«Los derechos democráticos de los trabajadores se desmoronan«.

Con esta afirmación la Confederación Sindical Internacional (CSI) presentó este miércoles la 11ª edición de su Índice Global de Derechos de los trabajadores a nivel mundial, destacando que gobiernos y empresas han acelerado los abusos contra las conquistas y derechos laborales a escala global.

«El Índice viene registrando desde hace 11 años un rápido deterioro de los derechos de los trabajadores y las trabajadoras en todas las regiones del mundo. Los trabajadores son el corazón latente de la democracia; su derecho a ser escuchados es crucial para la vitalidad y la sostenibilidad de los sistemas democráticos«, declaró Luc Triangle, secretario general de la CSI, durante la presentación del reporte realizada en el marco de la Conferencia Internacional del Trabajo celebrada este 12 de junio en la sede de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en Ginebra, Suiza.

«La única manera de abordar estas tendencias de manera sostenible es con un movimiento verdaderamente democrático«, añadió Triangle.

Creada en 2006, luego de la fusión entre la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL) y la Confederación Mundial del Trabajo (CMT), la CSI se convirtió en la central sindical más grande del mundo, representando a más de 190 millones de trabajadores, y con más de 300 organizaciones afiliadas en 167 países.

El Índice, basado en la documentación que hace la CSI a través de sus afiliados regionales, muestra cuáles son los peores países del mundo para trabajar, mediante una escala del 1 al 5+ que refleja el grado de respeto por los derechos de los trabajadores. Un puntaje de 5+ indica una situación de ausencia total de garantías laborales. La CSI, contrasta la información recopilada en cada país, con 97 indicadores derivados de los Convenios y la jurisprudencia de la OIT.

El sistema de calificación establece que en un país ubicado en la escala 1 ocurren violaciones esporádicas de los derechos, tal sería el caso de Alemania, Suecia e Italia, de acuerdo al reporte.

Un país calificado en la escala 2 es aquel en el que se cometen violaciones repetidas de los derechos. De acuerdo al Índice Global de la CSI, Finlandia, España y República Dominicana, entran en el grupo de países con esta calificación.

En la escala 3 se registran violaciones regulares de los derechos.. Costa Rica, Suiza y Argentina se encuentran en este grupo. La escala 4 incluye a los países donde se producen violaciones sistemáticas de los derechos. México, Madagascar e Israel han sido calificados con esta escala.

En la escala 5 se sitúan aquellos países en los que según la Confederación Sindical Internacional, los derechos de los trabajadores no están garantizados. En este renglón se encuentran Venezuela, Arabia Saudita y Nigeria.

Finalmente, la escala 5+ incluye a países en los que los derechos no están garantizados debido a la ruptura del Estado de Derecho , tal sería el caso de Afganistán, Sudán y Myanmar.

El «gobierno obrero» reprobado en derechos

«En Venezuela, cuya calificación ha empeorado, alcanzando un 5, las autoridades han seguido persiguiendo a los sindicalistas mediante detenciones arbitrarias y condenas por cargos falsos, mientras que la organización sindical y los derechos se han seguido obstaculizando«, destaca el informe de la CSI.

Venezuela fue calificada con la peor puntuación entre los países de Las Américas analizados en el reporte de la CSI. Aunque Colombia, Ecuador y Guatemala también fueron incluidos en la escala 5 de la clasificación, la Confederación incluyó a nuestro país en la lista de los trece peores calificados a escala global, basado en el monitoreo del respeto a los derechos a la huelga, negociación colectiva, sindicación, acceso a la justicia y libertad de expresión y asociación, entre otros.

«Mientras que la calificación de Brasil (escala 4) ha mejorado con el Gobierno de Lula, las de Costa Rica (escala 3), México (escala 4) y Venezuela (escala 5) han empeorado«, destaca el Índice Global 2024.

En agosto pasado la CSI, junto a la Confederación Sindical de trabajadores y trabajadoras de las Américas (CSA), emitieron un pronunciamiento y enviaron una carta a Nicolás Maduro, deplorando la condena, a dieciséis años de prisión, dictada por un tribunal venezolano contra los dirigente sindicales Gabriel Blanco, Alcides Bracho, Néstor Astudillo, Reynaldo Cortés, Emilio Negrín y Alonso Meléndez.

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Como Provea ha afirmado en reiteradas ocasiones, la imposición de un modelo económico apartado de las obligaciones estatales vinculadas al respeto a las conquistas sociales y los derechos laborales, ha atizado el incremento de la conflictividad en el país en los últimos años.

Los trabajadores han rechazado -con miles de movilizaciones-, la política gubernamental de des-salaricación y flexibilización laboral que desconoce el derecho a la convención colectiva y pulveriza las prestaciones sociales y el ahorro familiar. Como respuesta, la gestión de Maduro insiste en criminalizar, perseguir y encarcelar a la dirigencia sindical y a los trabajadores de base, violando abiertamente los derechos a la liberta sindical, a la asociación y a la reunión pacíficas.

Más de 120 dirigentes sindicales detenidos y procesados en 10 años de gestión de Nicolás Maduro y 3.479 casos de amenazas u hostigamiento a líderes del movimiento laboral, un promedio de 12,9 denuncias por cada 100 protestas laborales registradas, dan cuenta de la agresiva política de la actual gestión contra los derechos de los trabajadores.


Prensa Provea