Desde el estado Apure recibimos denuncia afirmando que retornados venezolanos se encuentran en una situación de hacinamiento, insalubridad, con falta de alimentos y fallas en el servicio de salud mientras permanecen en confinamiento obligatorio en un hotel ubicado en Guasdualito, con nombre Hotel Anarú. En el lugar hay aproximadamente 130 adultos, 5 mujeres embarazadas y 60 niños.

Desde el 14 de mayo, cientos de venezolanos que han retornado provenientes de Perú, Colombia y Ecuador, permanecen retenidos en contra de su voluntad en esta zona de confinamiento, sin cumplir con las condiciones mínimas para el ser humano. Un ciudadano, el cual no podemos revelar su nombre por protección, informó a Provea que en el sitio han sido sometidos a diferentes pruebas diagnosticas de COVID-19, pero aleatoriamente sin ser aplicadas a la totalidad de las personas.

Los ciudadanos exigen ser traslados a sus ciudades de origen para cumplir cuarentena voluntaria, ya que en el Hotel Anarú padecen problemas de servicios básicos, afirman que pasan hasta cinco días sin acceso a agua potable, lo que ha ocasionado problemas de higiene en los alrededores del hotel, donde están ubicados 130 adultos. Señalan que reciben poca comida y en oportunidades solo les han dado una comida al día, situación que causa malestar especialmente en los niños y en las mujeres embarazadas, población vulnerable.

Pésimas condiciones sanitarias por la falta constante de agua.

Con respecto al tema de salud, especialmente frente a la pandemia del COVID-19, los denunciantes afirman que el servicio es muy precario. Confiesan que se han reportado personas contagiadas que no han contado con los medicamentos necesarios, ni tampoco un control. Esta situación empeora con las mujeres embarazadas, quienes hasta el momento de la denuncia no habían sido trasladadas a una evaluación, el propio personal médico se negó a tocarlas por “temor a ser contagiados por el virus” denuncian.

Imágenes de los ciudadanos intentando obtener suministro de agua.

Presencia de autoridades

Mientras los ciudadanos han permanecido en el Hotel Anarú, el alcalde de Guasdualito, Jose Chema Romero, los ha amenazado con presentarlos ante del Ministerio Público por protestar por la falta de comida, servicios y trato. Chema también los ha señalado constantemente de “armas biológicas” y de querer “devolverlos” hacia Colombia, país que presuntamente los habría infectado para afectar a Venezuela.

Hotel Anarú

Lamentablemente debido a las precarias condiciones en el Hotel Anarú, una persona intentó quitarse la vida por el confinamiento y la presión de estar encerrado en un lugar no apto.


Desde Provea exhortamos a las autoridades a garantizar condiciones dignas para los adultos, niños y mujeres embarazadas que permanecen en el Hotel Anarú. Además, debe permitírseles partir hacia sus hogares una vez hayan culminado sus días de confinamiento, o si las mismas desean hacer cuarentena voluntaria desde sus viviendas, con mejores condiciones y con las correctas medidas de prevención. A estas personas no se les está tratando con dignidad, lo que pone en riesgo a su salud y profundiza las difíciles condiciones de vida por las que se fueron de Venezuela.

Una vez más nos preocupa que se multipliquen las denuncias de situaciones donde se obliga a los retornados a permanecer en cuarentena en malas condiciones, con tratos como si estuvieran en una prisión, situación que han denunciado otras familias en refugios de distintas zonas de Venezuela.

Prensa Provea.