La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y su Relatoría Especial para la Libertad de Expresión condenan la disolución de una marcha pacífica en apoyo a los derechos de las personas lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersex (LGBTI), en La Habana, Cuba, que culminó con la detención de personas defensoras de derechos humanos y periodistas. La CIDH y su Relatoría Especial instan al Estado cubano a adoptar acciones para garantizar el ejercicio del derecho a la reunión pacífica y la libertad de expresión de las personas LGBTI; así como a respetar y garantizar el trabajo de personas defensoras de derechos LGBTI y de los periodistas y comunicadores que cubren protestas y manifestaciones en el país.

Según información de público conocimiento, el 6 de mayo, el gobierno cubano, a través del Centro Nacional de Educación Sexual del Ministerio de la Salud (CENESEX), anunció la decisión de cancelar la duodécima edición de las Jornadas Cubanas contra la Homofobia y la Transfobia. Tradicionalmente conocida como “conga contra la homofobia”, la marcha se venía realizando bajo el auspicio oficial del gobierno en el contexto del día internacional contra la homofobia, transfobia, bifobia (IDAHOTB). La decisión de cancelación habría sido justificada por el CENESEX en razón de «las nuevas tensiones en el contexto internacional y regional» que afectan la vida cotidiana en Cuba. Adicionalmente, activistas LGBTI, habían informado que otro tipo de concentraciones, como por ejemplo el desfile por el Día del Trabajador, se realizaron este año sin mayores inconvenientes por lo que no descartaron la posibilidad de una situación discriminatoria.

La CIDH tuvo conocimiento que, no obstante el anuncio de la cancelación de los permisos oficiales para la celebración de la marcha, activistas y personas defensoras de los derechos de las personas LGBTI y de la libertad de expresión continuaron con los planes de desarrollar una marcha independiente de la postura oficial, la cual ocurriría el 11 de mayo en el paseo del Prado, en La Habana. Sin embargo, según lo informado, durante el desarrollo de dicha marcha, la cual concentro más de 200 personas que se reunieron de manera pacífica, la policía cubana interrumpió la misma y pidió a los manifestantes detener su caminata, por carecer de autorización. La Comisión Interamericana recibió información que al menos 5 activistas LGBTI, fueron detenidos por los agentes de seguridad del Estado. Asimismo, se reportó la detención de tres periodistas independientes. Por otra parte, la CIDH también tuvo conocimiento que un corresponsal internacional del periódico Washington Blade, fue impedido de ingresar al país el día 8 de mayo. Según lo informado, uno de sus objetivos era precisamente reportar sobre la cancelación de la Conga contra la homofobia.

En razón de lo anterior, la CIDH recuerda que ha expresado que la protesta social es una herramienta fundamental para la labor de defensa de los derechos humanos. Además, puede convertirse en el único medio que permite a sectores de la población y a grupos discriminados o marginados del debate público hacer escuchar sus reclamos y reivindicaciones sociales. La Comisión considera que resulta en principio inadmisible la penalización per se de las demostraciones en la vía pública cuando se realizan en el marco del derecho a la libertad de expresión y del derecho de reunión. Al respecto, la Presidenta de la CIDH, Comisionada Esmeralda Arosemena de Troitiño advirtió que: “el ejercicio del derecho de reunión a través de la protesta social no debe sujetarse a una autorización por parte de las autoridades ni a requisitos excesivos que dificulten su realización”.

Por su parte, la Comisionada Antonia Urrejola, Relatora de País para Cuba, señaló que: “una detención basada únicamente en el acto de participar en una manifestación es en sí misma arbitraria e incompatible con los estándares internacionales”. Asimismo, la Comisionada Flavia Piovesan, Relatora para los Derechos de las Personas Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex, manifestó que “en el caso de las personas LGBTI, las tradicionales marchas contra la intolerancia que se desarrollan en la mayoría de los países de la región son importantes herramientas para visibilizar sus derechos, contrarrestar estereotipos y demostrar que forman parte de sus sociedades en miras de generar cambios culturales, inclusión y tolerancia”.

En cuanto al derecho de reunión pacífica de las personas LGBTI, la CIDH considera que al ser la protesta una de las maneras para combatir prejuicios, los Estados deben abstenerse de poner impedimentos excesivos, prejuiciosos y discriminatorios, que no son requeridos a otros tipos de protestas pacíficas. Igualmente, deben fomentar espacios seguros, libres de violencia y discriminación, donde estas personas puedan ejercer sus derechos de reunión y libertad de asociación, así como de libertad de expresión, sin miedo a ser atacadas, sancionadas, o estigmatizadas por ello.

Finalmente, respecto a los periodistas y comunicadores que se encuentran realizando su labor informativa en el marco de una manifestación pública, el Relator Especial, Edison Lanza, recuerda que: “la protección del derecho a la libertad de expresión exige que las autoridades cubanas aseguren las condiciones necesarias para que los y las periodistas puedan cubrir hechos de notorio interés público como los referidos a las protestas sociales. Asimismo, su material y herramientas de trabajo no deben ser destruidos ni confiscados por las autoridades públicas”.

La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión Interamericana tiene el mandato de promover la observancia de los derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA en la materia. La CIDH está integrada por siete miembros independientes que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, y no representan sus países de origen o residencia.

La Relatoría Especial para la Libertad de Expresión es una oficina creada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), a fin de estimular la defensa hemisférica del derecho a la libertad de pensamiento y expresión, considerando su papel fundamental en la consolidación y el desarrollo del sistema democrático.


Prensa CIDH