En abril de 2014 el Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) se llevó detenido al piloto retirado Rodolfo González y a su esposa, acusado de financiamiento al terrorismo e incitación al odio y recluido en El Helicoide. Ese mismo año, el ministro del interior Miguel Rodríguez Torres expresó públicamente a través de los medios de comunicación que “el aviador” era uno de los principales organizadores de la ola de protestas de ese año. En 2015 fallece en su celda.
“Mi padre, el Aviador” narra el desarrollo de la vida de los presos políticos en Venezuela, la de sus familiares, sus amigos, abogados y de una dimensión que no siempre se toma en cuenta. Es un relato que expresa toda la indefensión, la incertidumbre, la impotencia, el sometimiento a las ceremonias violentas del sistema judicial y carcelario en Venezuela.
Para la entrevista en Son Derechos, Lissette González, quien es Socióloga manifestó que la idea de escribir esta obra literaria surgió justamente en la época de los hechos que relata el libro. “Siempre tuve la idea de plasmar esta historia pero por razones personales nunca lo pude hacer, durante el transcurso de la pandemia logré inscribirme en un taller de literatura autobiográfica y fue allí donde comenzó todo, me formé, investigué y me llené de todas las herramientas necesaria para desarrollar este proyecto. Hablar de la muerte de mi padre es recordar su perecimiento por medio de un conjunto de situaciones que lo llevaron a suicidarse, mi intensión nunca fue relatar una obra con un estilo sensacionalista sino más bien reflexiva y cercana que deje en los lectores una consideración de las cosas que seguimos viviendo en nuestro país, la verdad me gustaría que otros sectores políticos puedan leer esta semblanza y puedan identificarse con el sufrimiento que viven las personas que son perseguidos por el gobierno de Nicolás Maduro, a pesar que puedan tener otras ideas políticas”, Afirmó.
La también Coordinadora de Monitoreo, Investigación y Medios de Provea señaló que aunque Venezuela históricamente ha vivido toda una serie de violencia política también el objetivo ha sido reconocer la cruda realidad por el que han pasado muchas personas inocentes. “Particularmente pienso que el proceso de reconciliación tiene que hacer referencia a reconocer las violaciones de los derechos humanos, no solo la de los últimos veinte años, sino también a identificar que todavía existe un patrón, una maquinaria estatal y que cuando haya un cambio político en nuestro país las cosas pueden cambiar para bien sin seguir violando los derechos fundamentales de las personas”, expresó.
Finalmente, González agradeció el apoyo tanto a la editorial como a todas aquellas personas que aportaron su grano de arena en la realización de esta obra. “Estoy muy feliz ya que la presentación de esta pieza se estará realizando este próximo 29 de noviembre en la feria del libro de la Universidad Católica Andrés Bello, justamente allí, tendremos una conversación sobre el escrito, y el año que viene nos gustaría compartir con otras universidades, grupos de víctimas y todos los espacios en donde esta historia pueda servir de gran utilidad para ir reflexionando sobre la situación de los derechos humanos en el país”, Finalizó.
Eduardo Herrera | Productor de Son Derechos