A Venezuela llegó el proceso de hiperinflación finalizando el año 2017, hecho que fue evidenciado por el comportamiento de los niveles de precios en el mes de octubre de ese año; hablar de hiperinflación es describir un fenómeno en el cuál los precios aumentan a tasas considerablemente altas y que varían en horas, es una situación en la cual, la velocidad de aumento en los precios reduce el poder adquisitivo, destruye sus ahorros y devasta la moneda de la economía que lo padece. Además, en los procesos de hiperinflación, los más afectados son los trabajadores, quienes quedan expuestos al voraz incremento de precios que destruye su poder de compra, sus prestaciones sociales y los enfila hacia la pobreza.

La principal causa de la aparición de la hiperinflación en Venezuela fue y son las grandes distorsiones monetarias que generaron en la economía venezolana el gobierno nacional y su aliado en esto: el Banco Central de Venezuela. Resaltan momentos del año 2017 donde pudimos observar incrementos semanales exacerbados en la liquidez monetaria. Por ejemplo, en el mes de Julio, aumentó en promedio de 9,5%, noviembre 13% y diciembre hasta 16,65%, lo que evidencia la impresión y puesta en circulación de dinero inorgánico por parte de la autoridad monetaria en la economía rompiendo todo criterio de racionalidad económica. (Ver Gráfico Nº 1 y 2).

Debemos dejar claro que, hoy día, la hiperinflación es un fenómeno económico superado como problema en el mundo, es tan así que pocos son los países que lo padecen (Zimbawe y Venezuela) en la actualidad. América Latina padeció este grave problema económico hacia las décadas de los 80 y 90, donde destacaron las hiperinflaciones de: Argentina, Brasil, Perú, Bolivia, Chile y Nicaragua, este último país vivió un proceso muy largo que tuvo cinco años de duración. Debemos destacar que estos países definieron en su momento políticas estructurales que permitieron superar el fenómeno de la hiperinflación que destruyó sus economías y sus monedas.

En fin, la hiperinflación en Venezuela tiene responsables: en, primer lugar el gobierno de Nicolás Maduro con un insaciable, irresponsable y vilipendioso gasto público que hace crónico el déficit fiscal, y en segundo lugar, el Banco Central de Venezuela, que ha puesto en circulación inmensas cantidades de dinero sin respaldo en la economía, de manera que hoy en día se ha convertido en una gran fábrica de billetes para cubrir la indisciplina fiscal del Ejecutivo Nacional y los déficit de PDVSA, lo cual ha sido el combustible principal de este proceso de hiperinflación.

Ahora bien, los efectos de la hiperinflación se manifiestan ya en la angustia que día a día expresan las familias venezolanas con el alza de los precios. La misma no puede ser desestimable dado que ha golpeado a los hogares y ha impactado negativamente sus condiciones de vida, tan es así, que a principios del 2017, los datos de pobreza en Venezuela (ENCOVI) rondaban el 82% y peor aún 52% de pobreza extrema, y es indudable que estas cifras se han incrementado como resultado de la escalada de precios y el deterioro de los salarios, entre otros. La hiperinflación en Venezuela hace imposible que las familias venezolanas puedan mantener el poder adquisitivo del salario en medio de una muy marcada distorsión en los precios relativos.

Es así que en estos momentos, muchas transacciones se están realizando en “monedas más duras” o incluso en trueque como medio de cambio, en el país también se observan otros implicaciones del fenómeno hiperinflacionario como es la cantidad de veces que se eleva el salario mínimo, la destrucción de las estructuras de costos de las empresas y el colapso en los niveles de inventarios, situación que dificulta los escenarios de planificación y toma de decisiones gerenciales de las empresas.

El país padece un rezago muy agudo del cono monetario, el cual ha perdido validez con mucha rapidez, al mismo tiempo se presentan problemas con el dinero en efectivo. En Venezuela gracias a la aceleración de la inflación en los últimos años se exigía la actualización del cono monetario situación que no se realizó oportunamente y que se agudiza en esta coyuntura, lo cual pone en una situación de posible colapso al sistema de pagos nacional.

Venezuela para salir del fenómeno de la hiperinflación requiere de un conjunto de medidas estructurales que frenen en primer término la actuación irresponsable del Gobierno Nacional y del Banco Central de Venezuela, detener la impresión de dinero inorgánico para financiar el voraz gasto del gobierno, retomar iniciativas que permitan salir de la depresión económica e impulsar la producción.


Prof. Luis Crespo / @camberin / Publicado en Revista Pensando Venezuela