ACERCA DEL AUTOR:
Luis Alberto Crespo
Economista, Msc. en Moneda e Inst. Financieras, Prof de Economía UCV.
Luis Crespo | Luego de 4 años sin publicar los indicadores de pobreza del país, el 18 de octubre el Instituto Nacional de Estadística de Venezuela (INE) hizo público de una manera sigilosa y poco transparente su informe (parcial) sobre el comportamiento de la pobreza y la desigualdad durante estas dos últimas décadas en el país, debemos dejar claro que este informe, que consideramos tendencioso y amañado, abordó solo la perspectiva de pobreza desde el método de Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI), obviando intencionalmente dos metodologías que le dan amplitud y complementan los informes sobre la pobreza de los países como son: la pobreza por línea de ingreso o línea de pobreza, pobreza por método cruzado y los quintiles de ingreso per cápita.
El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) reapareció en medio de la emergencia humanitaria compleja para afirmar que durante el año 2018 los venezolanos fuimos menos pobres, vivimos mejor, hubo más empleos y mayor cantidad de niños asistieron al colegio; esta institución informó que del 2013 al 2018 la pobreza integral disminuyo en 3.4% pasando de 19.7% a 17.3%, la realidad es que en el 2018 transitamos los estragos del fenómeno hiperinflacionario de 130.060,20% según (BCV) o 1.698.488% (INPCAN) por lo cual, conocimos el carácter destructivo del mismo, en medio de la caída de la producción interna en 19,6% (BCV) en el 2018 y por quinto año consecutivo la economía venezolana se ha reducido en 62,4% cifras del propio Banco Central de Venezuela; todos estos datos son incongruentes con los indicadores de PIB, tasa de desocupación y pobreza que presenta el INE.
El INE pretende ocultar el desastre económico que empobrece a los venezolanos
Es evidente que Venezuela transita una emergencia humanitaria compleja originada por la desastrosa gestión del régimen quien expone a la población a los más altos niveles de pobreza, hambre, miseria y desasosiego, lo cual pretenden ocultar a través del INE. Durante el año 2018, fue dramática la destrucción del salario real y, por ende, del poder adquisitivo de los venezolanos que durante el último semestre del año pasó de 30,4 dólares a 10,05 dólares mensuales (DICOM) de 1,01 a 0,33 dólares para quienes perciben salario mínimo diario, cabe destacar que el salario mínimo en 2019 también se encuentra en niveles inferiores a los límites de pobreza extrema estipulados por el Banco Mundial que se establece en 1,90 dólares diarios. ¿Será esta la razón por la cual el INE obvió en su informe el cálculo de la pobreza a través de la metodología por línea de ingreso y los quintiles de ingreso per cápita?
En ocasiones anteriores hemos descrito la nefasta política económica del régimen que hundió al país en la crisis económica y social más grave de su historia, Nicolás Maduro es el responsable del desplome de la economía venezolana, es el padre del proceso hiperinflacionario en Venezuela, destruyó el bolívar como moneda nacional, pulverizó el salario y el patrimonio de los trabajadores. Al mismo tiempo, continuó endeudando y entregando al país, comprometiendo el futuro económico de la nación y sus futuras generaciones, además de la precarización de las condiciones de vida de los venezolanos donde resalta que entre los años 2016-2018 en Venezuela el hambre se situó en un 21,2% de la población según la (FAO).
Sobre el tema de la deserción escolar, el Prof. Luis Bravo Jáuregui de Memoria Educativa expresó que el periodo 2017-2018 el comportamiento de la matrícula fue muy negativo, siendo uno de los más bajos en los últimos 60 años, lo cual evidencia que la inclusión escolar llegó a cifras menores a las de 1958.
En medio del desastre económico de Nicolás Maduro, el INE ubica el desempleo en 6,8% para el 2018 con una tendencia decreciente desde el 2010, estos datos generan dudas y desconfianza debido a que la producción interna medida por el BCV muestra una caída sucesiva desde 2014 del 62,4 del PIB, por consiguiente el desempleo en Venezuela debió aumentar como lo establecen las leyes económicas cuando hay una caída de la producción que persiste, lo cual pone en evidencia una gran contradicción entre la tasa de desempleo y el comportamiento de la actividad económica en el país que refleja el BCV, no es posible contar con una tasa menor de desempleo en comparación a los años donde había mayores niveles de producción.
Seis años después es obvio el fracaso económico y social del régimen que no ha cumplido las metas macroeconómicas y macrosociales contenidas en el Plan de la Patria, ahora tratan de ocultar su fiasco con una ofensiva comunicacional donde responsabiliza a otros de su nefasta gestión. La pobreza se debe enfocar desde la perspectiva del desarrollo humano, la cual se origina a partir de la privación de las libertades a las personas, restringe sus capacidades para tener una vida de oportunidades. Los venezolanos hemos vivido los embates de la nefasta gestión económica y social del régimen en estos años, trayendo como consecuencia el empobrecimiento estructural del país.
ACERCA DEL AUTOR:
Luis Alberto Crespo
Economista, Msc. en Moneda e Inst. Financieras, Prof de Economía UCV.