Habitantes de las comunidades de La Abrita y El Bubal, en el municipio Torres del estado Lara, denuncian antes las autoridades y organizaciones de derechos humanos, la acelerada tala de árboles en los bosques de estas zonas, debido al crecimiento del comercio illegal de carbon vegetal.

Advierten que el aumento de las actividades de deforestación ha afectado extensas zonas de bosque protegido bajo una medida dictada por el Juzgado Tercero Agrario del estado Lara, y que unas cuarenta personas participan en estas actividades ilicitas y lesivas para el medio ambiente, incluso amenazando a quienes se oponen a esta práctica.

«Necesitamos urgentemente que la Fiscalía 23 del Ministerio Público, active nuevamente al caso, que tiene ya 2 años desde que se realizaron las denuncias respectivas, pero la fiscalía no ha dado ninguna repuesta», demandó un vocero de la comunidad de La Abrita.

«Llegó una fiscal nacional, de la fiscalía 87 en Caracas y se llevó todas las denuncias, y no se supo mas nada. Necesitamos repuestas, porque la deforestación y la tala de árboles en las parroquias mencionadas ha sido mas barbara», añadió.

Los pobladores de La Abrita y El Bubal, decidieron organizarse para hacer frente a la afectación de los bosques y a las amenazas contra la comunidad. Aseguran que están llegando más personas a los caseríos, para trabajar en la tala de árboles. «Esas personas supuestamente alegan que tienen ‘hambre’ y necesidad de empleo», comentaron.  

Miembros del Movimiento Social Ambiental El Bubal, informaron que ya no hay árboles de Veras en la zona.

“La deforestación se hace cada día más bárbara, y los enemigos del ambiente están pagando la tonelada de Vera en 200$, y en 100$ la tonelada de Cují”. Afirman que ya el 75% de los árboles de la zona han sido talados. 

Hacen un llamado a las organizaciones defensoras del medio ambiente para que acudan a la zona a «presenciar como salen gandolas y camiones cargados con toneladas de carbón vegetal, esto es a diario, y no se sabe a dónde va a parar”.

Advierten que las amenazas y riesgos para los habitantes de La Abrita y El Bubal siguen en ascenso. “Nos están sometiendo ahora con armas de fuego. Nos están robando y matando a nuestros chivos, los maltratan, envenenan a los perros».

Desde hace unos cinco o seis años, está aumentando, en distintas entidades del país, la tala para obtener leña y así poder cocinar, debido a la falta de gas doméstico. Pero también hay un aprovechamiento ilegal de la madera comercializable y sobre todo de la usada como leña o carbón vegetal.

Se ha incrementado la intervención que atenta contra los bosques que protegen las fuentes de agua, incluyendo zonas protectoras y otras áreas protegidas. Se pasa de un contexto de potencial conflicto entre vecinos a problemas más amplios de orden en toda la ciudad, problemas ecológicos macro que afectan la biodiversidad, las cuencas hidrográficas y el abastecimiento de agua.


Especial para Prensa Provea