El gobierno anunció ayer que se aplaza hasta el 20 de agosto el inicio de la circulación de las nuevas monedas y billetes. Según el anuncio de Nicolás Maduro a la moneda actual se le quitarán cinco ceros. Igualmente circularán monedas de 0,50 y de 1 bolívar.Es decir, el monto mínimo en el nuevo cono monetario es la moneda de 0,50. Posiblemente, esa será la moneda con la cual se empiece pagando el transporte público tanto en el metro como en las distintas rutas urbanas. Eso quiere decir, que a partir del 20 de agosto se produciría un aumento considerable del pasaje ya que en la práctica sería como pagar hoy 25 de julio 50.000 Bs.

Lo mismo, posiblemente ocurra con la gasolina. El gobierno hará un aumento disimulado de la gasolina produciendo un aumento significativo sin darle ninguna explicación al pueblo de dicho aumento.

Lo que el gobierno aplicará con la nueva circulación de billetes y monedas es un paquete económico neoliberal. De esos mismos que aplicó Carlos Andrés Pérez en 1989 y Rafael Caldera con la Agenda Venezuela. Se descargará en los sectores más pobres buena parte del costo de la grave crisis económica. La diferencia con aquellos dos gobiernos es que se anunciaban las medidas que afectaban al pueblo, con Maduro, los efectos serán los mismos pero el gobierno no reconocerá que está aplicando un paquetazo.

El nuevo cono monetario no resolverá el problema principal que es la hiperinflación, que pulveriza los ingresos de las familias. Las proyecciones económicas no son nada favorables para el pueblo venezolano. Todo indica que los precios seguirán aumentando a una velocidad que cada hora que pase variarán. El hambre que ya es un grave problema en el país con informaciones frecuentes de niños y niñas que mueren por desnutrición, se convertirá un problema más preocupante.

Que cada vez las familias en nuestro país sobre todo las más pobres tengan que vivir con múltiples carencias y sintiendo como aumenta la miseria, tiene responsables con nombres y apellidos. No hay duda que Nicolás Maduro, todo su equipo de ministros y ministras y el directorio del Banco Central de Venezuela son los responsables principales.

Es hora de empezar a señalar a los hambreadores del pueblo. A los responsables de la debacle económica del país que genera sufrimiento y más sufrimiento a la población. La indolencia y la ineficacia del gobierno está produciendo una situación de trato inhumano generalizado en la población sobre todo las de menores recursos que hoy sobrepasa el 80%.

El gobierno con sus políticas alienta la conflictividad social. Es razonable que gremios y sindicatos diversos hoy reclamen en la calle aumentos de salarios suficientes para garantizar la canasta alimentaria y la canasta básica. Poco a poco se viene avanzando en la coordinación de esas acciones reivindicativas. Es hora de colocar en la agenda de las luchas sociales la exigencia de la renuncia de Maduro. Mientras Maduro siga gobernando la única garantía que existe es que las condiciones de vida se continúen deteriorando. Ya es un asunto de sobrevivencia. O se logra un cambio por mecanismos constitucionales o las malas condiciones de vida y los graves problemas del país seguirán profundizándose.

Prensa Provea.