Declaración de la alta representante, Federica Mogherini, en nombre de la UE, sobre la situación en Venezuela previa a la elección de la Asamblea Constituyente del 30 de julio de 2017
La escalada de tensión política y violencia en Venezuela ya se ha cobrado demasiadas vidas y causado incontables heridos en las casi diarias manifestaciones. Ya es hora de poner fin a esta violencia. Los numerosos informes sobre las violaciones de los derechos humanos, el uso excesivo de la fuerza, las detenciones masivas y los juicios a civiles por tribunales militares son una fuente de preocupación. La UE espera que las autoridades venezolanas respeten la Constitución y el Estado de Derecho y garanticen el respeto de los derechos y libertades fundamentales, incluido el derecho a la manifestación pacífica.
El respeto a la Asamblea Nacional, legítimo órgano legislativo, y la independencia del fiscal general, que debería poder actuar sin obstáculos y sin miedo a intimidaciones o amenazas, son elementos cruciales para preservar la confianza de los ciudadanos en el Estado y en el sistema judicial.
Todas las autoridades públicas y todos los actores políticos deben asumir sus responsabilidades. El pueblo venezolano está viviendo en condiciones muy difíciles, con graves carencias de alimentos y medicamentos. Se necesitan con urgencia soluciones comúnmente acordadas para aliviar el sufrimiento de la gente.
Para la sociedad venezolana la convocatoria de una Asamblea Constituyente es una medida controvertida, por ello se corre el riesgo de que polarice más al país y aumente el peligro de confrontación. El Gobierno debe tomar medidas urgentes para restablecer la confianza antes del 30 de julio, como hizo al permitir que Leopoldo López pasara de la prisión al arresto domiciliario, a fin de rebajar la tensión y crear mejores condiciones que permitan la reanudación de los esfuerzos hacia una solución pacífica negociada.
La UE pide al Gobierno y a la oposición que vuelvan a abrir los cauces del diálogo y reanuden unas negociaciones políticas serias, en interés del país en su conjunto.
En este contexto, la UE propugna, y está dispuesta a apoyar de cualquier forma posible, la creación de un «grupo de amigos» regional, aceptado por Gobierno y oposición, para ayudar en el empeño de los actores políticos de Venezuela por alcanzar una solución pacífica, democrática e integradora a la crisis de su país. Al hacerlo, no será posible renunciar a ninguna de las cuatro condiciones esenciales para cualquier compromiso satisfactorio: respeto de la separación de poderes, liberación de los oponentes políticos encarcelados, cooperación exterior para abordar las necesidades más urgentes de la población y fijación de un calendario claro para las elecciones previstas constitucionalmente, con el fin de que el pueblo venezolano pueda expresar su voluntad mediante el sufragio libre, directo y universal.
La Unión Europea reitera su disposición a cooperar con las autoridades venezolanas para garantizar la asistencia, la protección y la seguridad de todos los ciudadanos europeos que se encuentran en Venezuela.
Unión Europea