Patrones arbitrarios
2016: Periodistas detenidos, amenazados y vigilados
BraulioJatar Alonso, de 58 años, fue detenido el 3 de septiembre de 2016, un día después de que el presidente Nicolás Maduro fuese increpado por ciudadanos que además protestaban su presencia con un cacerolazo durante un recorrido del mandatario en la zona popular de Villa Rosa, en la Isla de Margarita, estado Nueva Esparta. Esto ocurrió en el marco del Estado de Excepción y de la Guerra Económica, que dictó el Presidente de la República mediante un decreto en mayo de 2016 y que continúa vigente.
Jatar, periodista y editor jefe del portal en Internet llamado Reporte Confidencial, fue uno de los primeros en publicar videos sobre los hechos en Twitter. Fue apresado al día siguiente por funcionarios del Sebin junto a casi treinta pobladores, tras el altercado en Isla Margarita. Todos fueron liberados durante ese fin de semana menos Jatar. El Ministerio Público le imputó luego supuestos delitos de legitimación de capitales. En el momento en el que se realiza esta investigación, Braulio Jatar Alonso sigue detenido.
IPYS Venezuela contabilizó y documentó en un solo día agresiones a 19 periodistas que cubrían, el 2 de junio de 2016, manifestaciones por escasez y fallas en la distribución de alimentos, y protestas en la avenida Fuerzas Armadas de Caracas por las medidas anunciadas por el gobierno nacional que obligaron a cientos de miles de establecimientos comerciales y supermercados a hacer entrega de toda mercancía de la cesta básica de alimentos a los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap) creados por un decreto del Ejecutivo.
Los periodistas que fueron agredidos mientras realizaban su labor en las protestas del 2 de junio fueron: Andrea Cedeño, William Ríos, Felipe Martínez y AmandaSánchez (del portal digital Vivo Play); Deivis Ramírez, Pablo Pupo, Luis Morillo y Adolfo Acosta, (del impreso El Universal); Oriana Vielma (reportera de El Pitazo), Reynaldo Mozo y Vanessa Moreno (reporteros de Efecto Cocuyo); Raúl Romero (El Nacional); Irene Mejías y Felipe Romero (Caraota Digital); Francisco Bruzco (Diario 2001); Nicole Kolster (NTN24); Mabel Sarmiento y Miguel González (Crónica Uno); y Giovanni Martínez (Diario La Voz).
Algunos de estos reporteros fueron amedrentados, robados y amenazados por civiles armados, que los despojaron de sus herramientas de trabajo ante la mirada de los funcionarios del cuerpo de seguridad estatal Policía Nacional Bolivariana (PNB), según denunciaron a IPYS Venezuela los afectados. “En la mayoría de los casos, los equipos e implementos de trabajo fueron robadosbajo amenaza de muerte con la intención de eliminar cualquier evidencia quepermitiera identificar a quienes estaban en el lugar generando violencia”, difundió también en un comunicado sobre estos hechos el Sindicato Nacional deTrabajadores de la Prensa (SNTP).
Estos hechos vulneran lo establecido en una declaración conjunta emitida por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y Naciones Unidas (ONU) en septiembre de 2013, en la que exhortan a los Estados parte, a garantizar que los periodistas y comunicadores sociales no sean detenidos,amenazados, agredidos o limitados durante el cumplimiento de sus funciones informativas en cobertura de manifestaciones sociales.
IPYS Venezuela recibió también entre junio de 2016 y enero de 2017 cuatro denuncias privadas sobre seguimiento judicial a periodistas en Apure, Carabobo, Cojedes y Delta Amacuro. En todos los casos, los reporteros alertaron que habían recibido mensajes de fuentes de información en los se les advertía del Sebin y se alegaba una supuesta investigación en contra de los periodistas por su trabajo informativo.
Las acciones represivas y de hostigamiento contra periodistas y fuentes de información demuestran el avance del Estado en una política contra la prensa independiente, que en la mayoría de los casos busca acallar u obstaculizar el trabajo de los profesionales. Al mediodía del 18 de agosto de 2016, funcionarios de la Guardia Nacional (GN), cuerpo de seguridad del Estado, detuvieron a los periodistas venezolanos, Andreina Flores y Jorge Luis Pérez Valery, cuando hacían tomas fotográficas y grabaciones de apoyo en los alrededores del parque El Calvario, en el centro de Caracas.
Los funcionarios militares argumentaron que el lugar era un «corredor presidencial”. Ambos periodistas fueron llevados a Fuerte Tiuna, el complejo militar más importante del país, y permanecieron detenidos durante tres horas hasta que fueron liberados por funcionarios militares tras la intervención de abogados y representantes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP). IPYS Venezuela considera este caso una detención arbitraria con fines intimidatorios por parte de funcionarios de la seguridad del Estado.
Pero estas prácticas pueden llevarse al extremo, como en el caso Jatar, de nacionalidad chilena, quien fue trasladado 90 días después de su arresto a una instalación penitenciaría con delincuentes comunes, como el Centro de Reclusión para Procesados Judiciales 26de Julio, en el estado Guárico. Este traslado fue solicitado por el Ministerio del Poder Popular de Servicios Penitenciarios, según informó el abogado defensor de Jatar, Diómedes Potentini.
El abogado estimó que la orden parte del artículo 241 del Código Orgánico Procesal Penal (COPP), que establece que un detenido puede ser transferido por orden delente ministerial ante una “situación de fuerza mayor”, como por ejemplo el desarrollo de la Cumbre XVII del Movimiento de Países No Alineados (MNO), que se celebró entre los días 13 y 18 de septiembre en la Isla de Margarita.
Pontentini calificó el procedimiento de irregular y advirtió que los familiares y representantes del detenido debieron ser informados. La información difundida en el portal web también reseñó que este proceso se registró en todas las bases policiales durante el fin de semana.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile rechazó de forma categórica, el 12 de septiembre de 2016, la ratificación del Estado venezolano en oponerse a la resolución chilena sobre la protección de los Derechos Humanos del editor del portal web Reporte Confidencial, Braulio Jatar Alonso. La cancillería chilena expresó su preocupación, luego de que el ente ministerial venezolano calificara el exhorto del gobierno chileno como injerencista frente a los asuntos internos de Venezuela, cuando exigió que se conociera el lugar de reclusión del connacional, Jatar Alonso, el 11 de septiembre de 2016.
Chile consideró que el comunicado oficial del Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Exteriores de Venezuela “anticipa juicios en relación a lasimputaciones formuladas contra el Sr. Jatar, las que, en un sistema democráticode derecho, sólo pueden ser dirimidas en el marco de un proceso llevado a caboante tribunales competentes, independientes e imparciales, debiendogarantizarse al imputado la presunción de inocencia”.
Silvia Martínez, esposa de Braulio Jatar Alonso, notificó a IPYS Venezuela que el 30 de noviembre de 2016, el editor de Reporte Confidencial fue transferido a una clínica en Cumaná, ciudad capital del estado Sucre, donde le fue diagnosticado en el hombro izquierdo un “presuntivo carcinoma baso celular”, un tipo de cáncer de piel.
Martínez explicó que a Jatar le fue extraída la lesión con el fin de evitar que se propagara a sus huesos y otros tejidos. A más de 90 días de su reclusión entres cárceles, familiares han denunciado las condiciones “infrahumanas”, que provocaron la pérdida de más de 20 kilogramos de peso, agudización de un cuadro de hipertensión severa, deshidratación severa, pérdida de visión, como consecuencia del sometimiento a temperaturas de más de 40 grados centígrados, falta de luz, combinados con una situación de aislamiento. Estas condiciones son contrarias a los estándares y pactos internacionales de Derechos Humanos suscritos por Venezuela.
La Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) solicitó con carácter de urgencia y de forma obligatoria al Estado venezolano la adopción de las medidas que garanticen la vida e integridad del editor del portal Reporte Confidencial, quien se encuentra privado de su libertad desde el 3 de septiembre de 2016.
Las graves condiciones en las que se encuentra el editor del portal web Reporte Confidencial fueron reseñadas en la medida cautelar “Resolución Nº67/2016” del 22 de diciembre de 2016 y, a consideración de la CIDH, las mismas podrían empeorar debido a la falta de una atención médica adecuada acorde a sus patologías, y las precarias circunstancias de su detención.
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