En una nueva emisión de nuestro programa Son Derechos, conversamos con el economista Manuel Sutherland, director del Centro de Formación Obrera (CIFO), sobre la crisis económica que vive el país, y las perspectivas de superación en el mediano y largo plaza.
“Acá lo que vemos es una banalización de la crisis, pero la verdad es que no se hablan de los problemas, de las dificultades y de los conflictos internos por los que atravesamos y que nos afectan a todos por igual. El hecho de que veamos nuevos modelos de autos en las calles, tiendas de ropas o restaurantes “nuevos”, no quiere decir que estamos bien o que Venezuela se arregló, al contrario, seguimos sumergidos en lo más profundo de la lucha contra la crisis y eso se ve reflejado en el poder adquisitivo de las personas sobre todo la clase obrera que tiene el peor sueldo en la historia de nuestro país”, apuntó.
Sutherland, destacó que en Venezuela existe una distorsión cambiaria debido a la sobre evaluación del tipo de cambio que es muy fuerte y que hacen que los precios en dólares empiecen a subir y se pierda todo el control.
“Es importante recordar que el 95% de nuestra población vive de su salario y que es uno de los más bajos del planeta junto a dos países africanos. Acá hace falta implementar lo que se llama la demanda solvente, esa que tendría capacidad de comprar los bienes que se ofertan, de lo contrario, la producción se retrasa y no hay estimulo para actualizarse tecnológicamente. Concretamente estaríamos hablando de cinco puntos importantes: primero, producir más, segundo aumentar la productividad incluso por hora, tercero, estimular el desarrollo tecnológico con adquisición de maquinas, cuarto, destruir el encaje legal y las dificultades de crédito y quinto, Venezuela pudiera vender petróleo a futuro por estar sentada sobre una mina de oro”, explicó.
Finalmente, Sutherland apuntó que la hiperinflación es concebida como una violación a los derecho económicos, sociales y culturales de toda la población. Señaló que Venezuela tiene 14 mil millones de dolares congelados en el extranjero y que la idea sería recuperarlos pero no que caigan en manos de la administración pública.
Prensa Provea