La labor de defensa y promoción de los derechos humanos en Venezuela se ha visto amenazada por diversos patrones que se intensifican cada vez más. En los últimos años, y de manera progresiva, las organizaciones no gubernamentales en Venezuela han sido estigmatizadas, a lo que se han sumado ataques directos, criminalización, encarcelamiento, judicialización, allanamientos, persecución, normativas administrativas restrictivas y ataques digitales.

Entre 2020 y 2021 la campaña sistemática contra organizaciones de derechos humanos en el país se intensificó a gran escala, alcanzando incluso a actores humanitarios de Naciones Unidas y de organizaciones internacionales que intentan ayudar a las poblaciones vulnerables en el terreno.

La aplicación de leyes como la inconstitucional “Contra el Odio” y Contra el Terrorismo son instrumentos constantes para enjuiciar a defensores y activistas sin importar los llamados de atención y las recomendaciones de instancias internacionales en materia de derechos humanos.

Sin embargo, en medio de la Emergencia Humanitaria Compleja y el desmantelamiento institucional que aqueja a Venezuela el esfuerzo de estas organizaciones es fundamental para sectores de la población que están cada día más desprotegidos por el Estado y que anhelan la búsqueda de la justicia.

Sin su trabajo en favor de la verdad y la justicia sería imposible avanzar en procesos de rendición de cuentas por las sistemáticas violaciones de derechos humanos en el país. Pero, además, su labor es clave en el esclarecimiento de los hechos y en los procesos que permitan que los autores de esas violaciones sean juzgados.

La labor constante de documentación, denuncia y difusión de las violaciones a los derechos humanos –que desarrollan pese a las amenazas y la reducción del espacio cívico– es esencial para abonar la memoria histórica y que no se repitan estos crímenes.

Es por ello que el trabajo de las organizaciones de la sociedad civil organizada es de gran importancia para el presente y el futuro, más aún en un país que carece de garantías de derechos y justicia.

Es fundamental defender a quienes nos defienden, alzar la voz por los que están en la primera línea para aliviar la situación humanitaria y de derechos humanos en el país. De allí que en esta cuarta edición aniversario del Boletín Crisis en Venezuela queremos reconocer la labor de las 11 organizaciones que forman parte de esta iniciativa.

Gracias por su constancia y por confiar en este espacio y por defender derechos humanos en Venezuela.

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