Ramsey, subdirector para Venezuela de la WOLA considera que EEUU no necesitaría invocar un artículo constitucional para invadir el país

José Luis Carrillo


A pesar de que el presidente de EEUU, Donald Trump, advirtió en enero del presente año que “todas las opciones” estaban sobre la mesa en el caso Venezuela, la idea de la intervención militar ha sido dejada a un lado porque en la Casa Blanca se dieron cuenta de que una acción de ese tipo “sería un desastre” y no cuenta con apoyo ni en la región latinoamericana ni a nivel mundial. Así lo cree Geoff Ramsey, subdirector para Venezuela de la Oficina de Washington para América Latina (WOLA), quien resaltó que la potencia norteamericana no esperaría incluso por un “permiso” para atacar un país si decide hacerlo.

“Hay muchos que piensan que Trump está evaluando una estrategia militar en Venezuela y no es cierto, lo que sabemos es que es un comerciante y ha dicho muchas cosas del negocio, hay más interés por parte de Trump en lograr algún tipo de pacto político o un negociado”, señaló Ramsey, quien recordó los encuentros que ha tenido el mandatario estadounidense con el líder de Corea del Norte Kim Jong-un, o el presidente de Rusia, Vladimir Putin.

EEUU insiste en sanciones contra los funcionarios de Nicolás Maduro, ustedes se han opuesto a ellas

-Nos hemos opuesto a las sanciones económicas en dos ocasiones, la primera ronda ocurrió en agosto de 2017 y la segunda fue a las sanciones petroleras de hace unos meses. Lo que nos preocupa sobre esas sanciones es el hecho de que van a tener un impacto en la población en general. Sabemos que el sector petrolero significa un 70% de los ingresos de efectivo en el país y ese efectivo es lo que ha sido utilizado por el sector público y privado para pagar por las importaciones de todo, sin duda esas sanciones van a tener un impacto en la población.

“Además, si bien las sanciones van a agravar la situación económica, no sabemos si van a producir algún tipo de quiebre dentro del gobierno de Venezuela. Hasta ahora no lo han hecho y sabemos que en el caso de Cuba y Corea del Norte, no produjeron ningún tipo de cambio de régimen. Lo interesante de esto es que a pesar de la retórica de que todas las opciones están sobre la mesa y la retórica de confrontación con Maduro, la administración de Trump lo más que ha intentado es trabajar en coordinación de manera multilateral con otros países de América Latina y la Unión Europea; esto es importante porque limita la habilidad de Maduro de decir que esto se trata del imperialismo o una acción unilateral y creo que es un factor muy importante en la dinámica internacional. Hay un consenso muy amplio en la región acerca de que la situación en Venezuela no está bien», continuó.

¿EEUU tiene algún otro mecanismo para presionar al gobierno de Maduro o solo puede actuar por la vía de las sanciones?

– Seguramente los que trabajan en sectores de inteligencia en la Casa Blanca han pensado en la posibilidad de una opción militar pero parece haber sido descartada por varias razones. Creo que la primera razón de que ha sido rechazada es porque ellos mismos saben que sería un desastre logístico y un baño de sangre.

Impopular

Ramsey explicó que la gran cantidad de milicianos y otros grupos civiles armados que respaldan a Nicolás Maduro, es uno de los factores que ha disuadido a EEUU de atacar militarmente a Venezuela: «Hay entre 100.000 y 500.000 milicianos en el país muy poco entrenados, y mucha gente se ha burlado de videos de ancianos entrenando, pero no todos son así. Si el 10% de esos 500.000 milicianos deciden enfrentar una intervención militar extranjera sería una fuerza armada casi del doble del tamaño de las FARC en su época dorada».

Recordó que si bien Venezuela no es Vietnam, no se puede descartar que existe ese conjunto de actores armados en el país y por eso una intervención militar extranjera sería un desastre.

«EEUU ha descartado una intervención también por razones políticas, saben que sería impopular en la región porque hasta ahora el Grupo de Lima se ha mantenido firme en apoyar una salida pacífica. Y también sería impopular dentro de EEUU, no hay mucho apoyo doméstico para eso para intervenciones militares en otros países luego de las experiencias de Irán y Afganistán y mucho menos en temporada de campaña electoral. Me gustaría resaltar el hecho de que ninguna de estas razones tiene que ver con “pedir permiso”, es una fantasía pensar que solamente hace falta que Juan Guaidó invoque el artículo 187 numeral 11 para dar luz verde a una intervención militar. EEUU no va a pedir permiso. Es una fantasía pensar que EEUU no ha invadido es porque Guaidó no ha activado un artículo de la Constitución», abundó.

¿No le convendría a Trump presentarse en la campaña como el hombre fuerte que defiende al capitalismo frente al socialismo?

– Es un riesgo. Mientras entramos a la campaña electoral en EEUU, el tema de Venezuela se trata menos y menos de la situación en el territorio venezolano y más y más de los sistemas políticos en EEUU. Trump dio un mitin en Miami explicando la situación como una guerra entre EEUU y socialismo, lo hace porque el ala progresista del partido demócrata está muy activa y muchas de esas figuras han sido un poco vagos en sus posiciones con respecto a Venezuela y por eso le conviene a Trump utilizar el tema Venezuela para castigar al partido demócrata. Eso se trata de retórica, posiciones electorales, pero yo no veo una posibilidad real de una intervención militar por parte de EEUU a Venezuela. Lo que sabemos de Trump es que a él le gusta reunirse con gobiernos autoritarios y hace un año en la asamblea general de la ONU dijo que estaría disponible para reunirse con Maduro.

– En cuanto a los proyectos de ley que discute la Cámara de Representantes, que posibilidades tienen de ejercer presión sobre Nicolás Maduro?

– Ha habido cuatro proyectos de ley, tres por parte del partido demócrata en Florida, no es casualidad, responde al hecho de que el partido Demócrata se siente vulnerable con respecto al tema de Venezuela. Se trata de un embargo de armas, que se prohíba la importación de armas; el segundo es para evaluar la influencia rusa y el tercero el de la ayuda humanitaria, que ha tenido más impacto que los otros, dice que la de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional USAID debería crear una estrategia para proveer ayuda humanitaria trabajando con organismos multilaterales, es un claro rechazo de la estrategia de EEUU de antes del 23 de febrero. Por eso la Casa Blanca ha mostrado interés en trabajar con la Cruz Roja para proveer ayuda humanitaria, así que fue fundamental para presionar a EEUU. El otro proyecto es el HR 1007 que fue presentado por parte de representantes, básicamente resalta lo que dice la Constitución, prohíbe el uso de la fuerza de EEUU sin autorización del Congreso.

¿La influencia rusa qué consecuencias podría traer para Venezuela?

– Tiene más que ver con factores domésticos dentro de EUU que con la situación de Venezuela. Hay muchos en EEUU que han hablado de un posible vínculo entre la administración de Trump y los rusos, creo que tiene que ver con eso, demostrar que Trump, si bien está utilizando una retórica dura, juega con los rusos.

¿Considera que si la opción militar parece descartada Nicolás Maduro se ha consolidado en el poder?

– Sí y no. Me parece muy difícil la situación de Venezuela hoy. Es una crisis política humanitaria sumamente profunda y sabemos que está produciendo mucho rechazo en todo el país, en los sectores populares. La verdad tengo la esperanza de que las presiones llevarán a algún tipo de acuerdo, un pacto político que podría terminar en elecciones libres y creíbles para el país. Hay que destacar el papel del grupo internacional de contacto, que se reunió en Quito, no es casualidad que el gobierno de Chile participó.


Alianza Provea | Tal Cual