Los países de la OEA no pudieron llegar a un consenso sobre situación de Venezuela en la 29° Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores de la OEA, realizada en Washington, convocada en el marco de la carta de la Organización mediante resolución del Consejo Permanente. Este foro fue presidido por Guatemala, fungiendo de Vicepresidente la República Dominicana.
Luego de alrededor de tres horas de debate, en el que 24 países expusieron su posición, no se pudo llegar a ningún consenso en relación con la crisis Venezolana, específicamente con dos proyectos de declaración presentados, por un lado, por las misiones permanentes de Perú, Canadá, Estados Unidos, México y Panamá, y, por otro, por los países de la Comunidad del Caribe (Caricom).
En este sentido, los países deben acordar una reunió antes de que se realice la Asamblea General de la organización, que tendrá lugar entre el 19 y el 21 de junio en Cancún (México).
Es importante señalar que todos los países reconocieron que Venezuela atravesaba una crisis importante en el ámbito político, social y económico. En este sentido, la mayoría coincidió en que situaciones como la violencia, la represión, los presos políticos, la negativa a aceptar la ayuda humanitaria, la suspensión de elecciones, la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente, lejos de contribuir con una salida pacífica han acentuado la crisis.
Aliados de Venezuela
De los países que tuvieron derecho de palabra, tanto Nicaragua como Bolivia, Ecuador y Antigua Barbuda, expresaron su rechazo frente a la Reunión de Consulta sin el consentimiento de Venezuela.
Nicaragua la consideró como «ilícita y inamistosa», y consideró que estaba destinada a intervenir en los asuntos internos de Venezuela. Condenó lo que considera un linchamiento político internacional, consideró que la OEA no puede seguir siendo usada para usándose para «afectar soberanía, autodeterminación y derechos de un país». Exhortó a sus pares a ajustarse a los principios del derecho internacional y la Carta de la Organizacion, aseguró que son los venezolanos quienes deben buscar la solución a la crisis y reafirmó su solidaridad con Venezuela y su gobierno.
Por su parte, Bolivia rechazó las actuaciones de la OEA, reivindicó el diálogo como solución a la crisis, y además condenó las acciones del Secretario General Luis Almagro, señalando que ha alejado a la Organización de sus principios, y que ha actuado como un político a favor de posturas hegemónicas.
Ecuador lamentó que la reunión se haya pautado «violando los procedimientos establecidos, sin el consentimiento de los 34 Estados ni del Estado de Venezuela».
Antigua Barbuda expresó su desacuerdo con la reunión pero aceptó y respetó «la voluntad de la mayoría», a la par que apoyaba el diálogo como vía de salida pacífica del conflicto venezolano.
No estamos de acuerdo con esta reunión, sin embargo aceptaos y respetamos la voluntad d ella mayoría que quiso celebrar esta reunión. Borrador de declaración que se encuentra a consideración de la reunión .»La solución será sostenible si el propio pueblo venezolano la encuentra», e instó a los demás países a contribuir con esta opción.
Inclinación por el diálogo
Pese a que es sabido el fracaso del diálogo, y a pesar de que algunos países manifestaron su decepción al respecto, todos apuntaron a este y a la negociación entre el gobierno y la oposición como la vía más idónea para superar la crisis venezolana.
¿Qué dijeron?
México reconoció la grave situación política, económica y social por la que atraviesa Venezuela. Habló del hambre, la desnutrición, el desabastecimiento y la desatención medica; la pobreza, el desempleo y la descomposición política y social. Consideró que la construcción de una solución negociada a la crisis debe venir de los propios venezolanos pero que la comunidad internacional, hemisférica, tiene la responsabilidad de actuar para que las partes restablezcan la confianza y así poder desarrollar un nuevo proceso de negociación y acuerdo político. Condenó la falta de garantías para ejercer el derecho a la manifestación, las detenciones arbitraria y el procesamiento de civiles por tribunales militares. Expuso asimismo que la posposición de elecciones, el desconocimiento de la Asamblea Nacional, las restricciones arbitrarias en contra de importantes actores político: encarcelamiento, inhabilitación, y la ANC profundizan el clima de desconfianza y la crisis.
Afirmó que «el principio de no intervención no puede ser usado para esconder alteraciones del orden democrático ni para eludir responsabilidades en materia de DDHH ni estado de derecho», y con respecto a la denuncia que hiciera Venezuela de la Carta, dijo que «salir de la OEA es darle la espalda a los principios que han construido a lo largo de 70 años. Ni la negación de los problemas ni el aislamiento o autoexclusión de la OEA ayudarán a Venezuela a superar la crisis».
Argentina: “La democracia no se agota en los procesos electorales sino que supone esencialmente la continua legitimidad en el ejerció del poder dentro del marco del estado de derecho. La supremacía de los valores democráticos está consagrada en todos los acuerdos regionales e internacionales que los países de esta región hemos suscrito, por tanto, su defensa no implica bajo ningún pretexto injerencia en los asuntos internos. Esos principios son universales y obligatorios para todos nosotros, incluidos para el Estado de Venezuela”, explicó la canciller y reclamó a sus pares la ausencia de pronunciamientos sobre la salida de Venezuela de la OEA, y asimismo espera que el país revise su decisión.
Consideró igualmente que la solución de la crisis está en manos de los propios Venezolanos. Pidió el fin de la violencia y la hostilidad, que «el gobierno convenga el cumplimiento de los compromisos asumidos en el proceso de diálogo», expresó la necesidad de una nueva etapa que implique la liberación de los presos políticos, el respeto a las normas constitucionales, la separación de poderes, la elaboración de un calendario electoral con presencia de observadores internacionales independientes. «La solución no está en las calles pero necesita de decisiones ya».
Instó a que se garantice el respeto a los Derechos Humanos, el estado de derecho; pidió la cancelación de la convocatoria ANC en la forma que ha sido concebida, la restitución plena de las potestades de la Asamblea Nacional y sus integrantes, el cese de detenciones arbitrarias, el enjuiciamiento de civiles por tribunales militares, etc. También solicitó «que el gobierno posibilite la ayuda para paliar la crisis». Aseguró que Argentina participará en toda iniciativa de mediación entre gobierno y oposición.
Bahamas consideró que la solución debe buscarse internamente con un proceso de diálogo y solución pacífica.
Panamá expresó su conmoción por la evolución de la situación de Venezuela, así como su decepción con el diálogo. Habló de los fallecidos, heridos, procesamiento de civiles por tribunales militares, y la crisis humanitaria que afecta a Venezuela. También expuso su preocupación por la situación de desabastecimiento de alimentos y medicamentos. «La OEA sigue siendo foro de diálogo y concertación política», y en ese sentido lamentó las diligencias de Venezuela para salirse de la Organización. Deploró la ANC en «términos que no resultan incluyentes y conforme a su Constitución».
Como los demás países, Aregentina apuesta a una salida negociada como «la única opción que surja a lo interno pero que cuente con el acompañamiento de la región». Para restablecer la confianza este país propuso que deben resolverse temas como: liberación de detenidos, respeto a la libertad de expresión, apertura de canal humanitario, respeto a las facultades de los órganos democráticamente elegidos. «OEA debe procurar contribuir a estos acuerdos».
Colombia: caracterizó de compleja la situación por la que atraviesa Venezuela, su crisis estructural, y la polarización. Para Colombia la solución es un gran consenso nacional «… que permita la convivencia pacifica, el libre desarrollo de las instituciones en el marco del estado de derecho, el respeto a DDHH,y el respeto alternancia electoral».
Calificó de negativa la ANC para el país. «Debe obedecer a consulta popular como dice su Constitución». Además de ello consideró que era necesario que la AN recobre sus funciones y responsabilidades, que se realicen las elecciones regionales que constaten la verdadera separación de poderes. Exhortó al gobierno a evitar la represión contra la población que manifiesta, a preservar la vida de los manifestantes, a liberar a los presos políticos, y a no armar a la población civil.
Por último manifestó la disposición de colaborar con canal humanitario.
Guatemala habló de su preocupación ante la crisis de Venezuela. «Mi país no puede callar violaciones a DDHH». Se solidarizó con los venezolanos y apostó al diálogo como vía para la resolución de conflictos. De igual manera exhortó al gobierno y a la oposición a retomar el diálogo y a abstenerse de recurrir a la violencia. Pidió apego a las normas constitucionales, la separación de poderes, el respeto al libre pensamiento. Instó a la Secretaría de la OEA a enfocar sus esfuerzo en el diálogo.
Canadá comunicó su preocupación por el deterioro de la situación humanitaria en Venezuela. Habló de la importancia de la Carta de la OEA, y en ese sentido espera que Venezuela siga en la Organización. Canadá también apoyó el diálogo. «El avance es imposible sin esfuerzo de diálogo». Pidió que cese la inhabilitación de los presos políticos, y que se establezca un calendario electoral para restablecer orden constitucional,
Paraguay recordó los muertos, heridos, presos políticos, crisis de salud y alimento, la «descomunal represión a manifestantes». Aseguró que «no se puede calificar de intervención cuando se trata de defender valores y principios universales… La comunidad internacional tiene responsabilidades que devienen de principios democráticos que todos suscribimos y debemos respetar. La grave alteración del orden democrático institucional contraviene los presupuestos indispensables de la democracia representativa: el respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales, el acceso al poder y su ejercicio con sujeción al estado de derecho, la celebración de elecciones libres, justas y basadas en el sufragio universal y secreto como expresión de la soberanía del pueblo, la pluralidad de partidos y organizaciones políticas».
Consideró importante la liberación de presos políticos, el respeto a las competencias constitucionales y calendario electoral con presencia de observadores internacionales independientes; retomar el proceso de diálogo como forma de recuperar el orden democrático y la paz social.
Chile: lamenta el fracaso del diálogo, muertes, personas heridas y detenidas. Son los propios venezolanos quienes deben determinar su futuro, pero en paz, sin violencia, sin represión, a través de la política y la expresión de la soberanía popular. Urgencia del programa electoral, muchas veces postergados, regionales; restitución de la AN y sus facultades; llamado urgente a liberar presos políticos y respeto a derechos civiles y político. Preocupación por estado de excepción y ANC. «La comunidad internacional debe estar dispuesta a acompañar este proceso».
Brasil: Este país consideró que la solución está en manos de los venezolanos pero que la comunidad internacional, adhiriéndose «de manera irrestricta» al principio de no intervención, debe actuar. «La Inacción e indiferencia no son opciones para nosotros». Le pareció impiortante el establecimiento de un calendario electoral. Calificó de «despiadada» la represión, exhortó a sus pares a mantener en pie la reunión de cancilleres para seguir reflexionando sobre situación Venezuela, como facilitadores del diálogo.
Comunicó su preocupación por la ANC convocada por el Presidente «en contra de sus propia Constitución, que podría llevar a Venezuela a un caos mayor», y en ese sentido instó al gobierno venezolano a suspender el proceso constituyente y darle apertura al diálogo.
También estuvo de acuerdo con que la democracia venezolana tienen un «déficit de democracia», expuso la dimensión humanitaria en la crisis: desabastecimiento, falta de alimentos, de medicamentos. Solicitó al gobierno de Venezuela abrir los espacios para que el país pueda recibir la colaboración internacional.
República Dominicana: Para este país también es importante el diálogo, y una » negociación de amplio espectro». Mostró preocupación por la crisis y el proceso que inició Venezuela para salirse de la OEA.
EEUU condenó la justicia militar a civiles, la violación de manifestaciones, la inhabilitación de la AN, la ruptura del orden constitucional y político. «Las acciones de retiro de la OEA no ayudarán». Instó al gobierno venezolano a cumplir con los compromisos asumidos en el dialogo, a promover elecciones libres, respeto a la independencia AN, liberación presos políticos y a satisfacer las necesidades humanitarias del pueblo.
El Salvador: habló del diálogo y la negociación renovada. «No existen diferencias irreconciliables cuando se tiene la disposición de trabajar juntos por la paz». Calificó de importante la cooperación internacional siempre que sea solicitada por los Estados. «La solución le corresponde a los venezolanos, y nuestra solidaridad debe enfocarse en ello».
Uruguay: «Asumimos con gran compromiso la convocatoria de esta reunión. Ante el deterioro de la situación política económica y social que atraviesa Venezuela, esta reunión brinda la oportunidad de abordar la situación del país y poder coadyuvar a la búsqueda de soluciones respetando el derecho soberano de los venezolanos a decidir su propio destino… Hemos visto con preocupación la escalada de conflicto con grado de violencia y radicalización. Lo que pasa en Venezuela es un drama». Habló de la importancia del «irrestricto apego al principio de no intervención». Instó a diálogo, labúsqueda de consenso, velar por la protección de los DDHH, así con el cumplimiento de los compromisos. «Aspiramos a la continuidad de Venezuela en el sistema interamericano».
Jamaica mostró preocupación por el deterioro de la situación en Venezuela: violencia, perdida de vida, penurias, posiciones radicales del gobierno y de la oposición. Apoyó el diálogo, lamentó que Venezuela haya decidido retirar su membresía de la OEA.
Perú manifestó su preocupación por el progresivo deterioro de la institucionalidad democrática, «graficada en la convocatoria a una ANC»; así como por la polarización, las manifestaciones de violencia, la crisis humanitaria. Como otros países, apoya el diálogo y exhortó a establecer un grupo de contacto para abrir los canales de entendimiento con el gobierno venezolano, y en ese sentido trabajar por un calendario electoral, independencia de poderes, liberación de detenidos políticos y la atención a la crisis humanitaria.
Costa Rica recordó las muertes, los heridos, lasdetenciones arbitrarias, el procesamiento de civiles en tribunales militares, la crisis humanitaria y el colapso económico. «La crisis de Venezuela es la crisis del hemisferio y tiene rostro humano, a todos nos incumbe. No podemos ser indiferentes ni complacientes». Aseguró que es necesario el respeto a todas las partes «aún a aquellas que cuestionen los valores de la OEA»
«La situación de Venezuela no se resolverá denunciando la Carta o violando su Constitución, ni quitando facultades a la asamblea, ni acallando a la voces criticas, ni censurando, ni evitando elecciones,ni evitando el ingreso de relatores… ni militarizando, ni otorgando armas de fuego a civiles, ni cometiendo arrestos arbitrarios o sentenciando personas, ni inhabilitando políticos opositores ni acusando de intervencionistas a la preocupación a los Estados sobre hechos de los que hemos sido testigo».
Hizo un llamado a la paz, a la concreción de un acuerdo nacional incluyente viable y negociado.
Ecuador lamentó que la reunión se haya pautado «violando los procedimientos establecidos, sin el consentimiento de los 34 Estados ni el Estado de Venezuela». Y en ese sentido criticó las acciones de la OEA. «La única solución posible para los problemas políticos como lo que pasa en Venezuela es una solución política basada en el diálogo».
Consideró que se debe apoyar el camino trazado por comisión promovida por Unasur.
«El expresidente Zapatero presentó avances, numeró elementos para una mínima agenda para reforzar diálogo»: abordar los conflictos y controversias entre instituciones, la reconciliación,la pacificación del país, la solidaridad y cooperación para luchar contra el serio problema económico del país y contra el desabastecimiento, y desarme de la población. En este sentido instó a retomar estas iniciativas.» Lamentamos rechazo al diálogo por parte de la oposición, así como la violencia que ha causado daños y pérdidas humanas».
«… No podemos ser cajas de resonancia para agravar la situación. Debemos facilitar, no ser árbitros ni mediadores».
Santa Lucía expresó la preocupación por problemas socioeconómicos y disturbios, violencia, protestas, muertes. «Deploramos todos los actos que hayan mantenido un entorno de ese tipo… Una sola muerte es demasiada”, se inclinó por soluciones incluyentes y no violentas que permitan respeto a la Constitución y el acceso a los derechos. «Creemos que para lograr la paz y la normalidad se necesita solución encabezada por Venezuela… Redoblen esfuerzos para dialogo»
Honduras habló de la grave situación que se vive en Venezuela, «las condiciones de vida han venido sufriendo un proceso de degradación continua por la falta de acuerdo básico de gobernabilidad democrática». Aseguró que el gobierno venezolano ha intentado imponer su punto de vista «con instrumentos que han erosionado la institucionalidad del estado de derecho… Es necesario que la OEA exprese al gobierno de Venezuela la necesidad de que realice elecciones a la mayor brevedad posible acompañada de esta organización para observar el proceso, así como coordinar esfuerzos de ayuda humanitaria».
Saint Kitts and Nevis también se preocupo por la situación de Venezuela. Citó unos de los artículos de la Carta y dijo que la OEA no está autorizada para intervenir en los Estados. «Cada Estado tiene derecho a elegir sin injerencia externa su sistema político». Asimismo pidió el cese de la violencia y la hostilidad de todas las partes y exhortó a que retomen el proceso de diálogo.
Antigua y Barbuda: «No estamos de acuerdo con esta reunión, sin embargo aceptaos y respetamos la voluntad de la mayoría que quiso celebrarla… No hay intención de intervenir, sino para expresar disposición de ayudar a resolver el impasse político en ese país que ha exacerbado las dificultades económicas… La solución será sostenible si el propio pueblo venezolano la encuentra, y nosotros apoyaremos ese proceso». Aprovechó para retirar su proyecto de declaración y apoyar el proyecto de declaración propuesto por todos los países miembros de la Comunidad del Caribe (Caricom)
Trinidad y Tobago apoyó declaración de Bahamas y manifestó su preocupación por la situación de Venezuela. Exhortó a la OEA a «diseñar un diálogo incluyente y abierto», debido a la ausencia de Venezuela en la reunión. Asimismo pidió respeto por la soberanía de los Estados, la no intervención basado en el respeto por los principios de derecho internacional y la Carta democrática.
San Vicente y Las Granadinas: pidió respeto por los principios de soberanía y no intervención. «Observamos con preocupación la situación Venezolana». Instó a sus pares a que acaten las declaraciones de Venezuela en cuanto a que «la solución no necesariamente yace en este organismo». Lamentó la denuncia de Venezuela a la Carta de la OEA y pidió diplomacia, apertura, respeto por la soberanía y un enfoque orientado a la solución de las situaciones que enfrenta Venezuela.
Prensa Provea