El presidente electo de Colombia, Gustavo Petro, al asumir el mandato el próximo mes de agosto posiblemente dé un viraje significativo a la relación del vecino país con Venezuela. No solo se trata de abrir las fronteras y fortalecer la integración económica. Hay graves problemas de derechos humanos que deben ser atendidos.

Por un lado, existe una situación preocupante de violencia en toda la frontera entre los dos países que requiere cooperación mutua. Esa violencia genera desplazamientos forzados en los dos territorios y la inadecuada actuación de la fuerza pública produce graves violaciones a los derechos humanos. Así la población queda sometida a la violencia de los grupos armados irregulares y la violencia estatal.

Por otra parte, en Venezuela no hay democracia y la institucionalidad requiere ser reconstruida sobre la base de principios de transparencia, respeto a los derechos humanos e independencia de los poderes.

Pudiese el nuevo gobierno colombiano jugar un papel importante junto a otros países para contribuir a que en Venezuela regrese la democracia, se cumplan las recomendaciones en materia de derechos humanos de los organismos internacionales y se realicen elecciones presidenciales transparentes, inclusivas y creíbles con supervisión internacional.


En el contexto de crisis que vive Venezuela, las organizaciones de promoción de derechos humanos mantenemos un esfuerzo continuo en el registro y documentación de las violaciones sistemáticas de los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales de la población a fin de acompañar a las víctimas y darle visibilidad a estos atropellos ante la comunidad nacional e internacional.

En este sentido el Boletín Crisis en Venezuela, surge como un espacio semanal en el que como movimiento de Derechos Humanos, reunimos las situaciones que actualmente reflejan la crisis humanitaria que atraviesa Venezuela.

Puedes descargar el Boletín Crisis en Venezuela ESPAÑOL 

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