Héctor Escandell | Da tres pasos, se agacha, apunta, enfoca el objetivo, dispara y se mueve hacia un costado. La acción la repite una y otra vez. Cambia el peine, sigue disparando y enfocando. Cambia de arma, tiene todo controlado. Vuelve a disparar y sigue apuntando al objetivo de madera. El ministro tiene puntería.
El mensaje es claro: si te equivocas llevarás plomo. Si se te ocurre protestar, quedarás como el blanco de madera. Lleno de balas. ¿Así o más claro?
El 20 de julio, Padrino López le dijo al país que tiene todo bajo control, que la constituyente va y punto. Así sea a punta de balas. El ministro está listo, su 9 milímetros está a tiro, su ametralladora también. ¿Quién quiere paz?
Venezuela comenzó a transitar sus días finales, la hora cero está en marcha y el fin de la República es la consecuencia. Desde el 31 de julio tendremos patria, pero no República. En agosto comenzaremos a transitar la senda del Psuv como país. El reglamento interno de un partido se hará la ley de todos.
Ya sabemos varias cosas que traerá la constituyente, o mejor dicho, varias cosas que se llevará la constituyente. Ya no habrá Fiscalía. La Justicia Militar decidirá que tan patriota eres
Lo que antes se llamó Constitución -pacto social- donde todos los sectores tenían cabida, ahora se reduce al pensamiento único, a una sola forma, a un solo método. Ahora el país será el Psuv. No hay para más.
Ya sabemos varias cosas que traerá la constituyente, o mejor dicho, varias cosas que se llevará la constituyente. Ya no habrá Fiscalía. La Justicia Militar decidirá que tan patriota eres.
Tampoco habrá más elecciones universales, directas y secretas. El Carnet de la Patria, la sectorización de los venezolanos y otras maňas harán de los procesos electorales meros formalismos para garantizar que el Psuv siga mandando. Aquí y allá.
Las empresas de producción de alimentos y medicinas también tienen sus días contados. Ya lo alertó Iris Varela. Empresas Polar será lo que ellos nunca pudieron construir. Al fin tendrán una fábrica hecha y derecha.
El ministro Padrino es un reflejo de lo que está pasando el país desde abril. Nunca hubo exceso de la fuerza, nunca hubo conductas aisladas, no hubo nunca un soldado asustado y por eso disparó a Fabián Urbina. Todo es parte de un sistema, de una forma de resolver los conflictos. El ministro confirmó con su práctica que todo es parte de una política de Estado. Los más de 100 muertos en manifestaciones son el resultado de una política de Estado. Es la manera que tiene el Psuv para construir la “paz”.
Lo más grave de todo, es que no hay marcha atrás. Esta máquina parece no tener freno, no tiene neutro, no tiene ni retroceso. Siguen y siguen.
Después de todo, la constituyente es eso que hizo el ministro. La constituyente es un disparo certero al alma de la República. Él sigue disparando, ellos siguen disparando. La República está muriendo.
Pd: al final del día, la única hora cero que le sirve al país es la negociación. Como en todo conflicto, será mejor hacer cuanto antes.