
El pasado lunes 24 de noviembre, durante el programa televisivo “Maduro+” por los canales oficiales del Estado venezolano, Raúl Cubas, exdetenido desaparecido en la Escuela de Mecánica de la Armada Argentina (ESMA) durante la dictadura militar en ese país, fundador de Provea y defensor de derechos humanos con una amplia trayectoria, fue acusado nuevamente y sin fundamento por Nicolás Maduro de haber sido un delator y responsable de su supuesta detención en un hecho no probado que habría ocurrido en un evento realizado en Caracas en los años noventa.
Es, al menos, la segunda vez que Maduro acusa sin pruebas al cofundador y actual miembro de nuestra Asamblea, Raúl Cubas, de “haberlo entregado a la DISIP”, antigua policía política venezolana rebautizada como SEBIN.
“Ya a nosotros nos habían dicho que él en Argentina había sido un delator y que trabajó para los cuerpos de seguridad argentinos que torturaban gente”, dijo Maduro.

Raúl Cubas es un defensor de derechos humanos argentino, sobreviviente de la dictadura militar (1976-1983). Fue detenido desaparecido en la ESMA, donde sufrió torturas y perdió a dos hermanos y a un cuñado. Tras su liberación, se exilió en Venezuela en 1979. En 1988 cofundó Provea junto a Ligia Bolívar y Dinorah Contramaestre, motivado por su experiencia como víctima y por su compromiso con acompañar a personas afectadas por graves violaciones de derechos humanos, una organización con énfasis en los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales, sin dejar a un lado el conjunto de derechos humanos.
Raúl ha mantenido un trabajo constante en la denuncia de abusos y en la defensa de las víctimas
Estas acusaciones públicas, carentes de evidencia, aumentan el riesgo para la vida e integridad de Raúl Cubas al exponerlo como supuesto “enemigo interno” en un contexto de militarización y hostigamiento contra personas defensoras de derechos humanos en el país.
Diversos mecanismos internacionales, incluida la Misión Internacional Independiente de Determinación de los Hechos y la Relatora Especial de la ONU sobre la situación de personas defensoras, han alertado sobre patrones de estigmatización y discursos que buscan desacreditar el trabajo de la sociedad civil en Venezuela.
Raúl Cubas, al igual que todo el equipo de Provea, es beneficiario de medidas cautelares otorgadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) desde 2015, ratificadas en 2019 y ampliadas en 2024. Estas medidas fueron concedidas tras determinarse un riesgo grave y urgente, y su vigencia implica que el Estado debe adoptar acciones concretas para proteger la vida e integridad de los beneficiarios, tal como ha sido reconocido por los órganos del Sistema Interamericano.
Llamado urgente ante peligro inminente
Este jueves, el equipo legal de Provea denunció ante la CIDH y las Relatorías Especiales de Naciones Unidas este nuevo ataque, que ocurre en un contexto de escalada represiva con decenas de detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas, hostigamiento y amenazas contra la libre expresión y el derecho de asociación y reunión pacífica.
Preocupa que estas acusaciones sin fundamento se produzcan en un ambiente de militarización, de tensiones crecientes entre Estados Unidos y Venezuela, y en medio de la aprobación de normativas como la “Ley Orgánica Libertador Simón Bolívar contra el Bloqueo Imperialista y en Defensa de la República Bolivariana de Venezuela”, que establece penas graves por supuestos actos de traición a la patria.
Sobre los estándares de protección de Naciones Unidas, recordamos que la Declaración de la ONU sobre Personas Defensoras de Derechos Humanos (1998) contiene 12 artículos que establecen principios ampliamente reconocidos sobre el deber de los Estados de asegurar condiciones para el ejercicio libre y seguro de la defensa de derechos humanos. Entre sus elementos centrales se encuentran los derechos a promover y procurar la protección de los derechos humanos, denunciar abusos, acceder a organismos internacionales, recibir apoyo del marco legal nacional y solicitar, recibir y utilizar recursos para su labor.
“No hay que perder la dignidad, hay que luchar por los derechos”, repite Raúl Cubas ante las adversidades de ser un defensor de derechos humanos víctima de estigmatización desde las más altas esferas del poder en Venezuela.
Su afirmación guía el trabajo de Provea, organización que cada día reafirma su compromiso con las víctimas y con la dignidad humana. Continuaremos informando a los mecanismos internacionales de protección y daremos seguimiento hasta que cesen los ataques y se garanticen las condiciones de seguridad para Raúl Cubas y para todo el equipo de la organización.








