Las muertes se cuentan casi a diario, seis en una ciudad, cinco en otra, nueve en una última y así van. Las terroríficas Operaciones de Liberación y Protección del Pueblo han vuelto como las películas de terror; con más sangre y violencia que el capítulo anterior.

Los hermanos Velasco murieron la mañana del 6 de octubre. El ministro de Interior, Justicia y Paz, Néstor Reverol Torres dijo que durante un Operativo 19 hombres cayeron abatidos en enfrentamiento con la policía mientras se desarrollaba una OLP. La mamá de estos jóvenes del 23 de Enero en Caracas asegura que sus hijos fueron ajusticiados.

“… A la casa entraron militares armados, a mis dos hijos, que estaban durmiendo los sacaron en unas sábanas a la calle y ahí les dispararon. A uno le dieron un tiro en la cara y al otro en la espalda…” Contó la señora a Radio Fe y Alegría desde la morgue del hospital Pérez Carreño.

En cada uno de los casos a los que he tenido acceso, la versión del ministro es totalmente contraria a la de los testigos. El relanzamiento de la OLP fue ordenado por el Presidente Maduro y se está ejecutando con la Guardia Nacional, el CICPC, la PNB y el Sebin.

La Organización de Derechos Humanos Provea contabilizó hasta el viernes 14 de octubre, 76 muertes producto de los operativos militares.

¿Están liberando al pueblo las OLP?

El criminólogo Javier Gorrino relaciona estos operativos con el mal recordado “Plan Unión”; estrategia que implementó el Estado por allá en los años 80 y que mató “sin ton ni son” a mucha juventud.

Por cierto, en más de una ocasión, las actuales autoridades han criticado y juzgado verbalmente aquellas operaciones exterminio que nada le paraban al debido proceso y mucho menos a los Derechos Humanos.

“No hay diferencia, entre uno y otro”, insistió el criminólogo la tarde del 7 de octubre cuando lo entrevisté intentando buscar respuestas a semejante barbarie.

La arbitrariedad hecha Verde Oliva

El mismísimo Ministerio Público y la Defensoría del Pueblo cuestionaron los Operativos de Liberación y Protección del Pueblo. La Fiscal General, Luisa Ortega Díaz dijo hace más de dos meses que había muchas denuncias de arbitrariedad y poca transparencia en los procedimientos.

El Código Orgánico Procesal Penal pareciera ser usado a criterio de los funcionarios que con pistola en mano y pasamontañas se cubren el rostro para infundir pánico a sus víctimas.

Violencia + Violencia = Más Violencia

Antes de escribir esta crónica leí varios trabajos y artículos que hablan de países donde la inseguridad y la criminalidad son un problema mayúsculo, así como en Venezuela. Todos los especialistas concluyen que con represión y maldad no se acaba el problema.

“Cuando matas a diez, aparecen cuarenta más”, asegura Pedro Juárez, un mexicano que estudió el fenómeno de la violencia entre los cárteles de la droga y la Policía Federal en el país del norte.

La mayoría de los trabajos consultados hablan de políticas públicas de prevención para erradicar el problema, sugieren ocupar a la juventud para que no caiga en la desgracia de las drogas y las pandillas.

Pensándolo bien, he allí el problema venezolano, el Estado está ausente. En la Cota 905 por ejemplo, la OLP pasó, mató y se fue. Todavía los vecinos se preguntan por las canchas y las escuelas que se construirían para evitar el surgimiento de nuevas bandas.

Lo mismo dirán en Maracaibo, Barquisimeto, Valencia, Maracay y Ciudad Bolívar. Ciudades bastante golpeadas por estos operativos del terror.

Generar pánico es el otro objetivo

Además de matar, los verde oliva también roban, gritan, golpean y se hacen ver como dioses; “Si me da la gana te mato aquí”. Le dijeron a un compa mientras era registrado en plena calle.

A un compañerito ciclista y a su amigo los agarró una comisión de la Guardia Nacional Bolivariana en Montalbán el miércoles 12 de octubre.

A ese par de chamos que no hacen otra cosa más que trabajar y pedalear, los coñacearon y los robaron. Parece que el delito fue estar a las 11 de la noche arreglando un caucho que se espichó a la bicicleta en plena vía pública.

A estos chamitos, uno que tiene 18 años y otro que debe estar por ahí, les dieron con la pistola, les aplicaron psicoterror y claro, se fueron con una cartera y un celular como premio a la gestión.

Hasta donde yo sé, en Venezuela no están suspendidas las garantías ni hay otra prohibición que impida montar bicicleta por las noches.

Lo que se me ocurre es que como vivimos en un país militarizado, estos tipos pueden hacer lo que les dé la gana con el uniforme y el arma que los ciudadanos pagamos. Lo peor de las OLP es que los militares están naturalizando la represión y la muerte como procedimiento normal.

“Todo el poder para el pueblo”, decía Hugo Chávez. Qué diría hoy al ver que el poder se impone con una metralleta en la mano, un pasamontañas y cuatro plomazos al que se atraviese.

Está crónica, confusa y enredada la escribo para protestar porque no se puede vivir así. Hoy dia es más probable que te mate un guardia a que te quiebre el hampa. Bueno, es un decir; actúan de la misma forma.

No soy de los que piensa que el que a hierro mata, a hierro debe morir. En el afán de matar a los malos, no quedarán los buenos sino los asesinos.

Pd: La guerra entre compatriotas tendrá un solo resultado: menos venezolanos para construir el futuro.


Héctor Ignacio Escandell Marcano