A esta tendencia han contribuido entre otros factores el conflicto en Siria y la situación de Venezuela, que encabezan la lista de los países con mayor número de personas que se han visto forzadas a abandonarlos. La otra cara de la moneda la forman Turquía y Colombia, los dos países que han acogido mayor número de desplazados. Colombia a su vez cuenta con la cifra más alta de desplazados internos del mundo.A esta tendencia han contribuido entre otros factores el conflicto en Siria y la situación de Venezuela, que encabezan la lista de los países con mayor número de personas que se han visto forzadas a abandonarlos. La otra cara de la moneda la forman Turquía y Colombia, los dos países que han acogido mayor número de desplazados. Colombia a su vez cuenta con la cifra más alta de desplazados internos del mundo.

La cifra de desplazados forzosos en el mundo alcanzó un récord el año pasado al crecer a casi 80 millones de personas. Este número supone casi el doble de la cantidad de personas en crisis registrada hace una década- debido a la guerra, la violencia, la persecución y otras emergencias, dijo este jueves la Agencia de la ONU para los Refugiados.
Entre las situaciones más dramáticas de los últimos años, a juicio de Filippo Grandi, el responsable de esa Aagencia, figura la de Venezuela, que a principio de la década contaba con tan solo 6700 refugiados. Desde entonces, más de cinco millones de personas han abandonado el país de los cuales 4,5 millones se trasladaron a 17 Estados de América Latina.
Estos datos forman parte del informe sobre Tendencias Globales de la Agencia, publicado este jueves, que muestra que el desplazamiento forzado afecta a uno de 1 de cada 97 habitantes del planeta y que el número de personas que pueden regresar a sus hogares continúa disminuyendo.
Así, durante la década de los años noventa volvieron a sus hogares una media de 1,5 millones de refugiados, mientras que en los pasados diez años se redujo a 385.000 personas.
El Alto Comisionado de la Agencia, Filippo Grandi, señaló que estas altas cifras de desplazamiento forzado suponen una “nueva realidad” ya que no solamente se han se han ampliado, sino que “ya no es un fenómeno a corto plazo y temporal”.
“No se puede esperar que las personas vivan en un estado de incertidumbre durante años, sin la posibilidad de volver a casa, ni la esperanza de construir un futuro donde estén. Necesitamos una actitud fundamentalmente nueva y más receptiva hacia todas las personas desplazadas, junto con un impulso mucho más decidido para resolver conflictos que duran años y que están en la raíz de un sufrimiento tan inmenso,” explicó coincidiendo con el Día Mundial del Refugiado, que se celebra este próximo sábado.
El informe muestra que, de los 79,5 millones de personas desplazadas a finales del año pasado, 45,7 millones huyeron a otras zonas dentro de sus propios países, 4,2 millones esperaban el resultado de sus solicitudes de asilo, mientras que 29,6 millones eran refugiados u otras personas que se vieron obligadas a desplazarse fuera de su país.
Según razona el estudio, el aumento se debió principalmente a dos causas: los nuevos desplazamientos en 2019, particularmente en la República Democrática del Congo, el Sahel, Yemen y Siria – que vive su noveno año de conflicto y cuenta con 13,2 millones de refugiados, solicitantes de asilo y desplazados internos; y la inclusión de los desplazados de Venezuela al contar con una mejor información de los desplazados, muchos de los cuales no están legalmente registrados como refugiados o solicitantes de asilo.
ONU/UNICEF/Arcos
Acnayeli, de 9 años, ha huido de la violencia en Venezuela y vive ahora con su madres y su hermana en Cúcuta, en Colombia.

La crisis en Venezuela

“A principios del decenio, solo había 6700 refugiados venezolanos. En los últimos años, tras el deterioro de las condiciones políticas, socioeconómicas y de derechos humanos en el país, el número de venezolanos desplazados al extranjero aumento vertiginosamente”, señala el informe.
A finales del decenio, los venezolanos constituían el segundo grupo más grande, con 93.300 refugiados reconocidos y otros 3,6 millones de desplazados en el extranjero. Además, a finales de 2019 había 794.500 solicitantes de asilo venezolanos.
La Agencia calcula que Estados Unidos registró durante la última década 1,7 millones de solicitudes de asilo, una situación que manifiesta “el deterioro de la seguridad, la violencia y la situación socioeconómica en zonas de Venezuela y Centroamérica”.
La inestabilidad en Venezuela también propició un fuerte aumento de solicitudes de asilo en Perú que se convirtió en 2019 en el segundo receptor más importante de ese tipo de peticiones de amparo a nivel mundial, si bien Colombia es el segundo país con mayor número de desplazados venezolanos, ya que alberga 1,8 millones.
En declaraciones al Consejo de Seguridad, Grandi afirmaba hoy que la situación en Venezuela, “una de las más dramáticas de los últimos años”, más de cinco millones de personas han abandonado el país de los cuales 4,5 millones se trasladaron a 17 Estados de América Latina.
“El 80% de estos 4,5 millones dependen de la economía informal, y desde el inicio de los confinamientos (por la COVID-19) en esos países están entrando en una espiral de muerte, indigencia y desahucios. Decenas de miles de ellos ante la carencia de estabilidad y de medios de subsistencia optan por volver a Venezuela en una situación sanitaria muy complicada”, explicó.
Por ese motivo, Grandi llamó a redoblar los esfuerzos a apoyar a los países que a los países que acogen a los venezolanos.

La situación de Colombia

El informe también hace referencia a los desplazados forzosos dentro de los países.
Según el Centro de Vigilancia del Desplazamiento Interno, se estima que al menos 79 millones de personas fueron desplazadas dentro de su país entre 2010 y 2019 debido a los conflictos y la violencia.
A finales de 2019, Colombia siguió registrando el mayor número de personas desplazadas internamente, con cerca de ocho millones según las estadísticas del Gobierno.
El gran número de desplazados internos registrados, sin embargo, proviene de la cifra total acumulada del Registro de Víctimas, que comenzó en 1985
OCHA/Gema Cortes
Un control de temperatura por el coronavirus en un albergue en Venezuela

El Impacto de la COVID-19

Con relación al impacto de la COVID-19 en los grandes desplazamientos de población, Grandi dijo que «sin duda» conduciría a un mayor número de personas a una situación de crisis.
«Estoy muy preocupado y se lo hemos explicado a los diferentes gobiernos que nos han hecho la pregunta», dijo.
«La ‘crisis de los medios de subsistencia’… el aumento de la pobreza de estas poblaciones, en mi opinión – junto con la falta de soluciones a una situación de conflicto y en situaciones como la del Sahel, con un deterioro de la seguridad – no hay duda de que aumentará los movimientos de población en la región, pero también más allá, en dirección a Europa», detalló.

El informe en cifras

• De los 79,5 millones de desplazados, se calcula que entre 30 y 34 millones eran niños y niñas
• Los países en desarrollo acogieron al 85% de los refugiados y venezolanos desplazados en el extranjero
• El mayor receptor de los dos millones de solicitudes de asilo registradas en 2019 fue Estados Unidos (301.000), seguido de Perú (259.800), Alemania (142.500), Francia (123.900) y España (118.300)
• 5,6 millones de desplazados regresaron a sus países de origen
• El 73% de los refugiados y venezolanos desplazados en el extranjero vivían en países vecinos a sus naciones originarias
• El 68% de todos los refugiados y venezolanos desplazados en el extranjero provienen de cinco países: Siria (6,6 millones), Venezuela (3,7 millones), Afganistán (2,7 millones), Sudán del Sur (2,2 millones), Myanmar (1,1 millones)
El país que acogió a más refugiados a nivel mundial fue Turquía (3,6 millones), seguido de Colombia (1,8 millones), Pakistán (1,4 millones), Uganda (1,4 millones) y Alemania (1,1 millones).
• El 80% de las personas desplazadas del mundo se encuentran en países o territorios afectados por inseguridad alimentaria aguda y desnutrición, muchos de ellos son países que enfrentan riesgos climáticos y de desastres naturales.