ACERCA DEL AUTOR:

Author profile
Oly Millán

Economista (UCV) y exministra del Ministerio para la Economía Popular (2006). Integrante de la Plataforma Ciudadana en Defensa de la CRBV y de la Plataforma Contra el Desfalco a la Nación.

En estos tiempos difíciles, cargados de sentimientos encontrados porque la esperanza de un cambio político que se fue instalando en el imaginario colectivo del pueblo venezolano en la medida en que nos acercábamos al 28 de julio, repentinamente, después del boletín emitido por CNE controlado por el gobierno en la madrugada de ese 29J, le fue arrebatado al soberano (al poder constituyente originario) su derecho a elegir. La gran pregunta es: ¿Qué Hacer?

El país entró en otro momento político y el gobierno: cívico – militar – policial avanzó en un nivel superior en su ya dilatado camino autoritario. De facto fue derogada la Constitución.

A mi modo de ver, el ¿qué hacer? Está relacionada con la construcción de una gran estrategia democrática que como un gran paraguas nos identifique a todos y todas, como una sola voz y acción que se dé en los lugares y comunidades más recónditas del país, y que abarque a los miles de venezolanos que se encuentran en el mundo.

Es nuestra responsabilidad, la de todos y todas, restituir el Estado de derecho, la exigencia al respeto de la soberanía popular y la defensa de los derechos humanos que como principios inalienables están consagrados en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que como sabemos, de acuerdo al artículo 333, ella no perderá su vigencia al contrario  “…todo ciudadano investido o ciudadana investida o no de autoridad, tendrá el deber de colaborar en el restablecimiento de su efectiva vigencia”

Una estrategia que tiene como pilar fundamental el restablecimiento de la Constitución y del régimen político que en ella está definido. Una estrategia que sin arriesgar la vida y la seguridad sea: flexible, dinámica, envolvente, innovadora, creativa, sistémica con muchos nodos, que se exprese tanto en el mundo real (territorio) como en el virtual, que se ubique a nivel nacional e internacional, que se exprese en el campo jurídico-institucional, político, cultural e ideológico, donde cada quien (individual o colectivamente) haga y asuma lo que mejor sabe hacer, sin arriesgarse ni exponerse.

Un ejemplo concreto de una estrategia así, la podemos resumir en el cuento de Pedro y el capitán del escritor uruguayo Mario Benedetti.

Benedetti publica ese cuento en la década de los 70 del siglo pasado, tiempos de dictaduras en los países del Cono Sur, y en especial en Uruguay su país natal.

¿Qué era lo mejor que sabía hacer Benedetti?, si no escribir. 

Pedro y el capitán, es una permanente denuncia sobre la violación a los derechos humanos, como es el uso de la tortura para obtener información, pero va un poco más allá, tal como lo define el propio escritor en el prólogo (1979) cuando dice que la pieza es: una indagación dramática en la psicología de un torturador. Algo así como la respuesta a por qué, mediante qué proceso, un ser normal puede convertirse en un torturador.

Sigamos viendo algunos comentarios que hace el propio escritor sobre Pedro y el capitán que, a mi modo de ver, nos enseña de forma sencilla y profunda el papel que en tiempos de regímenes autoritarios y violación a los derechos humanos puede hacer el solo uso de una potente “pluma”, claro no es cualquier pluma, es Mario Benedetti.

Continua Benedetti diciendo en el prólogo: El torturado puede no ser una victima indefensa, condenada a la inevitable derrota o a la delación. También puede ser (y la historia reciente demuestra que miles de luchadores políticos la han encarado así) un hombre que derrota al poder aparentemente omnímodo, un hombre que usa su silencio casi como un escudo y su negativa casi como un arma, un hombre que prefiere la muerte a la traición. Pero aun para sostener esa actitud digna, entera, insobornable, el preso debe fabricarse sus propias verosímiles defensas y convencerse a sí mismo de su inexpugnabilidad.

Definitivamente, en ese cuento pequeño de apenas 89 páginas cuando mucho, Benedetti describe y denuncia lo que estaba pasando en su país, pero no lo hace desde el dolor ni la desesperanza, al contrario, lo hace desde la dignidad y el respeto al ser humano, incluyendo al personaje que hace de torturador. También, refleja que esa dura realidad la está viviendo una sociedad, tal como lo describe en este último comentario.

No he querido representar en el preso a un militante de uno u otro sector político. La durísima represión ha abarcado virtualmente todo el espectro de la izquierda uruguaya, y hasta ha alcanzado a otros sectores de oposición, como pueden ser la iglesia o los partidos tradicionales…

Y, concluye diciendo: De más está decir que, aun en medio de la derrota que hoy sobrellevamos, no estoy por una literatura – y menos por un teatro – derrotista y lloriqueante, destinado a inspirar lastima y conmiseración. Tenemos que recuperar la objetividad, como una de las formas de recuperar la verdad, y tenemos que recuperar la verdad como una de las formas de merecer la victoria.  

ACERCA DEL AUTOR:

Author profile
Oly Millán

Economista (UCV) y exministra del Ministerio para la Economía Popular (2006). Integrante de la Plataforma Ciudadana en Defensa de la CRBV y de la Plataforma Contra el Desfalco a la Nación.