El impacto negativo que el Arco Minero del Orinoco está generando en la vida y costumbres de los pueblos indígenas de Venezuela, y la reactivación del proceso de demarcación de tierras deberían ser una prioridad en los debates que se estarán desarrollando en el “Congreso Nacional de la Nueva Época del Movimiento Indígena Unido de Venezuela”, anunciado el pasado 12 de octubre por Nicolás Maduro.

Así lo manifestó Lisa Henrito, capitana de Maurak, una comunidad localizada en el municipio Gran Sabana del estado Bolívar, y territorio ancestral del Pueblo Indígena Pemón, en el sureste de Venezuela. 

“Hay aspectos obligatorios que deben ser abordados en ese congreso. Uno de ellos, la demarcación de tierras de los pueblos indígenas. Este proceso tiene años y en este punto ya no se trata de avanzar en el proceso para demarcar las tierras, porque ya todas las tierras de todos los pueblos indígenas están demarcadas, ya se ha cumplido con todos los requisitos que exigen la parte técnica y comunitaria para acceder a los títulos. Ahora le toca al Ejecutivo. Lo único que falta es la firma del Ejecutivo donde decreta su ejecución” detalló.

En el anuncio hecho durante un acto en el palacio presidencial de Miraflores, el pasado 12 de octubre, Maduro aseguró que en ese congreso se va a “decidir un plan de trabajo conjunto” para la “descolonización” de la región, la entrega de títulos de tierra y el desarrollo de otras áreas.

No obstante, el proceso de demarcación de tierras indígenas está paralizado desde 2016 y registra una demora de 20 años, según lo establecido en la disposición transitoria décimo segunda de la Constitución, en la cual se estipuló que la demarcación del hábitat indígena se realizaría dentro del lapso de dos años a partir de la entrada en vigencia de la Constitución.

La tierra es un sistema interconectado

Para Henrito, un segundo punto y no menos importante en la agenda de un evento que pretende reunir indígenas de toda Venezuela, es la discusión que debe darse sobre el impacto ambiental y sociocultural que la implementación del mega proyecto “Arco Minero del Orinoco” ha ejercido sobre los pueblos indígenas.

«En su discurso, Maduro hizo un llamado a la reconciliación, a retomar el dialogo con los pueblos indígenas para saber qué es lo que está pasando, conocer cuáles son nuestras inquietudes como Pueblos indígenas. Pues un aspecto fundamental que afecta a la gran mayoría de los pueblos indígenas en Venezuela es el Arco Minero”, afirmó la capitana.

“Muchos pueden decir que la Gran Sabana no está dentro del AMO, igualmente nos afecta porque estamos en la ruta de todo lo que alimenta esa actividad. Además, dentro de nuestro territorio hay un bloque especial del AMO. No podemos desvincular una cosa de la otra, el territorio es todo un sistema, está conectado, y el impacto es muy amplio”.

La Zona de Desarrollo Estratégico Nacional Arco Minero del Orinoco (AMO), es un proyecto inconstitucional e inconsulto promovido por el gobierno venezolano desde hace cinco años en el estado Bolívar, y que abarca el 12,2% del territorio nacional, unos 111.843,70 km².

En Bolívar, habitan veinte pueblos indígenas con ocupación tradicional de sus territorios en la entidad. El AMO afecta a 14 de ellos: Akawayo, Arawak, Eñepa, Jivi, Kariña, Kurripako, Mapoyo, Pemón, Piapoko, Piaroa, Sáliva, Sanema, Warao y Ye´kwana. A estos pueblos, solamente le han sido demarcadas y tituladas cinco “tierras” indígenas, y todas se ubican dentro del AMO.

Si bien el AMO tiene una extensión territorial delimitada, su impacto, como explica Henrito, se extiende a toda la zona sur del país, concretamente a los estados Bolívar y Amazonas, donde, tras la entrada en vigencia del proyecto extractivista, la minería ilegal se ha extendido bajo el control de gobernanzas criminales que se disputan territorios, generando violencia y atizando las tensiones en las comunidades rurales e indígenas.

En representación de su comunidad, Henrito explica que Maurak no participará en el evento que se desarrollará entre el 12 y el 14 de noviembre. “Si no tenemos derecho a hablar no tiene sentido participar” afirma.

Y es que la duda sobre ese llamado “a la reconciliación” convocado por Maduro se amplifica tras considerar que las asambleas previas, organizadas para coordinar la asistencia y los debates, estuvieron a cargo del Movimiento Indígena Unido de Venezuela (MIUVEN), el brazo indígena del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).


Prensa ProveaODEVIDA