El exviceministro de Energía Víctor Poleo asevera que la situación empeorará a nivel nacional con respecto al suministro del servicio de electricidad porque el sector está siendo manejado sin criterios de profesionalidad y gerencia. Lamenta que el tema no forme parte de las conversaciones entre gobierno y oposición que se realizan en México
El lunes 23 de agosto, Corpoelec informó oficialmente la inclusión de sectores de Caracas en el programa de administración de cargas, en realidad un racionamiento de electricidad, que desde los apagones masivos ocurridos 2019 se vienen aplicando en el interior del país mientras la capital de la República, a pesar de algunos cortes ocasionales del servicio, se había mantenido al margen.
La medida retoma una directriz anunciada por Nicolás Maduro en 2016, pero que fue desestimada a los pocos días debido a lo complejo de la distribución del servicio de electricidad en Caracas. Ahora, la ciudad asiento de los Poderes Públicos tendrá su dosis del malestar que viven ciudades y poblados de la provincia, que en estos tiempos han visto la posición privilegiada de la capital mientras semanalmente sufren los rigores de la falta del servicio por hasta lapsos de seis y ocho horas en algunos casos.
Incluir a Caracas en el racionamiento podría aliviar la situación de la provincia y evitar que se cultive la visión aprehensiva hacia la capital del país, pero en nada es una medida que vaya a significar una solución o que pueda ser vista como una dificultad por breve tiempo. Al contrario, podrá demostrar a los habitantes de la capital la difícil situación por la que la provincia atraviesa por ya casi tres años y que tiene serias consecuencias no solo en el bienestar de los ciudadanos, sino en derechos fundamentales como la salud, el agua y hasta la educación.
Víctor Poleo: Caracas está en una situación de fragilidad
El ingeniero eléctrico y exviceministro de Energía Eléctrica Víctor Poleo, explica que la situación de Caracas con respecto al servicio eléctrico es grave, ya que no están funcionando las plantas termoeléctricas y el sistema hidroeléctrico que opera en el Guri no está en capacidad de satisfacer la demanda.
“Caracas está en situación de fragilidad, desprotegida. Me temo que el racionamiento va también a desnudar para los caraqueños que no hubo la tal Caracas blindada que se anunció en 2010. Era la época en que (los ministros) Alí Rodríguez y Héctor Navarro anunciaban proyectos de despilfarro. Pero en todos estos años no ha habido ingeniería ni profesionalización en el sector sino lo contrario, militarización y desprofesionalización que es la causa del problema”, expresa el experto.
Resalta Víctor Poleo que el sistema eléctrico está en manos de una clase militar devenida, desprofesionalizada y que eso se traduce en la ruina del sector, algo que se preveía iba a ocurrir desde 2005.
“Es triste y decepcionante predecir que no volveremos a ver normalidad en el sector eléctrico hasta tanto no haya un cambio político o lucidez en cualquier mesa de negociaciones que se instale y coloque la electricidad como interés compartido por ambas partes; eso demostraría que tanto gobierno como oposición estarían hablando con un entero compromiso”, asevera Víctor Poleo.
Se castiga a Caracas para aliviar al interior, dice Víctor Poleo
—Caracas fue incluida oficialmente en el programa de administración de cargas, ¿qué significa eso en términos de la crisis eléctrica que vive el país?
—Una conjetura es la siguiente, ha sido tan atroz el racionamiento en el interior del país, en la Isla de Margarita, en Zulia, Los Andes, que esta situación tan adversa en el interior tal vez haya obligado a (el nuevo ministro para la Energía Eléctrica, Néstor Reverol) a considerar castigar a Caracas que había estado alejada del black out de cuatro a ocho horas que se ejecuta en el interior del país. Sin embargo, hay que decir que áreas de Caracas, como Montalbán, habían estado siendo castigadas, así como otras zonas de clase media, como Santa Fe. Esto significa para el interior del país un alivio, porque las cargas se van a redefinir y Caracas va a llevar parte del peso de las carencias del servicio.
Explica Víctor Poleo, que para entender este “castigo” a Caracas hay que entender la situación del servicio eléctrico en la localidad. En este sentido, recordó que parte del servicio eléctrico con el que contaba la capital venía de plantas termoeléctricas.
Lea también: Exviceministro de Energía explica las razones de fondo del apagón nacional
De la ineficiencia a la ruina de la militarización
“La Electricidad de Caracas tenía a Tacoa en el Litoral y otras dos pequeñas, Óscar Augusto Machado y Arrecifes, que al comienzo de este siglo dejaron de funcionar. Además, hubo un proyecto al sur de Caracas, que estuvo inconcluso hasta 2008-2010 cuando el grupo Derwick toma el proyecto, que es una termoeléctrica cuya alimentación es por gas y se llama India Urquía, pero la misma tampoco está generando actualmente. Más que una inversión se hizo un gasto, con sobre costo incluido y el entonces ministro para la Energía, Alí Rodríguez, dijo que Caracas estaría blindada y no lo está”, señala el ingeniero.
Indica que también se había planificado una expansión hacia el sur de la ciudad, hacia Charallave, igualmente con plantas termoeléctricas, todo eso contando con la interconexión con la energía hidroeléctrica que proviene del Caroní, una línea de muy alta tensión, que hace el trayecto Guri-Malena, desde la desembocadura del Orinoco, hasta el centro del estado Guárico, en la subestación San Gerónimo, desde donde salen varias líneas y una va a la subestación sur, en Caracas.
Vino entonces la militarización del sector, que sucedió a una gerencia que, a juicio de Poleo ya había sido ineficaz. Estuvieron al frente del sector eléctrico oficiales retirados como Hipólito Izquierdo, Jesse Chacón y Mota Domínguez, hasta el actual ministro Néstor Reverol, quien también viene de las filas castrenses. A todos acusa Víctor Poleo de tomar decisiones infelices que han ocasionado 15 años de ruina.
Sector salud está amenazado
—Recordamos que ya en 2016 Nicolás Maduro intentó incluir a Caracas en el programa, pero se echó para atrás. Una de las razones que privaron para ello era la imposibilidad de dejar de prestar el servicio eléctrico por zonas sin afectar a sectores vitales como los centros de salud. ¿Cómo quedarán esos sectores?
—El mapa eléctrico de Caracas se va conformando de cuadrículas originales desarrolladas en los años 30 en el centro de Caracas; luego la ciudad se expande hacia el Este y Oeste. Hacia el Este se van estableciendo clínicas privadas como Centro Médico y Clínicas Caracas, en San Bernardino, la Clínica Ávila y poco después la Clínica La Floresta, que están dentro de circuitos urbanos, por lo que es muy difícil racionar el servicio y, a la vez, excluir a las clínicas, en este caso privadas, que son las que le han dado un poquito de respiración a la maltrecha salud pública. Quisiéramos ver cómo van a hacer para poder racionar sin afectar el sector, cómo aislar San Bernardino sin afectar el Centro Médico ni el Hospital de Clínicas.
Metro y Alimentación también se verán afectados
—¿Y el Metro de Caracas?
—El Metro de Caracas tiene acometidas en sus dos extremos, en Petare y en el Oeste (Catia), por lo que en teoría no debería sufrir, pero hemos visto que ha sufrido de fallas eléctricas en estos años. Si ha sido así, y se añade el racionamiento la situación va a ser terrible.
—Otro sector que estaría amenazado es el de Alimentos. ¿Cómo pueden hacer los mercados municipales para almacenar sus productos que necesitan refrigeración?
—La refrigeración es muy importante. En Margarita, por ejemplo, donde las temperaturas son altas, si el servicio eléctrico se discontinúa en cuatro, seis horas, se pierden los alimentos. Los almacenes o supermercados, el de Coche, por ejemplo, en Caracas, donde pudiera haber refrigeración para carnes, pescados, quesos, van a sufrir si los racionamientos son como se han visto en otros lugares, de alrededor de seis horas.
Trasfondo político
—Usted ha dicho que en esta inclusión de Caracas en el racionamiento eléctrico va a nivelar un poco la situación al interior del país. ¿Cree que habrá un trasfondo político cuando nos aproximamos a unas elecciones regionales y locales?
—Sí, es una pregunta que tiene validez, pero la intención política de la crisis eléctrica ha sido desde 2007, y más que una conjetura es una afirmación. La electricidad establece la diferencia entre barbarie y civilización. Para un gobierno que, como se ha visto en el tiempo, busca afirmarse en el dominio de la población, eso pasa por las carencias eléctricas. Existe una intención política de arruinar el sistema eléctrico, uno formidable, que fue construido en el siglo XX. Pero digo que la pregunta es muy válida porque es tal el rechazo que existe hacia este Partido Socialista (Unido de Venezuela) en estados como sucre, Bolívar, Nueva Esparta, que tal vez se busque simpatías en una población.
“Sin embargo –acota Víctor Poleo- la población del interior no se va a sentir halagada por tener un poquito más de electricidad, porque las carencias van a ser más ya que la oferta de electricidad llega solo al 60% de la demanda”.
Recalca que las plantas termoeléctricas, Termozulia, Planta Centro, Tacoa, El Sitio y Villa Urquía no están funcionando y su situación se agrava porque la industria petrolera está en ruinas, por lo que no hay entrada de petróleo ni gas, las refinarías no refinan, y no hay diésel ni fuel oil para abastecer esas plantas.
“La ruina de la industria eléctrica, aun cuando se alivie transitoriamente el interior del país para fines políticos con miras a las elecciones, en nada va a cambiar situación, el racionamiento va a continuar, tal vez no sea de cuatro horas, sino de dos, pero va a seguir”, advierte el experto.
Termoeléctricas arruinadas
Insiste Víctor Poleo en afirmar que la situación es grave por la situación de las termoeléctricas, de las que dice no funcionan porque las han arruinado. Al respecto recuerda que se evitó darles mantenimiento y el gobierno fue a comprar con sobrefacturación una serie de plantas diésel para distribuirlas en toda Venezuela, y las que finalmente se instalaron no están funcionando. Dice que quedan centrales como La India Urquía al sur de Caracas o en El Sitio, las cuales hay que recuperar, pero recuerda que, si se recuperan, tampoco van a poder funcionar por la situación de la industria petrolera.
“Es un problema sin solución mientras la gavilla militar esté al frente del sistema eléctrico y piensen que el sistema es como un cuartel que obedece a órdenes”, sostiene Víctor Poleo.
Sobrefacturación de proyecto
—¿Conoce si se ha hecho alguna nueva evaluación de (el proyecto para una nueva represa en el Guri) Tocoma? ¿Cree que el proyecto finalmente se perdió?
—Es un misterio, incluso para ingenieros que trabajaron allí. Hace poco tuvimos un foro por (la plataforma) Zoom, donde se confirmó que la obra aún está detenida. Odebrecht, empresa brasilera estaba a cargo de la misma entró en un proceso de penalización o judicializaciones en Brasil y también una constructora argentina que comenzó a fabricar las turbinas y que era una familia aliada con los Kirchner y que se lanzaron a hacer unas turbinas para las que no estaban calificados. Hace una semana el gobierno anuncia que va a volver a hablar con Odebrecht e Insa, que es la compañía argentina, que fue comprada por capitales privados.
“Hay que desatacar que pasa el tiempo y si no hay mantenimiento las obras civiles comienzan a erosionar, a agrietarse, y las dos pobres turbinas que entregaron los argentinos están oxidadas. Un informe de la Asamblea Nacional sobre Tocoma, parte de un extenso informe sobre el sector eléctrico, estimaba que se había sobre facturado cinco veces el precio de la obra, de $2.500 millones hasta $10.000-12.000 millones de gasto”.
Sector eléctrico debería ser parte de la negociación
—En 2019, el tema eléctrico formó parte de las negociaciones que gobierno y oposición realizaban en Barbados y hubo una iniciativa de acuerdo para recuperar el sistema eléctrico a través del llamado Grupo de Boston (conformado por diputados de EEUU y de Venezuela. ¿Sabe qué pasó con ese proyecto?
—El Grupo Boston planteaba una privatización de facto, pero este gobierno es adverso a la propiedad de las empresas eléctricas en manos de capitales privados. Esa propuesta, que creo tuvo alguna simpatía por parte de la (Corporación Andina de Fomento) CAF (que ofreció un crédito), es similar a la que se plantea para la isla de Margarita, donde el grupo Guayacán, en el que están afiliados profesionales, importadores y exportadores, ha propuesto lo mismo, ceder a capitales privados nacionales el sector eléctrico, que Corpoelec ceda espacios para que la ingeniería nacional participe.
—¿Cree que el tema del sector eléctrico debe ser abordado por el gobierno y la oposición en la nueva ronda de conversaciones en México?
—Me parece acertado el punto de México, si algo se pudiera llamar intereses compartidos entre oposición y gobierno es la electricidad, ¿cómo no puede serlo el eje de la civilización? Si ambas partes reconocen que hay un interés compartido, entonces vayan a un acuerdo para que vayan capitales al sector. Reverol no puede llevar Corpoelec a ninguna parte. No es parte de las negociaciones de México, y es lamentable porque ninguna de las partes puede negar que el bienestar se llama electricidad.
Lea también: La crisis eléctrica fue intencional
Alianza Tal Cual – Provea