Managua, 17 de agosto de 2023. La Plataforma Nicaragüense de Redes de ONG (Organizaciones No Gubernamentales), respecto a la confiscación de la Universidad Centroamericana (UCA), hace de conocimiento público que:
● Condenamos la confiscación de la UCA, sus bienes y activos, por parte del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, en complicidad con el Poder Judicial, de las autoridades del Consejo Nacional de Universidades (CNU), y de otras instituciones estatales involucradas en la incautación.
● Señalamos que, la UCA se suma a otras 27 instituciones universitarias que han sido clausuradas y confiscadas arbitrariamente, violando diversos marcos normativos internacionales suscritos por Nicaragua, referidos a los derechos a la educación. Del total de 27 universidades cerradas, 20 son nacionales y 7 internacionales. A la fecha son 3 mil 467 organizaciones sin fines de lucro las cerradas en Nicaragua.
● Reconocemos en el acto de confiscación, un golpe a los principios democráticos y la cúspide del plan del régimen por aniquilar el espacio cívico en Nicaragua, pues la UCA representa un emblema para la academia libre y crítica. La UCA es un centro de pensamiento, que a través de sus diversos institutos de investigación e historia, resguardan la memoria pasada y presente, que aportaba un acercamiento académico a las diversas realidades que atraviesan a Nicaragua.
● La UCA ha sido el alma mater de miles de nicaragüenses que hoy aportan al desarrollo social, político, académico y económico del país. Las personas graduadas de la UCA desempeñan un rol importante para la articulación y el fortalecimiento de la sociedad civil nicaragüense.
● La UCA a través de sus programas y alianzas para la formación de defensoras/es de Derechos Humanos, sus programas académicos especializados, y sus cátedras abiertas, han aportado al fortalecimiento de las organizaciones de sociedad civil nicaragüense.
● Nos solidarizamos con toda la comunidad universitaria: docencia, personal administrativo, personal de apoyo, estudiantado y familiares, quienes sufren afectaciones directas, al ver deteriorada su estabilidad emocional, laboral y social, debido a la situación de incertidumbre y desesperanza en estos momentos. Frente al contexto devastador que enfrenta la educación en Nicaragua, la colaboración y el trabajo conjunto, se vuelven las herramientas indispensables para abordar los impactos de la represión estatal, por tanto:
Esta situación desencadenará un aumento en el desplazamiento forzoso de la población nicaragüense, especialmente de la juventud que busca de resguardo, con el deseo de continuar su formación académica y de un mejor futuro para sus familias. Hacemos un llamado de solidaridad a la comunidad internacional para identificar mecanismos de apoyo, a corto y mediano plazo, a la comunidad universitaria afectada. Cuenten con la sociedad civil nicaragüense exiliada para trabajar desde ya y hacer frente a esta emergencia.