La economía venezolana se ha caracterizado durante la última década por la excesiva intervención y controles del Gobierno. Muestra de ello son, todos los tipo de controles creados para tal fin, fácilmente podemos observar leyes e instituciones orientadas a controlar los precios, la producción, los inventarios, la distribución de bienes y servicios, el mercado de capitales, el sistema financiero, el tipo de cambio, monopolizar las importaciones, exportaciones y expropiaciones masivas en los distintos sectores económicos del país. El gobierno se justifica afirmando que esta política es a favor del “pueblo y los más necesitados”.
Este intervencionismo exacerbado en buena medida ha destruido las principales actividades económicas en el país. El gran impacto que tienen los controles y las intervenciones distorsionaron la actividad económica en Venezuela, en los últimos cuatro años hemos visto caer la producción de bienes y servicios en un 42% aproximadamente, se proyecta un quinto año de caída del PIB en 15%, una caída del producto por encima del 50%, se demuestra que nos encontramos en una agudo proceso recesivo y de depresión económica, caracterizado por la destrucción de una parte importante los factores productivos del país (Ver Grafica Nº1).
El control cambiario en la Venezuela del Siglo XXI
El control de cambio en Venezuela implementado en el 2003 por Hugo Chávez, ha perdurado de manera perversa en la economía venezolana durante 15 años. Periodo durante el cual se contabilizaron inmensos ingresos de divisas al país producto de los altos precios del petróleo (USD 960.000 Millones desde 1999-2014) constituyendo un instrumento de control político de los gobiernos de Chávez y Maduro, además de convertirse en una gran fuente de corrupción.
Actualmente en Venezuela existe un tipo de cambio oficial, denominado DICOM que en la última subasta, insuficiente por cierto, su valor fue de Bs. 172.800.00 por dólar, pero al mercado, al cual asisten la mayoría de los ofertantes y demandantes y donde se transan la mayor cantidad de divisas tiene un valor referencial de Bs.3.500.000 aproximadamente, también el gobierno implementó un tipo de cambio, pretendiendo captar las remesas de los venezolanos en el exterior que se cotiza a Bs.2.700.000.
El control de cambio en Venezuela es una medida asfixiante para la actividad económica en el país, y es el principal causantes de las grandes distorsiones de los niveles de precios y la hiperinflación.
Se observa que el gobierno de Nicolás Maduro carece de las divisas suficientes para ofertar al mercado cambiario, las reservas internacionales para el mes de julio se encontraban por debajo de los 9.000 Millones de USD, una baja inédita en la economía venezolana. Al hablar de control cambiario en Venezuela necesariamente resalta la corrupción en torno a la asignación de divisas preferenciales a empresarios cercanos al régimen, familiares, militares y otros grupos cercanos al gobierno. Es larga la cola de los beneficiados de manera irregular por la discrecionalidad del ejecutivo nacional en el manejo de la divisas, como resultado de este festín tenemos ahora una escasez de dólares que en definitiva se refleja en gran carestía de recursos requeridos para satisfacer las necesidades de la población, trayendo como consecuencia miseria y el hambre en el país.
Maduro anuncia la derogatoria de la Ley de Ilícitos Cambiarios
En Gaceta Oficial Nº 41.452 con fecha 02 de agosto de 2018, se publicó el Decreto de la Asamblea Nacional Constituyente (Instancia inconstitucional) que deroga la Ley de Ilícitos Cambiarios. El documento señala en su artículo número uno que la nueva normativa establece la derogatoria del régimen cambiario y sus Ilícitos “con el propósito de otorgar a los particulares, tanto a personas naturales como jurídicas, nacionales o extranjeras, las más amplias garantías para el desempeño de su mejor participación en el modelo de desarrollo socio-económico productivo del país”.A partir de la entrada en vigencia del presente Decreto Constituyente, se deroga el artículo 138 del Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley del Banco Central de Venezuela en lo que concierne exclusivamente al ilícito referido a la actividad de negociación y comercio de divisas en el país (BCV,2018).
Nos encontramos frente a una medida dirigida a despenalizar el intercambio de divisas entre particulares y personas jurídicas en el país, eso sí en el mercado negro, cesa la penalización a quienes vendían divisas en el mercado paralelo y la misma no desmonta el control de cambio en el país. Este nuevo lineamiento que anuncia Maduro es una medida producto de la asfixia financiera en la que se encuentra el gobierno nacional como consecuencia de la caída de los ingresos de divisas, de la producción petrolera (destrucción de PDVSA) y lo comprometido que está parte de la producción que se obtiene en la industria, la cual ya se encuentra en graves dificultades por los contratos desventajosos para la nación que suscribieron.
El saqueo de las divisas del país es un aspecto (o realidad) que se hace presente al tratar el tema del control de cambio en Venezuela y más aun de un gobierno indiferente, que no investiga al respecto y es cómplice del desfalco.
La despenalización de la actividad cambiaria en el mercado paralelo pretende estimular un mercado cambiario que le permita al gobierno de Nicolás Maduro hacerse de recursos para tratar de cubrir necesidades financieras dada la caída de los ingresos petroleros y otras actividades. Las remesas familiares son un objetivo dentro de esta estrategia en vista de la magnitud que representan. Ecoanalítica, afirma que para el año 2018, “las remesas hacia los hogares venezolanos se promedian en $100 mensuales por hogar”. Las cifras del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), que calcula que en 2017 ingresaron al país más de $2 mil millones por concepto de remesas y las estimaciones señalan que en el año 2018 el monto podría alcanzar $6.000 millones producto del éxodo de venezolanos.
Es importante dejar claro que la derogatoria de la Ley de Ilícitos Cambiarios no implica el desmontaje del control cambiario en Venezuela, todo indica que el Gobierno impulsará un tipo de cambio dual, donde mantiene un valor de cambio oficial y permitirá otro tipo de cambio paralelo que lo establecería el mercado negro que ahora legalizarían. Venezuela tiene una larga historia sobre lo nefasto de este tipo de medidas porque son ineficaces y generan focos de corrupción. Al mismo tiempo es importante señalar que estas medidas aisladas de un plan económico no resolverán la crisis económica del país. El Gobierno debe explicar al país cómo va funcionar el mercado cambiario.
Es importante puntualizar lo siguiente:
- La derogatoria de la Ley de Ilícitos Cambiarios no implica el desmontaje del control cambiario en Venezuela.
- El gobierno no ha explicado qué medidas tomará a partir de la derogatoria de la Ley de Ilícitos Cambiarios.
- Todo indica que el Gobierno impulsará un tipo de cambio dual, donde mantiene un valor de cambio oficial y permitirá otro tipo de cambio paralelo que lo establecería el mercado negro que ahora legalizarían.
- Venezuela tiene una larga historia sobre lo nefasto de este tipo de medidas porque son ineficaces y generan focos de corrupción.
- Estas medidas aisladas de un plan económico no resolverán la crisis económica del país.
- El Gobierno debe explicar al país cómo va funcionar el mercado cambiario.
Prof. Luis Crespo, Docente Investigador UCV, Msc. Moneda e Instituciones Financieras / Especial para