En una comunicación remitida este 11 de abril de 2017, 28 ONG venezolanas expresaron sus preocupaciones a las autoridades norteamericanas sobre los comentarios sobre el país realizados por el Almirante Kurt Tidd, jefe del Comando Sur, en su discurso frente al Comité de Servicios Armados del Senado de Estados Unidos, el pasado 6 de abril.
En su reporte, Tidd expresó: “Venezuela se enfrenta a una inestabilidad significativa en el próximo año debido a la escasez generalizada de alimentos y medicamentos. La incertidumbre política continúa, así como el empeoramiento de la situación económica. La creciente crisis humanitaria en Venezuela podría, eventualmente, obligar a una respuesta regional”. Para las ONG aunque las palabras del funcionario parecieran referirse a las gestiones diplomáticas realizadas por organizaciones del continente como la OEA o MERCOSUR, su alocución coincidió con el inicio de acciones unilaterales de su país contra Siria, las cuales no contaron con la aprobación del Congreso de Estados Unidos ni tuvieron el consentimiento del Consejo de Seguridad de la ONU.
Al respecto las ONG afirmaron: “Esta acción unilateral es contraria a la necesidad de agotar los mecanismos multilaterales diplomáticos, con respeto a los derechos humanos, que como organizaciones promovemos para facilitar el retorno de nuestro país a la democracia. Hemos coincidido con el doctor Luis Almagro, Secretario General de la OEA, sobre el objetivo de que la presión diplomática internacional permita que seamos los propios venezolanos quienes decidamos nuestro destino, mediante el ejercicio de nuestro derecho al voto y la restitución de la vigencia del resto de los derechos sociales, civiles y políticos que hoy son negados por el gobierno venezolano”.
Dos de las organizaciones firmantes de la comunicación, Provea y el Centro de Derechos Humanos de la UCAB, habían rechazado anteriormente las sanciones del llamado “Decreto Obama” por su carácter unilateral, violatorio además del derecho a la defensa de los funcionarios venezolanos afectados.
Para las 28 ONG la aplicación de la Carta Democrática Interamericana (OEA) o el Protocolo de Ushuaia II (Mercosur) fueron medidas acordadas, ante ausencia de democracia, por los diferentes países de la región, lo que no podría calificarse como “injerencia”, sino el cumplimiento de los acuerdos suscritos soberanamente por el Estado venezolano. Una situación muy diferente sería la imposición unilateral de sanciones por parte de algún país de la región.
Las dos solicitudes concretas realizadas por el conjunto de ONG fueron:
– A la Administración del presidente Donald Trump, abstenerse de cualquier tipo de acción unilateral, militar o de otro tipo, contra Venezuela.
– Al Congreso de los Estados Unidos, abstenerse de aprobar cualquier solicitud de actuación unilateral por parte de la administración, militar o de otro tipo, contra Venezuela.