La ONG Espacio Público contabilizó 140 denuncias de violaciones al derecho de la libertad de expresión entre enero y febrero de 2019. La detención de Luis Carlos Días se suma a la del periodista estadounidense Coddy Weddle y la del equipo de Univisión


El director de la Organización no Gubernamental Espacio Público (EP), Carlos Correa, afirmó que la detención del periodista Luis Carlos Díaz evidencia una vez más que en Venezuela existe una situación de hostigamiento en contra del ejercicio de la libertad de expresión que busca cerrar una sociedad que era abierta a la información.

“En Espacio Público hacemos monitoreo desde la perspectiva de los derechos humanos a los casos y denuncias que se van registrando de violación de la libertad de expresión. Entre los meses de enero y febrero de este año se han producido 140 casos y más de 50 detenciones, no solo de periodistas, sino de personas como trabajadores de hospitales que han denunciado la situación”, detalló en entrevista con Provea y TalCual.

Correa subrayó que se trata de un número muy alto y que demuestra que efectivamente hay una situación de hostigamiento muy fuerte para el ejercicio de este derecho para periodistas y medios de comunicación en general.

En este sentido, recordó que la semana pasada, específicamente el seis de marzo, se produjo la detención del reportero del canal de noticias Local 10 Coddy Weddle, quien fue puesto en libertad y deportado a EEUU.

Una semana antes se produjo el incidente de un grupo de periodistas del canal Univisión, que fueron detenidos en el propio Palacio de Miraflores durante una entrevista que realizaban a Nicolás Maduro

El equipo, integrado por Jorge Ramos, María Martínez, Claudia Rendón, Juan Carlos Guzmán, Martín Guzmán y Francisco Urreiztieta, fue escoltado hasta el Aeropuerto Internacional de Maiquetía para ser deportados también a EEUU.

Correa advirtió que lo que se produce con esta sucesión de eventos es que se van cerrando los espacios de información.

Agregó que las detenciones de periodistas no son los únicos modos del hostigamiento contra la libertad de expresión, señaló además el cierre de canales de televisión, como ocurrió en 2014 con NTN24 y, posteriormente, en 2017, con CNN en español.

“Vas restando los espacios de libertad; esto se observó también con este blackout informativo durante el apagón que sufrió el país, donde las personas tuvieron dificultades para enterarse de lo que estaba sucediendo y tuvieron que pasar a una dinámica interpersonal del tú a tú para poder informarse”, indicó.

– ¿Ha existido un proceso similar en la historia reciente de América Latina?

– Es difícil (saberlo) porque en términos históricos tenemos que la restricción que hubo en Chile (desde 1973), por ejemplo, fue contra la prensa convencional y acá estamos hablando de una dinámica diferente. Venezuela, con todas las restricciones que podía haber, era una sociedad abierta, circulaba información. Lo que ha venido sucediendo es que se han ido cerrando espacios

“En toda la región no hay un lugar donde no esté creciendo internet, incluyendo Cuba, pero Venezuela está retrocediendo. Hay bloqueos e incluso un envejecimiento de los equipos de conectividad. Nuestro caso es el de un retroceso. Venezuela era una sociedad abierta que se está intentando cerrar”, prosiguió.

Añadió que casos como el de China es totalmente opuesto porque se trata de una sociedad cerrada que está abriendo espacios paulatinamente.

– ¿Qué debe hacer el periodista ante esta situación de hostigamiento?

– Es muy importante no salir solos sino en grupo y comunicar sus movimientos a otros colegas y familiares. En el caso de Luis Carlos Díaz, nosotros nos enteramos por casualidad de que estaba siendo presentado ante un tribunal; pero él ya tenía muy claro que no quería ser representado por un defensor público. Por ello recomendamos que se debe avisar a un colega o amigo que debe saber lo que hay que hacer; tener un número memorizado de un contacto para que esa persona llame.

– ¿Y cuál es el procedimiento, las acciones que siguen ustedes ante un caso de estos?

-Si estamos frente a una detención arbitraria, acudimos al grupo de trabajo de detenciones arbitrarias. Nosotros introducimos una solicitud de medidas cautelares a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos e intentamos introducir un recurso de Habeas Corpus. Todo ese trabajo lo hacemos de manera gratuita.

– ¿Hacia dónde está avanzando la sociedad con toda esta situación?

– Cuando tenemos problemas como actualmente, por ejemplo que no tenemos agua o nos venden una bolsa de hielo en tres dólares, la gente comienza a conectar ese “no tengo agua” con el cómo me movilizo y visibilizo mi problema, entonces comprende la importancia de la libertad de expresión como un derecho para defender otros derechos, y actualmente todas estas restricciones han generado anticuerpos. En el caso del apagón la gente se juntaba en espacios físicos para intercambiar información. Es una sociedad que quiere información, las redes e internet es un espacio donde se consigue información y la gente ha aprendido a recolectar buena información a pesar de las dificultades y cada día sabe más cómo verificar la información y no ser tonto útil a quienes quieren desinformar.

“El tema del internet y las redes sociales no depende de si eres joven o no. Personas de mayor edad también han tenido que aproximarse a las redes para comunicarse con los migrantes. Eso está generando que la gente tenga un roce informativo. Hay un aprendizaje, porque muchas personas mayores no sabían anteriormente cómo comunicarse con sus hijos fuera del país y han aprendido a hacerlo por Whatsapp”.


Jesús Hurtado | Alianza Provea – Tal Cual