A la interrupción del servicio eléctrico del 22 de julio, que se repitió en la mañana siguiente aunque en forma más breve, se sumó la falta de agua en los hospitales J.M. de los Ríos, Universitario de Caracas y Miguel Pérez Carreño
Reporte Proiuris
Erick S. González Caldea

Por el apagón que este 23 de julio afectó todo el país, los servicios de los hospitales J.M. de los Ríos, Universitario de Caracas y Miguel Pérez Carreño se redujeron a la atención de las más graves emergencias.

En el servicio de Nefrología del J.M de los Ríos, la contingencia fue paliada con plantas eléctricas que se activaron 20 minutos después de la interrupción del suministro de energía eléctrica.

Pero la situación se agravó con la falta de agua en el principal centro de salud pediátrica del país, como lo indicó la madre de uno de los niños: “Lo más grave es la falta del agua, porque afecto a varias de las áreas del hospital, sobre todo Nefrología. A pesar de todo, se pudo continuar con el tratamiento de diálisis a la hora acordada en la tarde”.

Uno de los médicos de ese servicio, quien pidió no ser identificado, ratificó que el contratiempo se superó.  “Se pudieron dializar a los niños pautados para la tarde. No hubo problemas con las diálisis, porque desde el primer apagón (en marzo pasado) hemos aprendido a reaccionar más eficazmente. A pesar de todas las contingencias hemos atendido a los pacientes de forma correcta”. 

El área de nefrología continuó prestando servicio, a pesar de que las plantas eléctricas funcionario completamente 20 minutos después del apagón | Foto: Erick González 

 “Solo se están atendiendo los casos más graves y por emergencia”, señaló un funcionario que controlaba el ingreso de personas en la entrada principal del J.M. de los Ríos. El día de ayer el control fue más riguroso que de costumbre, advirtieron varias personas consultadas en el lugar.

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A las 9:00 am de este martes 23 de julio, hubo otra interrupción del suministro de energía eléctrica, aunque por pocos minutos. En el piso 4, donde está ubicado el Servicio de Nefrología, varios niños, niñas y adolescentes estaban recibiendo su tratamiento de diálisis. “La planta no prendió correctamente y la energía eléctrica no surtió a todas las máquinas de diálisis. Tuvieron que desconectar a dos niños por eso. Gracias a Dios que volvió a la normalidad el aparato y los volvieron a dializar a los niños, a los pocos minutos”, señaló otra de las madres presentes, que explicó que actualmente funcionan 8 máquinas.

El HUC a oscuras

En el Hospital Universitario de Caracas, ubicado dentro de la Universidad Central de Venezuela, el mega apagón dejó a oscuras a casi toda la instalación. Solo el área de emergencia estaba completamente operativa y con energía eléctrica.

La entrada al hospital estaba restringida a solo emergencias | Foto: Alan Márquez 

La seguridad en el sitio estaba a manos de milicianos y funcionarios del hospital, quienes interrogaban a los visitantes. “Solo entran los casos de extrema emergencia”, explicó uno de los funcionarios.

En un recorrido por las instalaciones, Proiuris pudo verificar que las intervenciones quirúrgicas fueron suspendidas y que los pabellones estaban a oscuras. Los ascensores también estaban fuera de servicio.

Sin embargo, solo funcionaba el área de emergencia, consultas y sala de parto. Los demás pabellones se mantenían a oscuras.

Durante el corte de luz de esta mañana, la planta eléctrica reaccionó rápidamente. Pero, los pasillos se mantuvieron oscuros, así como los ascensores apagados.

Varias personas están hospitalizadas en el HUC denunciaron la falta de agua y las fallas en el servicio de laboratorio, que no operó durante el apagón. “No hay agua, la tenemos que traer nosotros mismos. Además, los ascensores tampoco funcionan», dijo sostuvo Rosibel Hernández, suegra de una de las muchachas que dio a luz el domingo en el hospital.

Al parecer, la falta de agua también causó la suspensión de las cesáreas. “No hay laboratorios, no hay agua… A mi nieta tienen que hacerle una cesarea y no han podido porque no tiene los resultados de las pruebas de laboratorio”, señaló Ana Briceño, abuela de una de las mujeres embarazadas afectadas por las fallas.

Emergencias “reales”

La oscuridad también fue lo distintivo en el hospital Miguel Pérez Carreño durante y después del apagón de este 23 de julio. Solo la sala de emergencia y los pabellones tenían servicio eléctrico, aseguró una de las enfermeras.

“No hay agua. Ayer fue lo mismo, hasta peor, porque del piso 1 hacia arriba no hubo luz”, señaló otra de las enfermeras en el área de Laboratorio.

La emergencia del hospital Pérez Carreño funcionó con regularidad a pesar de la falla eléctrica del país | Foto: Alan Márquez

En el área de Emergencia del Pérez Carreño, 40 personas esperaban por atención. Pero, debido a las fallas eléctricas, la atención médica solo se limitaba a las emergencias “reales”, como comentó uno de los funcionarios.


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