Publicamos derecho a réplica (Art. 58 CRBV) de José Luis Fernandez-Shaw en respuesta al artículo de opinión «La “politización” de los derechos humanos» de Rafael Uzcátegui, Coordinador General de PROVEA.


Pocas cosas hay más fastidiosas que tener que contestar “acusaciones” que parecerían no fundamentarse en algo más que en una especie de encono personal, pero ante la desmesura de pretender convertirme en la cabeza de una lista de los más odiados por las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) no parecería quedar otro camino que aclarar las cosas.

Lo primero es analizar el mecanismo que se usa para este ataque -a todas luces personal- usa la conocida rutina de crear una imagen de “enemigos” basada en determinadas características y objetivos supuestos, para luego meter en ella a quienes puedan discrepar de alguna posición que se quiere defender. Es la misma rutina que opera detrás de cosas como el racismo, la xenofobia, el clasismo, la homofobia y desde luego, la intolerancia política. El pluralismo -no debería tener que recordárselo amigo Uzcátegui- es un valor inherente a la lucha por los Derechos Humanos. Aquí particularmente me parece que Ud. ha estado demasiado tiempo viendo el abismo.

Así pues, el artículo de opinión arranca sin más que metiéndome en un saco a conveniencia de su autor, para luego desarrollar un conjunto de apreciaciones que más de un lector queda preguntándose qué tienen que ver con esa afirmación inicial. Parecería un proceder muy poco alineado con lo que debe ser una práctica respetuosa con los derechos de los demás.

Pero no voy a eludir ir al fondo del asunto ya que el citado artículo me da la posibilidad. Lo primero es -como cabe en este momento- sentar mi posición sobre la Ley que pretende aprobar para regular aún más -ya que bastantes regulaciones hay en ley- a las ONG. He manifestado por todos los medios en los que me puedo expresar que es una Ley que va en contravía de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, la cual no solo alienta y promueve la participación organizada de las personas -el pueblo- sino que además la garantiza, sobre esto creo que no hay mucho más que discutir, supongo que Uzcátegui debe estar en esta misma página. 

Sobre las razones por las cuales si hay una discrepancia grande con el articulista es sobre lo que él llama la “politización de los Derechos Humanos”, que yo llamaría más adecuadamente la “partidización de los Derechos Humanos”. Los Derechos Humanos son un asunto político, en eso coincidimos nuevamente, es la lucha de las personas -todas- por aquellas cosas que la humanidad considera inherente a una vida digna para todos. Pero lo que no son es un asunto partidista o faccionalista, no son para algunos, son para todos, nada -a mi parecer- hace más daño a la acción por los derechos humanos que la instrumentalización de estos con fines partidistas. Aquí vamos a lo que sospecho es posible sea el verdadero motivo de la molestia del Sr Uzcátegui.

El articulista en reiteradas oportunidades se ha referido a los sucesos del año 2017 en Venezuela como una “rebelión popular”, tal forma de enaltecimiento (que a veces parecería mimetizarse con la posición de Provea -es difícil distinguir cuando el autor habla por él, y cuando es vocería de la organización)  me parece lamentable, no sólo porque no corresponde a lo que históricamente pasó en ese momento, sino porque además -y esto es lo más grave- abre la puerta a nuevos intentos de inducir “gestas” cargadas de extremismo y por tanto, generadoras de mayor sufrimiento -innecesario a mi parecer- al pueblo venezolano. Como ya muchos venezolanos sabemos por experiencia propia, los platos rotos de la lucha de las elites por el poder los terminan pagando el pueblo. En el caso particular del 2017, los costos en términos de sufrimiento humano -reitero, innecesario- fueron inconmensurables. De hecho, seguimos pagando esa cuenta. Las victimas directas e indirectas de esos sucesos constituyen un conglomerado heterogéneo de acuerdo a las diferentes lógicas de enfrentamiento que se generaron, y ellos, sus familiares y todos esperamos una reparación, no una instrumentalización partidista de su dolor. Estoy a la orden para conversar, discutir y debatir este tema en extenso cuando quiera, desde el punto de vista político -y hasta partidista sí Ud. quiere- pero no usando a las víctimas y sus derechos como mampara de la estrategia de un segmento de la sociedad contra una porción de la población, no importa cuáles sean las ponderaciones de tamaño que Ud. tenga a bien asignarle.

Por lo demás no solo mi opinión, sino mi actuación hacia las ONG es bien conocida, mal puede calificárseme de enemigo de ellas cuando he colaborado de forma activa con muchas, generalmente sin el menor interés pecuniario o de cargos y figuración como puede atestiguar muchísima de la gente que realmente me conoce. 

ACERCA DEL AUTOR:

Author profile
José Luis Fernandez-Shaw

Sociólogo venezolano, investigador en temas de desigualdad, equidad, seguridad