ACERCA DEL AUTOR:

Author profile
Marino Alvarado

Abogado, Coordinador de Exigibilidad Legal de Provea.

El sindicalismo venezolano históricamente se ha vinculado a la acción política y muchos de sus dirigentes a su vez tienen activa participación en partidos políticos.

En el siglo pasado y en presente algunos tuvieron experiencias en su condición de diputados, ministros u otros altos cargos estatales. Esa vinculación con los partidos no es un asunto del pasado, está vigente. Un ejemplo concreto es el actual ministro del trabajo Francisco Torrealba quien fue dirigente sindical, es actualmente miembro de la dirección nacional del Partido Socialista Unido de Venezuela.

Entre el movimiento sindical que, apuesta, trabaja y lucha por el rescate de la democracia también existen esos vínculos. A veces públicos en otros casos más discretos.

Elegir y ser elegido es un derecho y por lo tanto debe reivindicarse la libertad de cada sindicalista de simpatizar o ser activista de un partido político incluso optar por cargos de elección popular.

Ahora bien, la acción política partidista de los sindicalistas no debe hipotecar ni el ejercicio de la libertad sindical, ni el programa de lucha laboral. Un sindicalista integrante de un partido político debe comprender que por encima de su militancia está la responsabilidad y obligaciones con los compañeros de trabajo que lo eligieron y representa.

El compromiso de defender sus derechos e intereses es frente a todos y todas las trabajadoras. No es para defender solo a quienes simpaticen con su partido político.

Un dirigente sindical opositor al gobierno tiene la obligación de defender los derechos e intereses de un trabajador que se catalogue simpatizante de quienes hoy detentan el Poder o simplemente no tenga ningún interés por los temas políticos. Su labor debe orientarse a la defensa de los derechos humanos laborales de todas y todos.

El próximo año será un año electoral y con seguridad algunos dirigentes combinarán su actividad sindical con el proselitismo político. En ese contexto y práctica se debe evitar el error de hipotecar la agenda laboral.

Es importante cuidar el proceso de convergencia en la acción que se vienen construyendo desde el segundo semestre de 2021. Que se mantenga en la agenda pública una agenda de lucha y de exigencias para ser presentadas a las actuales autoridades, pero también a los y las candidatas a la presidencia.

El movimiento sindical venezolano puede dar un importante aporte a la lucha por el rescate de la democracia sin descuidar reivindicaciones como la reconstrucción del salario, salario y pensiones dignas, trabajo decente, respeto a las convenciones colectivas y libertad de los presos políticos en el marco del reclamo por el cumplimiento a las recomendaciones de la Comisión de Encuesta de la OIT.

ACERCA DEL AUTOR:

Author profile
Marino Alvarado

Abogado, Coordinador de Exigibilidad Legal de Provea.