres.

Nota del redactor: “Nosotros valoramos grandemente la familia”, expresó), declaró Bellido en la entrevista mencionada.

Por ello, Javier Torres considera que, en un escenario de cambio constitucional, la sociedad peruana podría retroceder en el campo de los derechos de la mujer, de los sexuales y reproductivos, y del respeto a las comunidades LGBTI). Lo que le parece una amenaza seria para lograr una auténtica sociedad inclusiva en Perú.

Sin embargo, la agenda constitucional es algo que, aunque comienza a ubicarse en el debate político del Perú, no es lo que ocupa la mayor atención de los ciudadanos de ese país.

Al respecto, Javier Torres señala que “la expectativa de los peruanos en general es que el gobierno pueda en primer lugar avanzar en la respuesta a la crisis sanitaria, avanzar en el proceso de vacunación, poder generar condiciones económicas que permitan recuperación de empleo y apoyos a sectores muy afectados, y también resolver muchos de estos conflictos sociales que han quedado rezagados, gobierno tras gobierno”.

La criminalización de la protesta ha ganado terreno, advierte Javier Torres

Javier Torres explica que hay varios campos donde hay afectaciones a los DDHH que son recurrentes, permanentes. La primera de las cuales tiene que ver con la criminalización de la protesta.

“En las últimas dos décadas han sido permanentes la ejecución de proyectos mineros, extractivos, de hidrocarburos, en zonas en territorios indígenas, rurales, donde no ha habido procesos de consulta a la población y donde el Estado, en alianza con empresas, busca imponer esos proyectos, ha llevado que tengamos muchas protestas en Perú en los últimos años, con saldo de varios muertos por acción de la policía”, indica.

Señala que, en ocasión de la última protesta por el cierre parlamentario hubo una gran represión policial, pero que, a pesar de que el presidente Sagasti, ha resarcido a familiares de víctimas, no ha habido sanciones a responsables.

“Siempre que pasan se quedan en impunidad. No hay sanciones para las fuerzas del orden”, acotó Javier Torres.

Derechos indígenas y de la mujer los más vulnerados, afirma Javier Torres

El segundo tema principal en los DDHH en Perú tiene que ver con el irrespeto a los derechos de los pueblos indígenas y las zonas donde hay proyectos extractivos, advierte Javier Torres.

“En nombre del desarrollo, de la necesidad de generar más renta para el país, se imponen estos proyectos y no se cumplen con los procedimientos que la ley peruana plantea y lo que la sociedad de Perú demanda, y hay que recordar que en Perú existe Ley de Consulta Previa”, precisó.

El tercer tema de DDHH y que Javier Torres califica de muy grave en el país, es el de la violencia contra la mujer. “Ocurre un alto número de feminicidios en algunas regiones, existe falta de atención hacia las mujeres, con poca capacidad de respuesta del Estado frente a acciones de violencia y agresión y negligencia por parte de autoridades y fuerzas policiales. Es un problema muy serio en el Perú, todas las semanas nos enteramos de un caso de brutalidad ejercida contra la mujer”.

Finalmente, refiere a un problema que “es del pasado”, y es el de las secuelas del conflicto armado interno. Entre los años 80 y 2000 hubo la acción terrorista de Sendero luminoso y una respuesta represiva por parte del Estado. “Hay miles de víctimas que no han recibido justicia, la mayoría de procesos judiciales se han perdido en el camino y los responsables de estos crímenes siguen impunes. Hemos tenido candidatos a la presidencia con denuncias de este tipo de violaciones, incluso alcaldes violadores de DDHH. El propio expresidente Ollanta Humala, tuvo una denuncia que nunca se terminó de aclarar; existe mucha impunidad hacia quienes participaron de la lucha antisubversiva”, detalla el investigador.

Preocupación por posible autoritarismo

Javier Torres señala que hay un sector de la sociedad peruana que ve la propuesta de elaboración de una nueva Constitución como una amenaza a la democracia, pues existe el temor de que se pueda instalar en la nueva Carta Magna la reelección presidencial indefinida.

“Es curioso, porque quienes lo hacen aplaudieron la actual Constitución donde la reelección está permitida y es una Constitución muy presidencialista, que permite concentrar mucho poder en manos del Presidente y fue hecha por (Alberto) Fujimori, el último autócrata que ha habido en Perú.

En opinión de Javier Torres, los votantes de Castillo tienen expectativas de cambio y de mejoras en las condiciones de vida, y ven en una nueva Constitución parte de ese cambio vinculado a derechos sociales, de trabajo, derechos indígenas.

Por ello, considera que Castillo va a tener que tomar decisiones entre la prisa del momento y un proyecto político de mediano plazo.

Constituyente es un proceso lento

-¿Cuál es la expectativa por la elaboración de una nueva Constitución para el Perú?

-La asamblea constituyente ha sido una de las banderas principales de Pedro Castillo, lo reiteró en la segunda vuelta electoral y su mensaje del 28 de julio. En Perú hay un consenso que tienen que haber cambios en la Constitución, tanto los efectos de la pandemia, como la crisis política de los últimos años, muestra que esta Constitución se agotó. Sn embargo, no todo el mundo está de acuerdo en la convocatoria a una asamblea constituyente. No hay una mayoría que uno pueda afirmar crea que tiene que haber una convocatoria de ese tipo. Puede que un sector esté de acuerdo en un cambio constitucional, pero por la vía del Congreso, no es que la opinión sea hegemónica en el Perú, es una de las posturas.

“El presidente Castillo en primera vuelta con esta bandera alcanzó 18% de los votos –prosigue Javier Torres-. En general diría que existe consenso en que tienen que haber cambios. Uno de los debates más fuertes es el del modelo económico que nos ha regido desde los años 90, el régimen neoliberal, hay resistencia de un sector importante, no solamente políticos, sino de clases medias emergentes que se beneficiaron de ese modelo y hay una resistencia al cambio, sobre todo en Lima. En las regiones hay más disposición a que las cosas cambien, porque el modelo no los benefició ni directa ni indirectamente y, al contrario, por el desarrollo de proyectos como los que he mencionado, fueron violados algunos de sus derechos”.

Insiste en que no es un tema que sea parte del debate cotidiano, ya que la gente habla es de vacunación, de conseguir empleo, mientras el gobierno que no termina de aquilatar. La gente requiere respuestas rápidas a problemas que existen y que no tienen que ver con un cambio constitucional”, enfatiza.

Resalta que, si se hace referendo de la convocatoria, sería probablemente el próximo año que se instale la asamblea, luego de unas elecciones. “Es un proceso largo y la gente no está para procesos largos. La expectativa es sobre decisiones concretas. Pero el debate sí se ha instalado”.

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Sector rural muy golpeado

-¿Cuál es la situación de esos sectores marginados a los que hizo mención el presidente Pedro Castillo?

-Cuando el presidente habla de sectores marginados, habla de la población rural, indígena, campesina, pobre en general, sobre los sectores excluidos. Hay que decir que efectivamente han estado excluidos del poder y la toma de decisiones de Perú en su historia republicana. Es el sector que le ha dado un voto mayoritario al presidente de la República, un sector muy golpeado no solo por reglas del modelo económico, sino por la forma que funciona la sociedad peruana.

Recalca Javier Torres, que mucha de los sectores sociales excluidos del Perú, apenas obtuvieron su ciudadanía 40 años atrás cuando se le otorgó el derecho a votar a los analfabetos, pero poco después se produjo la irrupción de Sendero Luminoso (grupo armado irregular calificado de terrorista) y desató una fuerte acción represiva por parte del Estado, lo que dejó muy golpeada a la población rural.

“El 70 por ciento de los alimentos que consumen los peruanos viene de ese sector, que no tuvo atención en la pandemia, no llegaban los fondos ni líneas de crédito o ayudas desde las ciudades. El tema es que hay otros sectores que no se les da por lo menos en el discurso la misma atención o prioridad”, detalla.

-Renovación popular, ganaron en Lima, candidato López Aliaga, ultraderecha, admirador de Bolsonaro, y dos marinos retirados en la bancada, uno de los sectores conservadores, y Fuerza Popular, de Keiko Fujimori. Las fuerzas de oposición más duras. Denunciaron que hubo fraude y no reconocen la legitimidad del presidente.

-¿Cómo queda el escenario con un Parlamento atomizado?

-El partido de gobierno no logró conformar alianza para conformar la directiva del Congreso, fue una derrota de Perú Libre en el Congreso y por otro lado la posición de oposición más extrema del grupo Renovación Popular, de derecha, con presencia de marinos en retiro, admirador de (el presidente de Brasil, Jahir) Bolsonaro y Donald Trump. Ellos también aspiraban la presidencia del Congreso. No lo lograron, se formó una coalición de centro derecha para que la congresista Maricarmen Alba asuma la presidencia, contó con el respaldo del fujimorismo, aunque no participan en la mesa directiva y va a manejar la agenda parlamentaria.

“Por el momento –continúa- yo diría que hay un sector que está en confrontación abierta, un sector de derecha, Renovación Popular, que dice que no le van a aceptar una reunión al primer ministro ni para conversar y han pedido su renuncia y el cambio total del gabinete. De los otros partidos que están participando del diálogo, la centro derecha se está reuniendo con el gobierno, como tienen presencia local y municipal pueden estar buscando una negociación con el gobierno a cambio de proyectos de obras públicas donde tienen presencia”.

Estima Javier Torres que se debe tener en cuenta el debate que hay sobre la Ley de Presupuesto y que el año próximo hay elecciones regionales, por lo que existe una tendencia a negociar.

“El Gabinete no ha sido bien recibido por la mayoría de las fuerzas políticas, como el partido Morado que participaron del intento de una mesa directiva al Congreso, y han cuestionado también el nombramiento del primer ministro. Así que el piso está movido, no está claro si se le va a dar confianza al primer ministro cuando vaya (al Congreso) o no”.

Formas de presión

Asevera Javier Torres que el temor que tienen algunas bancadas del Parlamento es que el rechazo del Congreso puede llevar al Presidente a conformar un Gabinete distinto, o que el mismo pueda disolver el Congreso, así que están buscando otras formas de presión.

“Creo que va a haber una permanente confrontación entre sectores del Congreso y del Ejecutivo y algunas bancadas que van a jugar a los dos lados, que van a estar aliados con la oposición más radical, pero en otros momentos pueden dar paso a algunas propuestas del Gobierno”, precisa.

En conclusión, sostiene que existe una oposición radical y otra dialogante y un sector que es el que está a favor del Gobierno y cada uno tiene la misma cantidad de diputados, un tercio del Parlamento.

-¿Cuáles son los retos que hay para una nueva Constitución y el gobierno?

-El principal reto, si se llega a un proceso constituyente, es luchar para que no haya ningún retroceso en materia de DDHH, por esas posiciones conservadoras que señalo y si es posible que se amplíen los derechos. Es a lo que habría que apostar. Se trata de un escenario difícil debido a que los actores de la derecha consideran la defensa de DDHH como algo igual a comunismo y del lado de la izquierda conservadora, como algo que viene de fuera, del extranjero, algo ajeno a nuestras costumbres. Creo que, en las elecciones, los DDHH fueron los grandes derrotados.

A juicio de Javier Torres, otro reto si hay un proceso constituyente, es que, en el campo de los derechos políticos, no haya cambios en cuanto a intentos de propuestas autoritarias, con el mecanismo de reelecciones indefinidas, algo que considera no tiene viabilidad en el Perú, así como restricciones de libertad de expresión.

Las Fuerzas Armadas no han atendido cantos de sirena

-¿Qué papel cree que jugará la Fuerza Armada? En Venezuela también se eligió a un mandatario que era un “outsider” de la política, pero éste venía del sector militar. En Perú el señor Castillo es maestro, no tiene esos vínculos con el sector castrense

-Creo que, efectivamente, como tú dices la situación de Perú es muy diferente a la de ustedes o la de Evo Morales, que tuvo una gran movilización de movimientos sociales. Es un gobierno que entra que no tiene mando de los poderes fácticos, de ninguno, entre ellos de las Fuerzas Armadas, y tampoco es producto de una enorme movilización social. La segunda vuelta se produce en el marco de una fuerte crisis por la pandemia. El electorado expresa un rechazo al sistema político, pero no se ve un proyecto sólido, consolidado, capaz de lograr un gran cambio en el Perú. Le va a costar mucho cumplir esa promesa de cambio que han hecho.

“Las Fuerzas Armadas en Perú, después de la segunda vuelta –prosigue-, cuando la ultraderecha ha tocado puertas de los cuarteles, ha rechazado cualquier intentona golpista. Creo que las Fuerzas Armadas de Perú aprendieron la lección de haberse hipotecado a Alberto Fujimori y Alberto Montesinos, de someterse a estos delincuentes; es una marca muy fuerte y creo que hemos logrado que salgan de ese rol que intervenir cada vez que había un problema entre civiles o tener que avalar la violación del Estado de Derecho”.

Cree Javier Torres que esa posición se va a mantener y refiere que se han producido llamados por parte de militares retirados, pero los comandos castrenses se han mantenido en la línea de la Constitución y la ley.

No los veo liderando intentos golpistas o apoyando tentaciones autoritarias del gobierno; no es ese el escenario y por tanto es muy distinto al de Venezuela.

Generar legitimidad

Javier Torres hace énfasis en que si no se atienden las demandas urgentes de la población podría continuar la inestabilidad que ha sufrido el país en los últimos años.

“La población de Perú está demandando respuestas rápidas antes que grandes respuestas. Espero que el gobierno ajuste lo que tiene que ajustar. En el Gabinete hay personajes que no deberían estar, porque no tienen la capacidad para (ejercer) sus cargos, espero hagan las correcciones y puedan asentarse en la ejecución del gobierno, eso le va a dar mayor capacidad en el otro gran debate que es el Constitucional, que se tiene que dar, pero el gobierno necesita generar mayor legitimidad social con su accionar cotidiano, si no, vamos a un nuevo ciclo de censuras, interpelaciones, vacancias y soluciones del Congreso”, puntualizó.

Para la alianza Tal Cual – Provea

Foto: pachamamaradio.org