Periodista y directora de libertades informativas del Instituto Prensa y Sociedad (IPYS)

¿A qué se dedica Ipys?

Ipys es una organización de derechos humanos en la que trabajamos por el acceso a la libertad a la información pública, la libertad de expresión y el periodismo de investigación. Nosotros hacemos un monitoreo de las condiciones del ejercicio del periodismo y también de las cómo las libertades informativas afectan a los ciudadanos. Trabajamos mediante unas categorías establecidas por unos estándares internacionales en materia de libertad de expresión. Algunos de los temas que trabajamos involucran la infociudadanía, la censura, el uso abusivo del poder del Estado en materia de telecomunicaciones y un patrón que para nosotros es muy difícil documentar que es la autocensura, que es esa decisión voluntaria que toman los periodistas por temor a represalias. Pero también hemos visto que representantes de diversos sectores la gente se inhibe por temor que esto le pueda traer algún riesgo.
Contamos con una red de corresponsales en 19 estados del país y lo que hacemos es documentar de manera directa los testimonios de los afectados y a partir de allí, generamos datos e informaciones para la ciudadanía. Nosotros enntendemos la libertad de expresión como la piedra angular de otros derechos, dado que éste permite que se exijan el resto de garantías.A medida que puedas hablar, denunciar, en esa medida puedes ejercer otros derechos como la manifestación pacífica, entre otros.

¿Cuál sería la posición de Ipys frente a los ataques de la prensa en el contexto de las manifestaciones?
Nosotros hemos registrado alrededor de 94 casos de vioolaciones de la libertad de expresión en contra de periodistas, twitteros que aunque no ejerzan el periodismo tienen un rol importante. Nos preocupan las limitaciones que tienen para acceder, limitaciones para cubrir las protestas en diversos estados del país y también han habido detenciones a equipos de prensa nacionales e internacionales, que tienen como objetivo imponer la censura. También nos preocupa que se han puesto algunas censuras a partir del cambio del ecosistema de medios que involucra el cierre de espacios comunicacionales por parte de Conatel y que sobre todo afecta medios locales o regionales, esto generó que estas presiones se trasladaran al papel y hubo un cambio donde los periodistas se trasladaron a los medios digitales. De alguna manera esos condicionamientos se han trasladado a la web y han habido medidas de bloqueo hacia televisoras digitales que habían transmitido las manifestaciones, también se registraron bloqueos a canales internacionales. Se ha promovido la desinformación como una política del Estado y esa desinformación deja indefenso, desprotegido y en una situación de incertidumbre debido a que no tiene una noción de lo que está pasando. Además ha generado una segunda consecuencia: la difusión de información falsa a través de redes móviles, el cual le hace juego a la estrategia en donde el silencio se quiere imponer. La gente debe pasar por un filtro, y hacerse varias preguntas acerca de la información y si realmente usted puede confirmar con varias fuentes si en tal caso es cierto.

¿En qué consistió Un Minuto de Silencio?

Ipys venezuela por tres años consecutivos ha hecho como una radiografía sobre lo que es el ejercicio del periodismo, sobre todo ahondando la censura y autocensura. Las conclusiones a las que llega este estudio cuantitativo es que el principal problema de los periodistas en el 2016 fue el acceso a la información pública, hay un conjunto de restricciones al solicitar respuestas, esto no sólo implica que el Estado se niega a ofrecer datos sino también al ciudadano el cual tiene desconfianza al formar parte de una investigación. No tenemos información sobre datos de inflación, estamos en una situación de incertidumbre y no podemos organizarnos, esto se traduce en una restricción en acceso a la información pública.
Luego los periodistan relatan que hay un lenguaje violento, en donde se ha visto afectada su labor periodística y el otro dato de preocupación como estas medidas de presión repercuten directamente en los periodistas. El terreno natural del periodismo es la calle, los profesionales del área tienen temor a ser perseguidos o agredidos. Es necesario reconstruir un poco las bases institucionales del país.

¿Existe censura en las redes sociales?

Sí a ver, las plataformas sociales aunque son el espacio con mayor amplitud a nivel a nivel de libertades. Sin embargo, si han habido censura con unos bloqueos selectivos hacia portales en este contexto de protesta se bloquearon 3 televisoras nacionales que además difundían informaciones de interés público, y una de estas 3 era Capitolio Tv la cual era el espacio oficial del Parlamento.
Esa censura d elos espacios tradicionales se ha trasladado a la web y también Ipys ha documentado desde 2015 a través de un monitoreo técnico que hay más de 42 portales bloqueados en Venezuela.

¿Qué es recomendable para afrontar esta situación de censura?

Hay que defender la libertad de expresión como esa piedra angular de la democracia, también es un mecanismo para exigir los demás derechos. Nos toca defender la pluralidad de voces y también defender esos espacios de autonomía y de libertad para vencer esa voz única del Estado que se ha querido imponer. Organizarse entre las comunidades, informando con detalle cuándo ocurrio, cómo ocurrió.

También es importante decirle a la gente que su vida está por delante de cualquier vídeo, cualquier fotografía, una fotografía no vale una vida, por eso siempre llamamos a cubrir desde el infoactivismo.


Prensa Provea