El economista Carlos Mendoza Potellá alerta sobre las consecuencias que tendrá la prohibición a la venta de diésel a Venezuela, al señalar que será la población la que sufra de manera directa la falta de este combustible, imprescindible para distribuir los alimentos y para poner en marcha la industria eléctrica 


La política de sanciones impuesta por el gobierno de Estados Unidos hacia funcionarios y empresas del Estado venezolano, sigue generando críticas por parte de analistas económicos, quienes advierten que la población es la principal víctima de este tipo de acciones y no la administración de Nicolás Maduro. En esta oportunidad el economista Carlos Mendoza Potellá alerta que la inminente prohibición a la venta de diésel a Venezuela empeorará la crisis humanitaria en el país.

«Trágicamente la importación de diésel es vital en este momento, porque es la sangre del aparato económico, que mueve la economía, que mueve a los sectores agrícolas y pecuario, a la industria y al comercio. Una crisis del diésel es la parálisis del país. La falta de gasolina impide la movilidad de las personas, pero la escasez del diésel afecta la movilidad de la carga útil que se usa para producir, para comer, para vivir; son los camiones y las gandolas los que mayormente usan este combustible», indicó.

En entrevista con TalCual señaló que una crítica escasez de combustibles es producto del estado precario de las refinerías venezolanas, pero considera que sumarle una medida como ésta para impedir que empresas en el exterior vendan el diésel a Petróleos de Venezuela (Pdvsa), «es ya una agresión contra las personas».

Recientemente, el representante especial de Estados Unidos para Venezuela e Irán, Elliott Abrams, afirmó que el gobierno norteamericano tomó la decisión de retirar una de las exenciones en su política sancionatoria contra Pdvsa, al prohibirle intercambio de crudo por diésel. Aunque aún el Departamento del Tesoro de EEUU no ha dado una orden expresa, varias compañías que negociaban con la empresa estatal, entre ellas, la española Repsol y la india Relliance ya han decidido detener estas operaciones por temor a ser sancionadas.

Tras conocerse esta información varias organizaciones sociales en Venezuela enviaron una carta al secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo y al secretario del Tesoro norteamericano, Steven Mnuchin, para solicitar una reconsideración de la medida, pues tendría consecuencias devastadoras para la población.

A juicio de Mendoza Potellá, esta medida es una decisión política que afecta mucho más a los ciudadanos que a los funcionarios públicos.

-¿Cuál sería la principal consecuencia de un desabastecimiento crítico del diésel en el país?

-Ya estamos viviendo esta tragedia. No es posible que estemos importando diésel, teniendo una capacidad de refinación para producir y cubrir la demanda interna y para exportar. Pero como consecuencia de la mala gestión y en los últimos años de las sanciones petroleras de Estados Unidos a Pdvsa, que es lo que está determinando ahora la importación del combustible, tendrá severas consecuencias. El diésel tiene la característica de ser el combustible del transporte de carga y sería un golpe muy duro (más de los que ya han recibido) para sectores muy sensibles para la economía.

-¿Considera que es una medida desproporcionada por parte de Estados Unidos?

-Ya eso es una acción agresiva contra las personas. De ninguna manera es justificable que a un país por razones políticas sancione a otro, se puede sancionar a un funcionario de manera individual, pero no a todo un país. La motivación es estrictamente política y la decisión es ´vamos a cortar esta venta, que es con fines humanitarios, porque le está dando oxigeno al gobierno venezolano y yo quiero salir de este gobierno´.

-Hasta ahora no ha habido una orden expresa del Departamento del Tesoro norteamericano, solo las declaraciones de Elliot Abrams, podría no darse la medida.

-Pero ya se hizo el anuncio, y detrás de este anuncio viene el golpe. No tiene nada de extraño que sea cierto, claro también los anuncios son una manera de asustar y acorralar. Dar un mensaje tanto al oficialismo como al Gobierno de que se van a tomar medidas mucho más drásticas. Reitero es una decisión política. La medida de cortar estas importaciones para un producto que es básico para la subsistencia de las personas y para el funcionamiento de la economía, es definitivamente una agresión política.

-Existen críticas sobre que parte de las importaciones de diésel de Pdvsa, se están desviando a Cuba, por lo que las sanciones también buscan evitar esta situación.

-Venezuela ha seguido exportando petróleo hacia Cuba, según certifican algunas empresas que monitorean los barcos, pero eso no garantiza que en esos cargamentos vaya diésel, no hay manera de certificar qué hay en esa carga.

Sin reactivación de las refinerías, habrá crisis

El experto petrolero, Carlos Mendoza Potellá, coincide en que la mala gestión y la falta de mantenimiento de las seis refinerías que hay en el país, es la causa de la escasez de combustible. Reiteró que la solución para abastecer el mercado interno es reparar las refinerías y no esperar por la importación o por la ayuda de Citgo Petroleum.

-¿A qué atribuye la grave escasez de los combustibles, por qué se llegó a esta crítica situación?

-Está sucediendo por la situación de nuestras refinerías, que están bastante deterioradas por múltiples razones, no solo por la sanciones sino por no haber hecho las paradas de mantenimiento, las reparaciones correctas o el mantenimiento preventivo que se se debe hacer permanentemente. Recuerde que cuando se refina el petróleo se producen varios combustibles simultáneamente en una torre de fraccionamiento del cual por un lado sale diésel, por el otro gasoil, kerosene y gasolina, la diferencia está en el tratamiento que se le hace a cada uno. El diésel es más fácil de producir pero está dentro de las limitantes de las refinerías, por lo que mientras éstas no se reactiven totalmente, siempre habrá crisis de combustible.

-¿Tiene una relación directa con el desplome de la producción petrolera?

-Así es. No tenemos petróleo para producir un flujo constante de crudo hacia el exterior, y es muy poco lo que queda para refinar. Tiene una base estructural de muchos años de descuido de las refinerías, mucho antes de las sanciones.

-¿Cree que las refinerías puedan estar 100% operativas en un futuro cercano?

-En algún momento podrán hacerlo, el problema es cuando se hace a las carreras y urgidos porque se necesita ya el combustible. Todos esos procesos deben hacerse con paciencia y calma. Se deben restituir las plantas, se deben hacer mantenimientos mayores como desmontar una torre, repararla y volverla a armar. Pero si arrancan las unidades urgidos porque necesitan la gasolina mañana, pues desde luego que habrá accidentes, porque no se restituye el nivel original de los metales y cuando son sometidos a presión, explotan. Reparar todas las operaciones toma meses para lograr un moderado camino de restitución de algo que se dejó de hacerle mantenimiento por décadas, porque el descuido ha sido de décadas.

-Varios analistas sostienen que aún hay suficiente inventario de diésel para cubrir la demanda interna hasta el primer trimestre de 2021. ¿Podrá Pdvsa continuar produciendo este combustible?

-Desconozco cuánto diésel habrá almacenado, pero si se está importando es porque no se tiene o por precaución se está guardando para varios meses.

-¿Cuál alternativa queda para evitar una crisis de grandes dimensiones por la falta de diésel?

-La única alternativa para resolver el problema temporalmente es el cese de las sanciones. Es decir, en el corto plazo, la solución pasa por un cese de las sanciones de Estados Unidos hacia Venezuela. La resolución permanente o a largo plazo tiene que venir con una reingeniería de todos los procesos operativos de la industria petrolera, tiene que venir una reevaluación de todo lo que se ha hecho mal, reconstituirse el mantenimiento de todas las unidades de las refinerías.

-Se habla de que Citgo Petroleum pudiera ayudar en este sentido, al enviar al país gasolina y otros combustibles.

-Por supuesto que sí. Es una empresa que puede traer productos al país y no puede. El consumo nuestro nunca vino de Citgo, fue solo una receptora de crudo venezolano para venderlo en el mercado norteamericano a través de sus diferentes refinados. La producción de Citgo nunca fue para Venezuela, el suministro del mercado interno estaba más que garantizado por una capacidad de refinación de 1 millón 300 mil barriles diarios, de los cuales, la gasolina y otros combustibles como el gasoil y el diésel eran casi la mitad. Pero insisto, lo que se debe hacer es reparar las refinerías, no pensar en que Citgo resolverá la emergencia.

Para finalizar, Mendoza Potellá mostró su acuerdo con que el sector privado pueda participar en el negocio petrolero, como una opción para recuperar a la industria. Sin embargo, espera que esos acuerdos sean dados a conocer a la opinión pública.

«Son procesos que pueden experimentarse, sobre todo en las condiciones actuales de declinación en la capacidad del Estado para financiar proyectos, debido a la disminución de los rendimientos de los excedentes del petróleo. Ya el petróleo no da renta, da beneficio. Venezuela dejó de ser un país petrolero, ahora es un país con petróleo. En lo que estoy en desacuerdo es que esos convenios con los privados sean escondidos, es prioritario que sean viables, con beneficio social y para la nación, y dados a conocer públicamente».

Para la Alianza Tal Cual – Provea