Damos la bienvenida a Dick Guanique como articulista de opinión quien es coordinador nacional del Frente Autónomo por la Defensa del Empleo el Salario y el Sindicato (FADESS) y Miembro del Comité Ejecutivo de la Confederación de Trabajadores de Venezuela.
Nos acercamos al 1° de Mayo y ya se comienza a hablar del incremento del salario. Uno de los más destacados representantes del Régimen, Francisco Torrealba ha manifestado que “se estudia la posibilidad de incrementar el salario mínimo nacional”. Vale decir que esos estudios para incrementar el salario mínimo por parte del régimen es una relación yo con yo, ellos se cobran y se dan el vuelto, a nadie le consultan, no realizan ningún estudio y lanzan al boleo un porcentaje. Claro están que ese incremento no tendrá sino un efecto perverso sobre el salario en tanto toda su política anticrisis descansa en los hombros de los trabajadores. Durante los últimos veinte años la consigna del chavismo/madurismo ha sido que “los trabajadores paguen la crisis.” De allí que toda su política económica ha girado sobre ese concepto; los patronos públicos y privados saben eso y se han aprovechado de esa política.
Alguien dirá que los patronos se han visto afectados; si es cierto, los pequeños y medianos propietarios, sufren también con esta política, en una economía monopolizada como la nuestra, un grupo de ellos también son afectados. Precisamente esta circunstancia ha sido perversamente utilizada para generar la tendencia negativa para que todos se opongan al incremento del salario. Los aumentos salariales no producen hiperinflación, ni siquiera inflación; mucho menos la profunda crisis estructural que vive la sociedad venezolana. De tal manera que los trabajadores no generamos la crisis, somos una víctima de ella.
El régimen chavista/ madurista ha incrementado el salario mínimo por más de 25 veces. Cuando hablamos de incremento salarial nos referimos al valor nominal del mismo, en tanto que se producido un decreto de incremento salarial, nos referimos al salario mínimo, en ningún caso al salario integral. Pero en todos los casos el salario ha perdido su ´poder adquisitivo. Para el momento que el chavismo/madurismo llega al poder, los trabajadores ganabamos 177 dólares mensual, con una inflación de un 30% anual, por allá por el año 1998; vale decir que ya vivimos en plena etapa recesiva. Hoy ganamos 6 dólares mensual, y vivimos una etapa de hiperinflación que superará el 10.000.000% según el FMI, y ya llevamos un año en hiperinflación, con una recesión económica que supera las dos (2) décadas. Esto es lo que nos ha conducido a la miseria que hoy vivimos los venezolanos, donde el 91% vive en la pobreza, de los cuales el 65% vive por debajo del límite de la pobreza, mejor dicho, en pobreza extrema. Este es el gran logro del régimen durante los últimos 20 años. Por tal razón cualquier aumento nominal del salario mínimo por parte del régimen, no producirá ningún cambio en la calidad de vida de los trabajadores y su familia.
La aspiración de todo trabajador es mejorar su calidad de vida; eso se logra con un trabajo decente, con salarios dignos y suficiente (artículo 91 de la constitución), los trabajadores también tenemos derecho a comer salmón; con contratos colectivos garantizados, con seguridad social asegurada, con servicios públicos de calidad, son seguridad personal, con educación, vivienda, salud con garantizada por el estado con recreación; eso no es suficiente, pero es la aspiración básica que tiene todo trabajador.
Hoy el salario mínimo de los trabajadores en Latinoamérica es más o menos así; Costa Rica ganan 517 dólares mensual, los chilenos ganan 455 dólares; los uruguayos 440 dólares, los ecuatorianos 394 dólares; los argentinos 299 dólares son los salarios mínimos más altos; ; los bajos los trabajadores haitianos ganan 77 dólares; los cubanos 29 dólares; los venezolanos 6 dólares, ¿qué tal?: Pero veamos su inflación; los costarricense 2%; los chilenos 3%; los uruguayos 6,5%; los ecuatorianos 0,1%; los argentinos 20,2% los venezolanos, en hiperinflación 10.000.000%.
Cualquier gobierno que pretenda producir cambios en el país; tiene que establecer incrementos salariales que se acerque al promedio de los salarios mínimos de los trabajadores Latinoamericanos; por ejemplo, comenzando con un salario mínimo que lo coloque en 120 dólares mensuales, así como pasar de la hiperinflación a la inflación de dos dígitos. Proponer la recuperación del poder adquisitivo del salario con aumentos de 30 dólares al salario mínimo, es un engaño más. Ningún dirigente sindical, defensor de los derechos de los trabajadores apoyaría una medida de esa naturaleza.
Por supuesto que se reclama cambios en toda la política económica; en la política cambiaria y monetaria; en la inversión pública y privada; en la deuda interna y externa; en la política petrolera; en la política de importación y exportación, en la inversión en el campo etc. Se trata de recuperar al país de la quiebra a que ha sido conducida. Entonces podremos concertar incrementos salariales cónsonos con la nueva realidad económica que comience a vivir la República.
Los trabajadores hemos luchado contra este régimen y su política económica; seguiremos luchando, su populismo no tendrá efecto en la voluntad de los trabajadores por garantizarse una mejor calidad de vida.
Foto: actualidadygente.com