El capitán retirado Florencio Porras, participó en el golpe de Estado del 4 de febrero de 1992, posteriormente fue gobernador del estado Mérida y desde hace ya unos cuantos años ha marcado distancia del proceso encabezado primero por Hugo Chávez y después por Nicolás Maduro. Hoy, cuando se cumplen 27 años de aquel golpe, recrimina a quienes con el participaron en la asonada que en el país en “medio de una enorme riqueza y fuerza popular e institucional, se desarrolló la irresponsabilidad, el populismo, la demagogia, la mentira, el abuso, la violencia, el atropello y la orgía de corrupción que hoy llega a niveles groseros y grotescos”.

A través de las redes sociales, Porras invita a sus excompañeros a reflexionar sobre si las causas que los impulsaron a alzarse han sido combatidas y reducidas. Cree que hoy existen más razones para alzarse que en 1992 y les pregunta si “¿Hace 27 años ustedes se alzaron con la idea de enriquecerse, beneficiarse, mentir y abusar o asumieron esa traición en el camino? A ustedes, hoy generales y coroneles que siendo tenientes y subtenientes participantes del 4F, entonces humildes, sumisos y algunos hasta llorosos en la cárcel, los motivó a participar el beneficio posterior, la arrogancia y soberbia con que hoy exhiben sus grados y oropeles, la promesa de beneficios así sean ilícitos, o también lo asumieron en el camino? Ni siquiera la destrucción de la institución militar les duele”.

Cuestiona que el proyecto se desvió a una autocracia personalista y afirma que la única institución legítima es la Asamblea Nacional, reconociendo como presidente encargado de la República a Juan Guaidó. A continuación la carta de Florencio Porras.

A 27 AÑOS… Como saludo y reflexión

Estas líneas van dirigidas desde el corazón a los soldados del 4F 27 años después. Ante todo, mi saludo y mi abrazo a todos, deseando para ustedes y sus familias muchas bendiciones en estas difíciles horas que padece desde hace ya mucho la Patria bolivariana.

Ese gesto de rebeldía y sus consecuencias, marcaron al país y particularmente nuestras vidas. La rebelión, la cárcel, las reflexiones tras las rejas y en los cuarteles, nos hermanó en un sueño que lamentablemente derivó desde hace tiempo en una horrenda pesadilla.

Nuestras propuestas e ideas como grupo están plasmadas en diversos documentos públicos, de los cuales, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela es el más notable y difundido, y lógicamente, asumido por el pueblo venezolano. La mayoría de nosotros aceptó el liderazgo de Chávez, y basado en ese elemento y su carisma, el pueblo mayoritariamente respaldó la propuesta bolivariana y revolucionaria. El proyecto se desvió a una autocracia personalista, alimentada del culto a la personalidad, y hasta para quienes le acompañamos era pecado disentir, criticar, reclamar. En medio de una enorme riqueza y fuerza popular e institucional, se desarrolló la irresponsabilidad, el populismo, la demagogia, la mentira, el abuso, la violencia, el atropello y la orgía de corrupción que hoy llega a niveles groseros y grotescos.

Se avanzó inclemetemente en la siembra de odio, de antivalores, al patrocinio del lumpen anarquizado, a la irresponsable entronización de una oclocracia miserable, multiplicando el surgimiento de bandas criminales a lo largo y ancho del territorio nacional bajo el amparo del propio Estado, pulverizando la institucionalidad del mismo, todas estas acciones contrarias a nuestras banderas y propuestas.

Hoy, los que abusan y se regodean del poder, que abusan y atropellan arbitrariamente, en su gran mayoría no tienen nada que ver con el 4F. Sus referencias a la Rebelión, el uso y abuso de nuestros símbolos, ideas y propuestas son una burla y humillación para los verdaderos soldados bolivarianos. Nosotros no nos rebelamos para ésto. Por muchísimo menos nos alzamos en armas y elevamos nuestras voces, gritos y desesperación, para que hoy la corrupción, el narcotráfico, el abuso y la mentira se disfracen del 4F.

Hoy algunos compañeros del 4F exhiben vulgares fortunas y abusan del poder que tienen. ¿Van a reflexionar? Lo dudo. A ellos, a Francisco, Ronald, Carlos, Joaquín, Gerardo, Edgar, Guillermo, Wilmer, Rubén Alfredo, Carlos Julio, Alejandro, Diosdado, José Gregorio, Jesús, José Ángel, Manuel, Rodolfo, entre muchos otros, les pregunto respetuosamente, ¿Hace 27 años ustedes se alzaron con la idea de enriquecerse, beneficiarse, mentir y abusar o asumieron esa traición en el camino? A ustedes, hoy generales y coroneles que siendo tenientes y subtenientes participantes del 4F, entonces humildes, sumisos y algunos hasta llorosos en la cárcel, los motivó a participar el beneficio posterior, la arrogancia y soberbia con que hoy exhiben sus grados y oropeles,la promesa de beneficios así sean ilícitos,o también lo asumieron en el camino? Ni siquiera la destrucción de la institución militar les duele.

Da pena y tristeza, compañeros y amigos. Vergüenza el que algunos que se rebelaron contra la corrupción y el abuso hoy sean mucho más corruptos y abusadores.

Yo invito, a los que aún puedan reflexionar, a que lo hagan. Que entendamos que fuimos traicionados, utilizados y estafados y con nosotros, el pueblo venezolano, especialmente las mayorías populares. No es arrepentimiento, no puedo arrepentirme por culpa de quienes traicionaron, manipularon y estafaron, y aún hoy pretenden seguir haciéndolo.

Particularmente, desde hace varios años vengo alertando, sugiriendo, haciendo llamados desesperados y por supuesto la respuesta ha sido la burla, el silencio, el desprecio y amenazas.

Hemos llegado al llegadero. Los que creemos en la necesidad de restituir la vigencia de la constitución, estamos esgrimiendo hoy como armas la verdad, nuestras voces, nuestra convicción.

Invito a los que hoy sienten aún el recuerdo y la llama del 4F tras una vida (para mí 27 años es una vida porque el 4F yo tenía 27 años) a que asuman la defensa de la Constitución y con ella, de la Nación. No las poses cínicas y patrioteras de los jefes militares llamando a defender la soberanía cuando ellos postraron la soberanía y la defensa nacional a los pies de sus jefes cubanos. Sinvergüenzas, inmorales, caraduras. Sus delitos y abusos, y su amancebamiento con los usurpadores de la soberanía nacional los lleva hoy a sus llamados histéricos para la defensa de Venezuela, esperando que los demás se inmolen por ellos, porque ya sienten el frío de la soga en sus cuellos.

En lo personal, una vez más, demando el respeto al pueblo venezolano y el apego a la Constitución. Como lo hice en documento público en octubre de 2016, reitero mi posición firme en acatamiento de lo establecido en los artículos 333 y 350 de la CRBV, y manifiesto mi reconocimiento y apoyo a la Asamblea Nacional cómo único órgano del Poder Público revestido de legitimidad y a Juan Guaidó como Presidente encargado de la República. Que cada quien asuma su responsabilidad. Yo asumo la mía.
Que Dios bendiga a Venezuela.

Florencio Antonio Porras Echezuría
Capitán 4F


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