El pasado 09 de octubre, vecinos de Galipán (Caracas) se acercaron a las inmediaciones de la sede de Provea para continuar denunciando lo que aseguran es una construcción ilegal de las nuevas estaciones del teleférico, que están siendo ejecutadas por las empresas Ventel y Alfamaq, apoyadas por altos funcionarios del gobierno e Inparques; esta construcción no solo incluye el levantamiento de las bases de las estaciones por una ruta improvisada y no consultada por los habitantes, sino también la persecución a los residentes que han venido alertando de todos los daños materiales y ambientales que está causando la realización de esta obra.

Robert Hidalgo, vecino y afectado, informó que todo comenzó hace 5 años, cuando los residentes fueron contactados por la empresa Ventel para solicitar el consentimiento de la obra en los nuevos espacios, pero este informe fue presentado sin sustento, ni un estudio de impacto ambiental que lo respaldara, solo palabras. En el 2015 los pobladores se unieron y lograron recolectar más de 700 firmas en rechazo a la construcción indiscriminada de la obra, que había comenzado a afectar la zona con más de 97 árboles cortados, con perforaciones que sobrepasaban los 100 metros de profundidad pertenecientes unos a terrenos privados y espacios decretados Parque Nacional desde 1958, que además obtuvo a su favor un amparo declarado con lugar por el TSJ del 2009 que prohíbe cualquier tipo de construcción de asentamiento humano, situación que no impidió a las mencionadas empresas iniciar la construcción no planificada de las nuevas estaciones del teleférico para comunicar Vargas con Caracas.

Debido a la resistencia de la obra, los vecinos han detallado a Provea ser objeto de persecución, acoso y el hostigamiento por parte de hombres armados para ingresar a sus terrenos con el objetivo de permitir el paso de maquinarias, e incluso de amenazas con una posible instalación de un campamento del FAES en zonas aledañas a sus viviendas.

Los habitantes también afrontan el posible cobro de concesiones ilegales en la zona por parte de Inparques, acción que ninguno de los vecinos acepta por llevar años en la comunidad y por no tener ningún tipo de competencia para realizar esta clase de exigencias.

Luego de la visita a Provea, los habitantes informaron sobre la presencia de dos trabajadores de Alfamaq el 15 de octubre a las 12 de la noche, quienes sin previa autorización comenzaron a tomar fotografías en los espacios de algunas viviendas de la zona, los vecinos temen que estas fotos puedan ser utilizadas para comenzar a presionar de nuevo a los dueños de los terrenos y así continuar con la construcción ilegal de las torres del nuevo teleférico sin ningún tipo de indemnización o protección de sus derechos.

Los vecinos confirman que no han recibido ningún tipo de negociación formal por las empresas, exigen el cumplimiento de la ruta inicial de la obra que separaba las zonas de asentamientos humanos de las rurales, además del respeto de los derechos ambientales y la debida supervisión con un verdadero estudio de impacto medioambiental y afectación patrimonial.

Prensa PROVEA.