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Rafael Uzcategui

Sociólogo y editor independiente. Actualmente es Coordinador General de Provea.

Rafael Uzcátegui | 1.-El responsable de la “politización” de la Ayuda Humanitaria es Nicolás Maduro. Desde el año 2014 las ONG alertamos sobre el aumento de los índices de pobreza en el país y los retrocesos en los derechos a la salud y a la alimentación. El deterioro acelerado del acceso a los medicamentos nos impulsó a plantear, en diferentes niveles del Estado, la necesidad de recibir Ayuda Humanitaria (AH) debido a la incapacidad gubernamental de garantizar tratamientos y asistencia médica para los venezolanos. La respuesta oficial siempre fue la negación de la situación y el rechazo en aceptar cooperación internacional por razones exclusivamente políticas e ideológicas, alejadas de las obligaciones del Estado en garantizar derechos a la población. Una Emergencia Humanitaria Compleja, como la que sufre Venezuela, es consecuencia de malas decisiones gubernamentales y no desastres naturales ni conflictos armados.

2.-Las agencias de Naciones Unidas han respondido tardíamente a la situación. El 21 de julio de 2016 un grupo de 76 ONG venezolanas remitimos una comunicación a Ban Ki-Moon, Secretario General de Naciones Unidas, para expresarle la indignación y rechazo ante el desempeño y silencio de las agencias del Sistema de las Naciones Unidas establecidas en Venezuela, en particular respecto de las responsables de la salud y la alimentación. 15 días después el Secretario General reconocía la crisis humanitaria en el país. Sin embargo, ha sido 3 años después, a raíz de la solicitud de AH realizada por la Asamblea Nacional, que se ha realizado la primera reunión conjunta entre las Agencias de la ONU y un grupo representativo de ONG venezolanas para iniciar un proceso de cooperación sobre el tema.

3.-La migración rompió la duda regional sobre la crisis venezolana. Durante muchos años las ONG venezolanas transmitimos alertas tempranas a los gobiernos, así como a las organizaciones sociales y populares de la región, sobre la degradación de las instituciones y de las condiciones de vida de la población. Debido a nuestra historia como país petrolero y el discurso del gobierno bolivariano, la respuesta a nuestras preocupaciones era la incredulidad. No fue hasta el desborde de la migración forzada venezolana, en un breve lapso de tiempo, que se generó la sensibilización sobre la ausencia de medicamentos, tratamientos médicos y una alimentación suficiente que obligaba a miles de personas a huir del país.

4.-Hugo Chávez se benefició de la cooperación internacional en salud que hoy se le niega al resto de los venezolanos. El propio expresidente Chávez reconoció la incapacidad del Estado para salvar vidas y aliviar el sufrimiento al desconfiar del sistema público de salud del país y colocar la atención a su enfermedad bajo un tratamiento médico suministrado por otros países. Esta posibilidad es la que hoy se niega al resto de la población.

5.-Cuando el Estado nacional no está en capacidad de garantizar la salud y alimentación de sus ciudadanos, recibir ayuda humanitaria es un derecho de la población. Obstaculizar la respuesta humanitaria por parte de las autoridades que ejercen control sobre las estructuras estatales puede acarrear responsabilidades por causar sufrimiento de manera intencional o atentar gravemente contra la integridad o la salud de las personas, definido como un Crimen de Lesa Humanidad por el artículo 7, Literal K del Estatuto de Roma.

6.-La Ayuda Humanitaria no debe instrumentalizarse para otros fines que no sean salvar vidas y aliviar el sufrimiento de la población. Deben tener participación las agencias internacionales con amplia experiencia en la gestión de AH, coordinadas con diferentes actores del país. Su distribución no puede convertirse en un elemento de conflicto, que ponga en riesgo la vida o integridad de sus beneficiarios o de los actores humanitarios.

7.-Reconocemos que un órgano legítimo del Estado, la Asamblea Nacional, haya solicitado ayuda humanitaria y que un grupo de países hayan respondido a este llamado. Sin embargo, cualquier respuesta humanitaria debe cumplir los principios de universalidad, humanidad, neutralidad, independencia e imparcialidad establecidos internacionalmente como estándares para su distribución a la población.

8.-El concierto Venezuela Live Aid representa el mayor esfuerzo de difusión y sensibilización de la emergencia humanitaria compleja en nuestro país. La iniciativa de realizar un concierto gratuito en la frontera colombo-venezolana, con la participación de conocidos músicos internacionales y con el objetivo de recaudar dinero, representa la cúspide del esfuerzo que por años hemos realizado las ONG venezolanas: Utilizar todas las herramientas y lenguajes posibles para alertar sobre la gravedad de la situación y generar mecanismos de solidaridad en beneficio de quienes hoy lo necesitan. Provea aplaude la iniciativa, felicita a todos los sectores que han estado involucrados en su organización y agradece a las autoridades y al pueblo colombiano por su comprensión y solidaridad con la dramática situación de los venezolanos.

9.-Cada día que pasa Nicolás Maduro en el poder son 24 horas más de sufrimiento para los venezolanos, especialmente los más vulnerables. Debido a su negativa en reconocer la gravedad de la situación, rectificar en políticas contraproducentes para los derechos humanos y persistir las medidas que aumentan la pobreza y el autoritarismo, Nicolás Maduro se ha convertido en el principal obstáculo para que los venezolanos puedan alcanzar una vida con dignidad y en democracia. La salida al conflicto político, social y económico es la realización de elecciones libres, transparentes e inclusivas que permitan el ejercicio pleno de la soberanía popular sobre los destinos del país.

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