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Oly Millán

Economista (UCV) y exministra del Ministerio para la Economía Popular (2006). Integrante de la Plataforma Ciudadana en Defensa de la CRBV y de la Plataforma Contra el Desfalco a la Nación.

Como sabemos, el pasado mes de agosto, producto de las legítimas protestas efectuadas a nivel nacional por los trabajadores de la administración pública nacional y en especial los del sector educativo, se logró torcer el rumbo a la intención, por demás ilegal, del Ejecutivo nacional de pagar el bono vacacional y recreacional de forma escalonada, lo que terminaba siendo, por la vía de los hechos, un pago que se pudiera traducir en: tarde, mañana y nunca, amén de los demoledores efectos de la inflación.

Durante el mes de agosto se produjo un proceso de devaluación del tipo de cambio al pasar este 5.79 Bs/USD a 7.89 Bs/USD (devaluación de 36.23%). Como es de esperarse, en el caso de una economía como la nuestra, anclada de facto a las variaciones del dólar estadunidense, se produjo un alza en el precio de los bienes fundamentales, evidenciado a través del índice de inflación intermensual, el cual durante el referido mes, experimentó un alza de 17.3% siendo esta la más alta de los últimos 12 meses.

Ante el comportamiento de estos indicadores, que sin dudas reflejan la precaria salud de nuestra economía, la matriz de opinión por parte de algunos sectores interesados, en atribuirle a las protestas de los trabajadores y consecuentemente al pago del bono vacacional, la responsabilidad de la inflación, no se hizo esperar.

Lo cierto es que las cuentas no cuadran:

Incorporemos algunos análisis y variables a tratar de explicar lo que, a nuestro modo de ver, está detrás del comportamiento de estos indicadores y de la perversa manipulación mediática por parte del gobierno y sus aláteres al atribuirle la responsabilidad de la inflación a los trabajadores.

En primer lugar, debo decir que no es mi interés caer en la histórica diatriba entre monetaristas y no monetaristas para explicar el comportamiento de algunas variables macroeconómicas, sobre todo porque considero que para entender a la economía venezolana hay que salirse de la “caja” que significa explicar los fenómenos económicos a través de teorías que no consideran a la economía en su relación con la política.

Partiendo de lo anterior, entramos en el espacio que significa para nuestra comprensión de la economía venezolana en crisis, la dinámica de relación entre la industria petrolera colapsada, el Estado-gobierno, su opacidad en la gestión y la lucha de los trabajadores venezolanos por defender sus derechos laborales.

El asunto es que efectivamente, a pesar de que se detuvo (2021 y lo que va de año) la caída del PIB en comparación con años anteriores, y se está generando una producción petrolera que se ubica entre 630 a 745 mil barriles día de petróleo (2021 y 2022), la situación de la industria petrolera venezolana (PDVSA) sigue siendo una frágil “caja negra”, que permanentemente recibe financiamiento del BCV.

Este financiamiento monetario, que representaba para el mes de agosto casi 28 veces la masa de dinero que circulaba en la economía (base monetaria), ha tenido incidencia importante en la relación entre el bolívar y el dólar estadounidense.

Es importante destacar que el bono vacacional a los docentes se comenzó a pagar a partir del 16 de agosto, pero la devaluación de la moneda y consecuentemente la subida en los precios se inició a partir de la semana del 19 de agosto, cuando se produce una escalada en el financiamiento monetario a PDVSA.

Veamos el siguiente cuadro, que muestra lo que ocurrió entre el 19 al 26 de agosto:

Como se puede observar, en los siete días transcurridos entre el 19 y 26 de agosto, el financiamiento monetario a PDVSA se incrementó en un 19.7% mientras que la liquidez (en pleno pago del bono vacacional) cae en un 18.6%. Nos preguntamos, ¿a dónde puede ir a parar esa enorme masa de dinero, en un contexto sin créditos bancarios? Pues, a la compra de USD, como efectivamente se puede evidenciar en la devaluación que se produjo del Bolívar Digital en un 27%.

Haciendo un análisis de correlación lineal y tomando como referencia  los últimos 47 meses (octubre 2018 y agosto 2022) entre la variación del financiamiento monetario a PDVSA y la del tipo de cambio (Bs/USD), nos encontramos que existe una altísima correlación (0.95%), lo que demuestra que ya no es PDVSA la que le vende los dólares al BCV, sino que pareciera estar ocurriendo todo lo contrario.

En conclusión, es falso, de toda falsedad, que el pago del bono vacacional realizado durante el mes de agosto a los docentes venezolanos haya sido la causa tanto de la devaluación de la moneda como del alza en los precios. La responsabilidad recae sobre el gobierno por las maniobras financieras en nuestra economía.

Mientras que los trabajadores venezolanos en sus luchas exigen mejores condiciones de vida,  es innegable que la política económica del gobierno, expresada en los opacos mecanismos monetarios y cambiarios entre el Estado- gobierno y Pdvsa, tiene un efecto pernicioso sobre el país y en especial en el bienestar de la población.  Es por ello, que no nos debe sorprender el hecho de que estén preparando las condiciones y la matriz de opinión para que algo similar ocurra con el pago de los aguinaldos.


Datos BCV, corresponde al ultima día del mes.

Según reportes OPEP

Datos BCV:  http://www.bcv.org.ve/estadisticas/base-monetaria

El encaje legal 109%

la variación monetaria a las empresas públicas no financieras

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Economista (UCV) y exministra del Ministerio para la Economía Popular (2006). Integrante de la Plataforma Ciudadana en Defensa de la CRBV y de la Plataforma Contra el Desfalco a la Nación.