ACERCA DEL AUTOR:
Carlos Nieto Palma
Abogado y Coordinador de la ONG “Una Ventana a la Libertad”. Es columnista del diario El Nacional.
Carlos Nieto Palma | Al momento de escribir estas líneas faltaban como 85 horas para que se iniciara el inconstitucional proceso constituyente convocado por el dictador de Venezuela con el fin de perpetuarse en el poder, ya son más de 115 días de protesta que nos ha dejado un saldo de 126 personas fallecidas en el contexto de las protestas según el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social hasta el 26/07/17.
En los últimos días la represión ha aumentado considerablemente contra todo aquel que piense diferente, los cuerpos de seguridad del régimen se han convertido en los grandes opresores de la mayoría que los venezolanos que estamos en desacuerdo con que el domingo se efectué la elección de una asamblea nacional constituyente, así en minúsculas.
El Secretario General de la OEA Luis Almagro en su tercer informe sobre Venezuela presentado ante el Consejo Permanente de la OEA, nos da un panorama de lo que vivimos y dice “Las acciones emprendidas por las fuerzas de seguridad bajo la dirección de ese Régimen constituyen un ataque deliberado y sistemático a las vidas y la seguridad del pueblo venezolano. Se aprovechan de la inanición de su población. La violencia se intensifica y el aparato de seguridad recrudece sus acciones. El temor que albergamos en nuestras mentes, pero que tenemos mucho miedo de mencionar en voz alta, es que esta situación pueda llegar a convertirse en un baño de sangre. Lo único que queda claro es que este Régimen no tiene en cuenta los derechos humanos de su pueblo ni la vida de sus ciudadanos. Ya ha decidido que 75 vidas es un precio que está dispuesto a pagar para seguir aferrándose al poder. ¿Cuántas más víctimas pueden tolerar la comunidad internacional? La violencia continuará hasta que las autoridades reconozcan que tendrán que hacer frente a las consecuencias de sus actos y a las de sus subordinados”.
Estamos al borde de una guerra civil de consecuencias inimaginables, la dictadura solo lucha por mantenerse en el poder, sin importar los resultados, no le bastan los muertos, los cientos de presos por protestar, su único afán es seguir gobernando a un país donde la gran mayoría del pueblo los rechaza.
Nicolás Maduro y su camarilla se han puesto de espalda a los venezolanos, de espalda al respeto de los derechos humanos y su único objetivo es apropiarse de manera indebida de nuestra patria y para eso van a usar la constituyente. Ya vemos las amenazas que el mismo dictador y su más cercano colaborador Diosdado Cabello han hecho de eliminar lo poco que queda de institucionalidad en Venezuela y arrodillarlo a sus pies. Ya anunciaron la disolución de la Asamblea Nacional, la destitución de la Fiscal General de la Republica, más restricciones a la libertad de expresión, en lenguaje sencillo convertirnos en una nueva Cuba, llena de hambre y miseria, de venezolanos encarcelados por pensar diferente.
Las fronteras venezolanas son una muestra del caos que vivimos en Venezuela, solo el pasado 24 de julio, según informes del departamento de inmigración colombiano, 26.000 venezolanos cruzaron la frontera huyendo de la dictadura. Cualquier salida es válida antes de vivir el horror que se vive en Venezuela. Nos están dejando sin país.
Es grave lo que estamos viviendo, es triste ver a la gente comiendo de la basura, o la delgadez de mucha gente conocida ante la indiferencia de una dictadura que solo busca su beneficio y el de su gente que son los únicos que no pasan trabajo en este país actualmente.
Lo único que tengo claro es que mi voto no avalara la destrucción de Venezuela por eso digo no a la constituyente
Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay y Perú en un pronunciamiento conjunto presentado el pasado 26/07 en la reunión de representantes de la OEA manifestaron “Instamos al gobierno de Venezuela a suspender su llamado a la asamblea nacional constituyente, que implicaría el desmantelamiento definitivo de la institucionalidad democrática y sería contrario a la voluntad popular expresada el 16 de julio”.
Lo más sano para el país es que la convocatoria del próximo domingo sea suspendida, con la dinámica del país no sé qué pueda haber pasado del miércoles (Cuando escribo esto) al viernes, lo único que tengo claro es que mi voto no avalara la destrucción de Venezuela por eso digo no a la constituyente.
ACERCA DEL AUTOR:
Carlos Nieto Palma
Abogado y Coordinador de la ONG “Una Ventana a la Libertad”. Es columnista del diario El Nacional.