Unas organizaciones a favor y otras en contra de las recientes sanciones impuestas por el gobierno de Estados Unidos sobre Venezuela, aquí algunas opiniones de por qué las apoyan o las rechazan 

Que Venezuela se convierta en la segunda Cuba, ese es tema de debate entre las organizaciones no gubernamentales del país tras la nueva ronda de sanciones de la administración de Donald Trump contra el gobierno de Nicolás Maduro.

Mientras algunos voceros apoyan la tesis de que las medidas restrictivas persiguen el objetivo de cerrar el grifo económico a Maduro, otros afirman que el cerco, cada vez más pronunciando, contra el régimen terminará salpicando al venezolano de a pie. Esto en un contexto en que ya desde hace mucho tiempo está instalada una emergencia humanitaria compleja de la que, a propósito de la crisis institucional, no se tienen vaticinios de solución cercana.

El director general de la Coalición de Organizaciones por el Derecho a la Salud y la Vida (Codevida) Francisco Valencia enfatiza que lo que se quiere lograr con las medidas es presionar al Gobierno hasta lograr su salida. En este sentido, recalca que las sanciones norteamericanas son explícitas y de ellas se derivan excepciones en las que se garantiza que las medicinas, comida y demás insumos humanitarios podrán llegar al país.

 

–¿Las nuevas sanciones impuestas por la administración de Donald Trump al régimen de Nicolás Maduro podrían salpicar al pueblo venezolano?

–Lo primero que hay que destacar es que la emergencia humanitaria compleja que vive el país se inició hace cuatro o cinco año y eso debe quedar claro. Ellos pretenden confundir con que la emergencia es reciente y eso no es así. Los trabajadores de la salud y las organizaciones no gubernamentales que hace seguimiento a la situación salud del país han denunciado esto.

Las sanciones que se impusieron al principio eran sanciones a personas. Eso no tenía ninguna afectación para la población y cuando empiezan las sanciones al gobierno de Venezuela en 2019, ya la emergencia humanitaria era sin precedentes. Ya hay una emergencia instalada con proporciones incalculables con afectaciones en la vida de los venezolanos diarias.

–¿Pero podrían incidir en la cotidianidad de la gente?

–Las sanciones han sido explícitas. Incluso, el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos emitió un comunicado en el que se expresan las excepciones de las medidas en las que entran las medicinas y alimentos y no debe haber una afectación.

Ya la emergencia está en el país. Aquí lo que se quiere es salir cuánto antes del régimen de Nicolás Maduro para que exista una verdadera cooperación internacional y se puedan salvar cientos de vidas y si las medidas son económicas y mientras tengan excepciones como estas no hay ningún tipo de problema. Mientras existan las excepciones no debe haber ningún problema.

–¿Pueden compararse las nuevas sanciones de EEUU con el bloqueo que impuso sobre Cuba?

–No. Cuando a Cuba se le aplicó el bloqueo no había una situación de emergencia humanitaria como la que vive Venezuela. Quizá en ese momento no hubo excepción, pero si hubiera tenido una situación similar a la que vive la nación ningún país se hubiera negado a mandar medicinas.

Las épocas son distintas, no se puede comparar a la Venezuela de hoy con algunas sanciones que se aplicaron en el pasado a otros países.

La gente tiene que tener claro que la única solución a la crisis que vive el país es salir de régimen, para que exista una cooperación internacional real y planes inmediatos para atender los problemas de salud.

–Como respuesta a las sanciones, ¿cree que el gobierno de Maduro se vaya a negar a permitir que arribe ayuda humanitaria al país como los últimos cargamentos enviados por la Cruz Roja Internacional?

–El gobierno de Nicolás Maduro ha impedido y seguirá impidiendo que la ayuda humanitaria llegue al país. Al Gobierno nunca le ha interesado que llegue la ayuda humanitaria al país.

Lo que ha traído la Cruz Roja son tres cargamentos, pese a todas las trabas que les ha impuesto el régimen.

Con esto no tienen nada que ver las sanciones porque el fin de estas medidas es cerrar el grifo al régimen de Maduro, que usa los recursos con fines distintos a los de ayudar al pueblo como la compra de armas.

Téngase muy claro que desde Codevida no se permitirá que medidas afecten los derechos humanos de los venezolanos.

El director de la ONG Convite, Luis Cabezas, reconoce que en un primer momento las medidas restrictivas anunciadas por el gobierno de Donald Trump despertaron preocupación en las organizaciones no gubernamentales del país y la comunidad internacional, por las implicaciones que estas podrían tener sobre el pueblo de Venezuela.

Sin embargo, el representante de la ONG afirma que tras la publicación de las excepciones las dudas con respecto a las sanciones mermaron pues con ellas se dejó claro que los temas humanitarios no tendrán mayores obstáculos.

–¿Las sanciones impuestas recientemente por la administración de Donald Trump contra el gobierno de Maduro pueden ser perjudiciales para la población venezolana?

–En principio, cuando se publicó la resolución no quedaba muy claro si afectaría a la gente. Sin embargo, se han publicado unas excepciones que dejan claro que en el tema humanitario no tendrán ningún tipo de afectación. Con el documento se aclara que hay concesiones en cuanto a no afectar a la población y que lo que se quiere es proteger los bienes de la República en Estados Unidos.

Hay que recordar que ya hay un plan de emergencia humanitaria en el país y se dejó claro que las ONG que lo estén trabajando estarán fuera de las sanciones. Con la difusión de las excepciones están despejadas las preocupaciones sobre la afectación que podrían tener sobre los venezolanos.

Debemos recordar que si bien la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, dijo que las sanciones han afectado al país, también dijo que no son la causa de la crisis.

Creo que las sanciones no tienen un impacto en la vida de las personas. En lo que si podríamos tener certeza en cuanto al empeoramiento de las condiciones de vida es en, por ejemplo, la utilización de las cajas de los Comités Locales de Abastecimiento Popular (CLAP) por tintes políticos.

–¿Con esto teme a que las organizaciones no gubernamentales sufran la persecución del Gobierno?

–Como te digo, el propio decreto habla de unas excepciones. Fundamentalmente las ONG que trabajamos el tema nos dedicamos a brindar soporte de vida a poblaciones en extrema vulnerabilidad.

Si la persecución es contra nosotros, sería contra la gente a la que le brindamos ayuda. Nos dedicamos a atender la emergencia que el mismo Gobierno ha generado.

–¿Hay similitud con el bloqueo aplicado a Cuba?

Especialista han dicho que no hay similitud. Son sanciones en menor  escala. Sí, generó preocupaciones en la comunidad internacional, la Unión Europea fue una de las primeras en manifestarse, pero esto indujo a que EEUU publicara estas excepciones con las que se da respuesta a estas preocupaciones.

Desde Convite nos mantendremos en monitoreo para denunciar lo que consideremos que lesionen los derechos de las personas. Así como también reconoceremos cuando se protejan, como en este caso, con estas excepciones que dan tranquilidad.

Debemos tener presente que esto forma parte de un proceso político que está en marcha. Estaremos siempre cuidando porque se protejan los derechos de la gente.

«Sanciones exacerban la emergencia humanitaria»

En contraposición a las organizaciones antes expuestas, existen otras que consideran que las recientes sanciones que el gobierno de Donald Trump impuso sobre el mandato de Nicolás Maduro sí afectarán directamente a los venezolanos.

Feliciano Reyna, fundador de Acción Solidaria, organización no gubernamental que brinda respuestas a los pacientes con Sida, se mostró preocupado por las recientes acciones de EEUU sobre Venezuela porque manifiesta que exacerban la emergencia humanitaria y causan más sufrimiento a todo el pueblo venezolano.

–¿Está de acuerdo con las recientes sanciones impuestas por EEUU sobre Venezuela?

–Nosotros no estamos de acuerdo con medidas sectoriales o generales porque aunque no sean su intención, producen efectos colaterales que afectan la respuesta humanitaria, afectan el trabajo en derechos humanos, incluyendo por ejemplo la movilización de ayuda, de insumos.

Aunque Estados Unidos es soberano, para nosotros las medidas que no sean focalizadas hacia personas relacionadas con violaciones de derechos humanos o corrupción nos parecen que terminan afectando a la población.

–¿Cómo afectan estas medidas directamente a los venezolanos?

–Afectan en general a la población que tiene necesidades en salud, transporte, alimentación. Las sanciones financieras están agravando más los efectos de la crisis económica y asimismo la situación humanitaria.

Estas sanciones se dieron cuando Noruega encabeza una mediación entre el Gobierno y la oposición para buscar una negociación.

–¿A quiénes más afectan las sanciones?

–Estas medidas afectan a la población más necesitada en el país y también impacta sobre la migración porque quienes se están yendo en este momento son personas con recursos muy limitados y la están pasando muy, muy mal. Nada que exacerbe los daños humanos y la emergencia humanitaria, esta necesidad de irse del país para poder mantenerse no es nada positivo.

Esta es la misma posición de la organización Caleidoscopio Humano, que se dedica a promover y defender los derechos humanos. Gabriela Buada, periodista y fundadora de esta ONG considera que estas sanciones sí son determinantes para los más vulnerables y para quienes son impactados directamente por la emergencia humanitaria compleja.

–¿Está de acuerdo con las recientes sanciones impuestas por EEUU a Venezuela? ¿Por qué?

–No se trata de estar de acuerdo o no con las recientes sanciones impuestas por EEUU a personas que tienen que ver con el Gobierno de Venezuela y a empresas de carácter vinculante a temas de corrupción y de violaciones de derechos humanos. Estas sanciones son una extensión más de las sanciones que se han venido dando en el país con ese tema y no se trata de estar de acuerdo o no, sino de evaluar el impacto inmediato y a futuro.

En el caso de Caleidoscopio Humano, donde visibilizamos violaciones de DDHH de las personas menos tomadas en cuenta, tanto en medios de comunicación como por personalidades políticas, hemos determinado que sí hay un impacto diferenciado con el tema de la emergencia humanitaria compleja y la crisis de derechos humanos que se vive actualmente en Venezuela.

Sencillamente hacemos una alerta que estas sanciones podrían impactar gravemente a la emergencia humanitaria compleja, una emergencia que se ha venido denunciando desde mediados de 2015 y que en días pasados en la propia Asamblea Nacional se había determinado que podría llegar a catástrofe. En esa línea es que queremos hacer el llamado que las sanciones son determinantes para las personas vulnerables o para quienes están siendo impactados por le emergencia humanitaria compleja.

–¿A quiénes realmente afectan estas sanciones?

–Aunque afecten directamente al gobierno nacional y a las personas directamente involucradas. Estas sanciones también tienen  que ver con el tema de empresas prestadoras de servicios, como pasó con la Exxon Mobil y con extensiones bancarias. Todo esto te lleva a que no sean impactados solo los sancionados, sino que también nosotros en medio de la crisis y de las condiciones críticas que estamos viviendo porque no es un tema político.

Se trata de ponernos desde la perspectiva y la mirada de la gente. Hay una afectación real que la estamos observando y estamos advirtiendo que en un momento las sanciones empiezan a aflorar justamente en la población vulnerable y ese es el llamado que queremos hacer y de las alertas que queremos colocar en la opinión pública.

Para nadie es un secreto que la gente está muriendo por falta de medicinas, para nadie es un secreto que la gente está muriendo porque los beneficios sociales (como las cajas CLAP) son coaccionados de mecanismos políticos, no llegan con regularidad a las poblaciones vulnerables y está presente el tema de la corrupción.

Vimos una crisis letal de derechos humanos que se refiere a tener a un país completamente vulnerado en cuanto derechos económicos, sociales y culturales se refiere; además de eso hay hay que lidiar con sanciones económicas que pueden servirle como excusa a Maduro y a su gobierno y decir: ‘no vamos a hacer nada porque estamos sancionados y creo que eso es lo que está pasando’.

–¿Qué le pediría a Estados Unidos?

–No solamente le pediría a EEUU, desde Caleidoscopio Humano y los activistas que tenemos más de diez años trabajando el tema de los derechos humanos, y hemos visto el declive de la calidad de vida y la dignidad de las personas, nos llama la atención que siempre se busca echarle la culpa a uno y a otro y no asumimos desde nuestros espacios, desde nuestra responsabilidad, donde todos y cada uno de los actores involucrados en la crisis, somos culpables y hay que ponerle un alto.

No solo el Gobierno de Estados Unidos, es Maduro y toda la cúpula de poder, es la oposición representada en este momento por Juan Guaidó, y todos los actores políticos; es la ciudadanía, son todas las organizaciones que tienen el poder y la potestad de carácter internacional de ayudar a Venezuela en el medio de esta crisis y a los países vecinos que también están siendo impactados.

Solicitaríamos acciones más concretas en el sentido que vayan enfocadas a la solución a la crisis y a todo lo que estamos viviendo. Si bien es cierto, las sanciones pueden presionar de manera individual, pero están afectando a la gente y esto se va a profundizar, se va a profundizar, se va a profundizar: el tema de salud, el tema de alimentación, la calidad de vida que tenemos. Hemos venido presentando una serie de piezas que demuestran que esto está escalando a un esquema como es el tema de la trata de personas, la esclavitud moderna, el intercambio de comida por sexo, trabajo forzado, niños, niñas y adolescentes en situaciones de riesgo. Todas estas cosas tan horrorosas que estamos viviendo y que se están viendo con más frecuencia.

Creo que como actores ciudadanos y con el aspecto político tenemos que ponernos de acuerdo para buscar una solución en conjunto a la crisis, al sufrimiento y al dolor humano. En ese sentido, Estado Unidos podría ser garante de ofrecer mecanismos que pudiesen ayudar en medio de la crisis y tratar de que las soluciones radicales que tienen que ver con impactar a la mayor cantidad de personas podrían ser mejor pensadas.

Estamos convencidos que la solución debe ser pacífica, negociada, hablada y deben intervenir todos los actores para detener el sufrimiento de un pueblo.

Por Luna Perdomo y Roison Figuera. Alianza Tal Cual-Provea