ACERCA DEL AUTOR:
Oly Millán
Economista (UCV) y exministra del Ministerio para la Economía Popular (2006). Integrante de la Plataforma Ciudadana en Defensa de la CRBV y de la Plataforma Contra el Desfalco a la Nación.
Oly Millán | Después de varios años sin conocer las cifras oficiales de la dramática situación que vive la economía venezolana, en mayo del presente año, el Gobierno Nacional, por fin, publica las cifras macroeconómicas que dan cuenta de lo que sabemos y sentimos los venezolanos cuando hablamos de crisis económica, correlato del drama social complejo que padece la población en general.
En el siguiente cuadro, realizamos un resumen de los principales indicadores macroeconómicos publicados por el Ejecutivo Nacional.
Principales Indicadores Económicos
Como se puede apreciar en la referida información oficial, se evidencia, inclusive tomando en cuenta algunas cifras que pudiéramos catalogar como poco convincentes como es el caso de la inflación, la grave crisis económica que padece el pueblo venezolano. De igual modo, se muestra en dicho cuadro como la situación económica del país se fue tornando, entre el 2014 al presente año, cada vez más dramática y caótica, presentando una tendencia sostenida de profundo deterioro. Un caso emblemático de esta situación es el hecho de que a fines del 2017 se empieza a manifestar un fenómeno nuevo, el cual no tiene precedente en la historia económica del país, como es el caso de que Venezuela entra técnicamente a una situación hiperinflacionaria, cuando en octubre del 2017, según información suministrada por la firma Econométrica, se registra una inflación de 50.6%, aunque para el BCV es en diciembre de ese mismo año que se registra una inflación por encima del 50% intermensual.
En este mismo orden de ideas, tenemos que para fines del 2017, según datos del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de la Comisión Económica para América Latina (Cepal), la inflación se ubicó por encima de tres cifras, evidenciándose la entrada del país en una espiral perversa de hiperinflación con una caída escandalosa del PIB.
La crisis venezolana, que resulta ser la confluencia dialéctica y sistémica de un conjunto de factores multidimensionales tanto internos como externos, refleja hoy en día, lamentablemente, una realidad que pareciera no tener salidas en el corto plazo y menos aún que involucre una mejoría en las precarias condiciones de vida del pueblo venezolano. Pero también debemos decir que la comprensión de esta crisis requiere y exige, para evitar cometer errores y justificar lo injustificable, caer en una interpretación lineal y binaria de la realidad, que solo sirve a quienes pretenden evadir responsabilidades en el manejo errado de la política económica como también a los intereses que se benefician de la propia crisis.
Esta crisis que si bien, tiene factores relacionados con la concepción y conducción de la política económica que a lo largo de los últimos casi veinte años, ha instrumentado tanto el Gobierno de Hugo Rafael Chávez Frías como de su sucesor inmediato Nicolás Maduro, también tiene como sustrato el agotamiento del modelo económico centrado en la renta petrolera, el cual evidenció sus primeras campanadas a fines de la década de los setenta del siglo pasado, cuando se produjo una devaluación historia de la moneda, hecho conocido como “viernes negro” muestra de la pérdida de la capacidad del ingreso petrolero para soportar y motorizar las exigencias de la dinámica económica nacional. Otro aspecto de suma importancia para considerar medianamente un análisis más objetivo y necesario de la crisis, es aquel que debe partir por tratar de explicar el fenómeno desde una perspectiva compleja, dialéctica, global e integral de la economía venezolana, lo cual implica definir la íntima relación que tiene esta con la económica mundial, es decir, es imposible analizar y comprender la génesis y desarrollo de la crisis económica de Venezuela, sin realizar un análisis que tome en cuenta, en pleno siglo XXI, las propias contradicciones que presenta el sistema capitalista mundial (SCM) así como al orden internacional que a este corresponde.
Venezuela desde que se produce la explotación petrolera a inicios del siglo XX, comenzó a vivir una metamorfosis en cuanto a su estructura económica y social que tuvo sus efectos en el modelo que se fue perfilando a lo largo del siglo XX y que le generó una muy particular vinculación al sistema capitalista mundial y, por ende, a la geopolítica energética mundial. Según Baptista: entre 1920 y 1995 el 91 por ciento del petróleo extraído se comercializó en el extranjero, pues hoy en día se puede afirmar que esa situación no solo ha continuado, sino que se ha profundizado. Esta forma particular de relación, nos permite asegurar que cualquier cambio ocurrido en el plano internacional (en la geopolítica energética) tiene sus efectos concretos y directos sobre el desempeño de la economía venezolana.
Es así como, ante la importante caída de los precios del petróleo luego del último boom de precios que se vivió entre 2006 y el 2014, el país ameritaba entrar en un debate nacional, de por sí tardío pero necesariamente impostergable, sobre el modelo económico y la responsabilidad que se tenía de revisar la política económica (excesivo gasto del Estado, control cambiario y sobrevaloración de la moneda, excesivo endeudamiento público tanto interno como externo) y la instrumentación de un plan que permitiera reorientar el comportamiento inercial de la tendencia alcista del gasto del Estado, investigar y establecer correctivos sobre el desfalco y fuga de capitales estimados en aproximadamente 300.000 millones de USD, así como la toma de medidas para minimizar el enorme peso que tiene la deuda total, estimada en aproximadamente 180.000 millones de USD, sobre las finanzas públicas. Pero esa situación no ocurrió y el Gobierno de Nicolás Maduro prefirió construir un discurso donde responsabilizaba exclusivamente tanto al sector privado como a la oposición política, de instrumentar lo que ha venido denominando como “guerra económica”, mientras continuó otorgándole dólares a precios preferenciales a personas naturales y a empresas, se incrementó el gasto del Estado, y continuó pagando puntualmente el servicio de la deuda mediante un proceso de reingeniería financiera y de mayor endeudamiento, mientras se continuaba la profundización de los desequilibrios macroeconómicos y la tendencia combinada entre baja de los precios del petróleo con una caída diaria de la producción que se fue haciendo cada vez más crónica.
Cabe señalar, que debemos reconocer que la caída en los precios del petróleo no fue tan dañina a la economía nacional, como sí lo ha sido la disminución sistemática de la producción de petróleo. Para el año 2013 PDVSA, según cifras OPEP, producía 2.789 MBD de petróleo mientras que para febrero del presente año, su producción llegó a estar alrededor del 1.201/914 MBD con pronósticos de continuar la tendencia de caída en la producción. Aunque se tiene conocimiento de que las sanciones económicas aplicadas a PDVSA por parte del Departamento de Estado de los EEUU ha incidido negativamente sobre la producción petrolera, en especial durante el 2018 y lo que va del presente año, es innegable que la dramática situación en la que se encuentra actualmente la industria petrolera, no se le puede atribuir toda la responsabilidad al efecto negativo que sobre ella han tenido las sanciones, ya que, como lo han venido documentando y advirtiendo expertos en el área, la lamentable situación en la que se encuentra PDVSA se debe a la conjunción de factores relacionados con hechos de corrupción, de sobreendeudamiento financiero y comercial, ineficiencia y militarización en la gestión, aunado a las erradas decisiones estratégicas que se han venido tomando a lo largo de los últimos diecisiete años.
El drama social complejo:
Esta situación de crisis que presenta Venezuela ha tenido su correlato en lo que se puede definir como crisis social compleja, nos referimos a que el país ha sufrido un importante revés en cuanto a los grandes logros que en el ámbito social había obtenido el proceso bolivariano. Hoy tenemos que, de acuerdo a la última encuesta ENCOVI, para el año 2018 los hogares pobres, medidos en términos de dimensiones, se incrementaron en un 48%, siendo la cifra del año 2017 suficientemente alarmante con un 46%. Por otra parte, el consumo de alimentos per cápita de la población ha disminuido de forma alarmante, en el siguiente cuadro se puede apreciar dicho comportamiento:
Consumo Diario Per Cápita II Semestre 2013 – II Semestre 2017
A Fines del 2018 el Gobierno de Nicolás Maduro elabora e instrumenta un Plan Económico para enfrentar la crisis.
El pasado 20 de agosto del 2018, el Presidente Nicolás Maduro sale por primera vez del discurso político de atribuirle toda la responsabilidad de la crisis económica a la “guerra económica” y anuncia la instrumentación de un plan denominado: Programa de Recuperación Económica, Crecimiento y Prosperidad. En el referido anuncio, por primera vez, reconoce públicamente haber creado dinero inorgánico como mecanismo para financiar el déficit fiscal. Entre el año 2017 y el 2018 la liquidez monetaria tuvo un incremento de 63.257%.
Ese Programa, el cual pudiéramos decir que sigue vigente, presenta un conjunto de líneas de acción y de mecanismos a través de los cuales se busca lograr los objetivos planteados, en síntesis el Programa se pudiera resumir como sigue:
Mis Observaciones criticas al referido Programa y sus resultados a la fecha:
- Primera observación crítica: En ninguna parte del programa se presentó un diagnóstico de la economía venezolana. No se explicó cuáles son los problemas (coyunturales o estructurales) y cuáles son sus causas, tampoco deja claro explícitamente cual es la realidad que se pretende transformar. Carece de una visión de totalidad, por lo tanto no toma en cuenta la situación del sistema capitalista mundial, su geopolítica y mucho menos la forma como Venezuela se relaciona con éste.
- Segunda observación crítica: al no existir, por lo menos visiblemente, un diagnóstico claro, que parta de un análisis de complejidad (de la interrelación dinámica de diversos factores tanto nacional como internacional), por lo tanto sus objetivos no son muy realistas y sus metas muy poco definidas, un ejemplo de ello es la búsqueda de un déficit fiscal cero. El Plan luce como un conjunto de medidas incoherentes, inconexas y con poca viabilidad económica, social y especialmente política. El Plan se fue conociendo semana tras semana, no existiendo para la fecha de su lanzamiento una presentación completa, dejando ver un proceso de diseño e instrumentación del mismo casi que sobre su puesta en marcha.
- Tercera observación crítica: Un Programa que buscaba generar un impacto en la sociedad venezolana, pero que no es producto de una discusión amplia y mucho menos de un consenso por parte de los principales actores políticos y económicos que lo definen, pudiéramos decir, con poca viabilidad política.
- Cuarta observación crítica: Se sustenta en el ejercicio autoritario del poder por parte de la élite que gobierna y consecuentemente en la supresión de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV), es un Programa que no cuenta con una base institucional reconocida interna y externamente, porque se basa en las decisiones que avala la inconstitucional “Asamblea Nacional Constituyente”.
- Quinta observación crítica: Un Programa que pareciera tener una importante visión monetarista, entendida ésta como la concepción que es la política monetaria la que puede tener efectos sobre la producción…
- Sexta observación crítica: No dice nada de la crisis en el sector salud, educación, transporte, servicios básicos. Tampoco sobre el incremento de la pobreza y de la desigualdad. No toma en cuenta la crisis social compleja que padece el pueblo venezolano.
- Séptima observación crítica: No explica cómo recuperar la producción en general y, en especial, de las industrias estratégicas como PDVSA. Un Programa que no dice nada sobre la deuda externa y como se debe enfrentar.
- Octava observación crítica: No reconoce como fenómenos de la profunda crisis, el drama de la migración de venezolanos y el tema de la hiperinflación.
Como lamentablemente era de esperarse a 12 meses de la puesta en marcha del Programa de Recuperación Económica, Crecimiento y Prosperidad, la situación de crisis económica que padece el pueblo venezolano se ha profundizado, lo que evidencia el rotundo fracaso del mismo. Una evidencia inobjetable, es el hecho de que cuando se puso en marcha dicho Programa el salario mínimo de los trabajadores venezolanos, que de por sí era bastante bajo, equivalía a 30 USD mensuales, hoy en día, ese mismo salario equivale a aproximadamente 2,0 USD mensuales.
Estimación realizada con base en las cifras publicadas por el BCV hasta el III trimestre 2018.
Desde el 2014 hasta el 2018: Acumulada Dic/Dic.
Variación entre agosto 2018 hasta abril 2019.
En agosto 2018 M2 se ubicó en 65.823.176.805 Bolívares y en mayo 2019 en 6.581.995.721.720 bolívares.
Según la definición de Philip Cagan.
https://www.efe.com/efe/america/economia/venezuela-entra-en-hiperinflacion-por-primera-vez-su-historia/20000011-3426684
La inflación fue de 55.6% con respecto al mes de noviembre de ese mismo año.
Nos referimos a la abrupta devaluación que, durante la presidencia de Luis Herrera Campins, sufrió el bolívar ocurrida el 18/02/1983.
Baptista, A(2003). El Relevo del Capitalismo Rentístico. Hacia un nuevo balance de poder. Caracas, Venezuela: Fundación Polar. Pág.44
El precio de la cesta OPEP llegó a estar por encima de los 100USD el barril.
En una investigación realizada en el 2016 por la ONG Transparencia Venezuela se identificaron 576 empresas de propiedad estatal con poca o ninguna actividad productiva.
El control cambiario se estableció en el año 2003 hasta fines 2018.
Las denuncias sobre el desfalco a la nación se realizaron por parte de la Plataforma para la Auditoria Ciudadana contra el Desfalco y la deuda, ver página: https://auditoria.org.ve/2015/05/31/lanzamiento-de-la-plataforma-para-la-auditoria-ciudadana-conto-con-significativo-apoyo-de-luchadores-sociales/
Ver: http://questiondigital.com/la-situacion-de-la-deuda-venezolana-expresion-de-un-modelo-de-permanente-extraccion-delictiva-de-capitales/
Creación de nuevos ministerios y empresas del Estado como por ejemplo las empresas asociadas a la Fuerza Armada Nacional que actualmente suman la cifra histórica de 20 empresas militares.
Aquí podemos señalar como ejemplo los bonos PDVSA 2020 garantizados con el 51% de las acciones de CITGO, los cuales son producto de la reestructuración de los bonos PDVSA 2017.
Durante la gestión del Presidente Nicolás Maduro (2013-2017) el precio promedio de la cesta petrolera venezolana ha estado por el orden de los 64 dólares el barril, mientras que la gestión del presidente Chávez (1998-2012) estuvo por el orden de los 50 dólares el barril.
Organización de Países Exportadores de Petróleo.
Miles de barriles diarios de petróleo.
Ver : http://www.pdvsa.com/images/pdf/estado_financiero/PDVSAestado_financiero_espaol_16.pdf
Ver : PDVSA; El Ocaso de Una Corporación Petrolera por el Ing. Einstein Millán Arcia, publicado el 15/03/19 en la página: https://www.aporrea.org/energia/a277014.html
Encuesta Nacional de Condiciones de Vida 2018 (ENCOVI). http://elucabista.com/wp-content/uploads/2018/11/RESULTADOS-PRELIMINARES-ENCOVI-2018-30-nov.pdf
Cifras oficiales del Instituto Nacional de Estadísticas, INE.
Arroz, Avena en hojuelas, Galleta dulce, Galleta salada, Harina de arroz, Harina de avena, Harina de maíz, Pan de trigo, Pasta alimenticia.
Arbejas, Caraotas, Frijoles, Lentejas
Ají, Auyama, Cebolla, Pimentón, Tomate, Zanahoria
Las típicas frutas tropicales: bananos,
Carne de cerdo, Carne de pollo, Carne de res, Hígado de res, Huevo de gallina.
Atún enlatado, Pescado fresco, Pescado salado, Sardina enlatada
Leche en polvo completa, Leche en polvo descremada, Leche líquida completa, Leche líquida descremada, Queso amarillo y Queso blanco.
Aceite comestible, mantequilla, margarina.
La liquidez monetaria pasó de bolívares 1.270.493.919 en el 2017 a bolívares 804.950.051.945 para fines del 2018. Fuente Banco Central de Venezuela, BCV.
Reforma monetaria donde se eliminan cinco ceros a la moneda y se denomina a la nueva moneda de curso legal como: Bolívar Soberano, Bs.S.
Gaceta Oficial N° 41.446 del 25/07/18.
Gaceta Oficial 442.671 del 02/08/18.
Es un mecanismo de control social, basado en las tecnologías de información y comunicación donde se le otorga un carnet con un chip a las personas más pobres, quienes reciben subsidios económicos directos. Quienes participan en el registro y control del carnet son las personas integrantes del partido de gobierno, es decir, el Partido Socialista Unido de Venezuela, PSUV.
Fuente BCV: El tipo de cambio Bs/USD al 08/09/19 se ubicó en Bs. 20.430.
ACERCA DEL AUTOR:
Oly Millán
Economista (UCV) y exministra del Ministerio para la Economía Popular (2006). Integrante de la Plataforma Ciudadana en Defensa de la CRBV y de la Plataforma Contra el Desfalco a la Nación.