El premio en derechos humanos también fue otorgado a Marco Ruíz, periodista, activista por la libertad de prensa y Secretario General del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa.
La Embajada de Canadá en Venezuela, junto a la Coalición y Cátedras de Centros Universitarios de Derechos Humanos, otorgó el Premio en Derechos Humanos edición 12º al líder del pueblo indígena Uwottüja, Virgilio Trujillo, en homenaje póstumo luego de que fuese asesinado tras denunciar la explotación minera y la destrucción ambiental en sus tierras.
Virgilio fue asesinado el pasado 30 de junio, en Puerto Ayacucho, Amazonas. Recibió más de tres impactos de bala en la cabeza, a manos de personas hasta ahora no identificadas, y que presuntamente, minutos antes, lo habrían obligado a abordar un vehículo.
Trujillo Arana, era miembro de la Organización Indígena Piaroas Unidos del Sipapo (OIPUS) y formaba parte de la Guardia Indígena Territorial de su comunidad, una instancia autónoma creada por los pueblos indígenas, para defender los territorios ante las amenazas ocasionadas por el auge extractivo, y la presencia de grupos armados irregulares en comunidades habitadas por pueblos originarios.
“Virgilio fue un joven activista comprometido con la protección integral del territorio frente a la explotación ilegal por parte de grupos armados” expresó la Embajada de Canadá tras anunciar el homenaje al defensor ambiental.
Reina la impunidad
El 5 de julio, cinco días después del asesinato de Virgilio, el director del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC), Douglas Rico, anunció en su cuenta de Twitter que había enviado a Puerto Ayacucho un equipo de la organización para ayudar en la investigación y aclarar la verdad.
El 15 de agosto, líderes y organizaciones indígenas exigieron ante la sede del Ministerio Público del estado Amazonas, el esclarecimiento del crimen, luego de dos meses de impunidad.
Hasta el momento, no se han informado avances ni declaraciones sobre el asesinato.
Tras más de cinco meses, ni los anuncios oficiales, ni las presiones de los indígenas y las organizaciones defensoras de derechos humanos, han logrado que el asesinato de Virgilio Trujillo Arana se haya esclarecido y que los responsables respondan ante la justicia.
Desde PROVEA saludamos este reconocimiento póstumo a Virgilio, el cual sirve para continuar denunciando su vil asesinato y es fuerza ante la grave crisis de derechos humanos a los que son sometidos los pueblos indígenas en Venezuela.
Los pueblos indígenas, defensores de la Amazonía, están atrapados en una violenta batalla entre cuerpos militares estatales y grupos armados irregulares por el control del oro, un ataque sin precedentes que ha sido denunciado por la Misión de Determinación de los Hechos de Naciones Unidas.
Prensa Provea