En más de 60 ciudades de Venezuela el pueblo venezolano alzó su voz contra la dictadura. Desde pequeñas ciudades como Altagracia de Orituco, estado Guárico, o el Tigrito, estado Anzoátegui; Táriba estado Táchira; Apartaderos, estado Mérida, Tinaquillo estado Cojedes, y las grandes ciudades como Maracaibo, Valencia, o Maracay, el pueblo tomó la calle. Un coro se popularizó en Venezuela en las últimas 72 horas “No quiero bono, no quiero clap, lo que quiero es que se vaya Nicolás” lo cual expresa que sectores importantes de la población rechazan el chantaje que mantiene el gobierno a los sectores más pobres con la distribución de alimentos a bajo precio. Iniciando las movilizaciones en Caracas el gobierno reprimió a los manifestantes en algunos lugares de la capital pero la población se reconcentró y continuó sus movilizaciones demostrando la voluntad de luchar por el cambio.
Durante la noche del 22 de enero sectores del oeste de Caracas, que concentran un importante nivel de población de escasos recursos, desarrollaron intensas protestas. El Amparo, Avenida El Cuartel de Catia, Avenida Sucre, Los Magallanes y el histórico bastión de los colectivos paramilitares pro gobierno el 23 de Enero desarrollaron protestas. Llama la atención como en el 23 de enero desafiando la represión de los paramlitares, jóvenes salieron a exigir la salida de maduro del poder.
La población que hoy se moviliza en Venezuela se decidió a avanzar hacia el rescate de la democracia y empezar a reconstruir el país para garantizar mejor calidad de vida.
Un proceso liderado por los diputados y diputadas de la Asamblea Nacional el único poder legítimo actualmente en Venezuela al ser elegido los representantes del pueblo a través de voto en unas elecciones con mínimas garantías.
Frente al gobierno de Nicolás Maduro afirmamos que todas las fuerzas democráticas del país debemos fortalecer los mecanismos de articulación que permitan generar la necesaria movilización de calle, y la acumulación de la fuerzas suficienteS para lograr un cambio de gobierno. Hemos insistido que la solución a la crítica situación que vivimos pasa por el protagonismo del pueblo y la activación de los mecanismos establecidos en la Constitución. Se debe garantizar una renovación de los poderes públicos y la convocatoria a unas elecciones creíbles, justas e inclusivas con un árbitro electoral que genere confianza en la ciudadanía y promueva la participación.
Reivindicamos a la Asamblea Nacional como el único poder legítimo actualmente en Venezuela, y consideramos que sus diputadas y diputados tienen la responsabilidad de favorecer las iniciativas unitarias entre las fuerzas políticas, y de estas con las organizaciones sociales. El éxito de la convocatoria de hoy debe implicar para el parlamento el compromiso de seguir marcando la ruta que conduzca a Venezuela a un mejor destino en articulación con las organizaciones sociales para organizar las siguientes acciones a desarrollar.
Ante las voces que alientan -dentro y fuera del país-, salidas violentas, reafirmamos que rechazaremos cualquier tipo de intervención armada a Venezuela. Abogamos por acciones contempladas en la normativa internacional y sustentadas en la reivindicación de la paz y los mecanismos diplomáticos.
Exhortamos una vez más a la comunidad internacional y organismos internacionales de protección de derechos humanos a que sigan generando todos los mecanismos posibles para continuar su observación y acompañamiento de la situación venezolana.
La continuidad de Nicolás Maduro y su gobierno de facto es garantía de desmejora de las condiciones de vida de la población, aumento del autoritarismo y riesgo para cualquier ciudadano debido a los abusos cometidos a diario por policías y militares.
Hoy se ratifica el sentimiento del pueblo venezolano de decir basta ya a la dictadura y empezar el proceso para lograr en el futuro próximo una mejor Venezuela.
Prensa Provea 12.20 PM