Catorce Gobiernos de América Latina y el Caribe acordaron facilitar la integración de los refugiados y migrantes de Venezuela en la región.
La nueva hoja de ruta fue aprobada durante una reunión en Buenos Aires la semana pasada, en línea con el Plan de Acción de Quito, y está compuesta por acciones específicas relacionadas con la convalidación de títulos académicos, la lucha contra la trata de personas, y la cobertura de atención en salud entre otras.
“El Proceso de Quito representa un espacio clave para la comunicación y la coordinación entre los Estados. Hay muchas buenas prácticas en la región y los gobiernos se benefician de las oportunidades de intercambio, articulación y armonización. Por tal razón, es crucial seguir ampliando y fortaleciendo la participación de los países de la región en este proceso”, asegura Eduardo Stein, representante especial conjunto de la Agencia de la ONU para los Refugiados y la Organización Internacional para las Migraciones sobre el éxodo venezolano.
Ambas agencias de las Naciones Unidas celebraron la adopción de esta iniciativa. A través de una declaración conjunta, los gobiernos acordaron, entre otros, reforzar la cooperación, comunicación y articulación entre los países de tránsito y destino de los venezolanos, fortaleciendo las medidas contra los delitos transnacionales, como el tráfico y la trata de personas, así como contra la violencia sexual y de género y el combate a la discriminación y la xenofobia, asegurando la protección de los más vulnerables.
Un plan con acciones específicas
El plan prevé la creación de centros de información, recepción, orientación y asistencia a refugiados y migrantes, el establecimiento de una plataforma de orientación y de desarrollo del capital humano, así como el fortalecimiento de los sistemas nacionales de determinación de la condición de refugiado.
Además, la creación e implementación de una Tarjeta de Información sobre Movilidad Regional fue presentada como una de las prioridades para complementar y fortalecer los procesos de documentación y registro a nivel nacional ya existentes o en desarrollo.
Los gobiernos acordaron también promover la creación de un grupo de países e instituciones para colaborar en la mitigación del impacto de la crisis en la región, movilizando recursos que apoyen la ejecución del Plan de Acción de Quito y de la hoja de ruta.
ACNUR y OIM reiteraron su apoyo a los países afectados por el flujo de venezolanos e hicieron un llamado a la cooperación internacional y a reforzar sus contribuciones para permitir la continuación de las actuales acciones y la implementación de los proyectos presentados durante la reunión.
Según las agencias de la ONU, el número de refugiados y migrantes de Venezuela en todo el mundo ha superado los 4 millones.
Prensa ONU