Desde el pasado 18 de abril, estudiantes, trabajadores y diversos sectores sociales nicaragüenses protagonizan masivas protestas en las calles de ese país en rechazo a una reforma del sistema de seguridad social impuesta por el gobierno del presidente Daniel Ortega, quien siguiendo recomendaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) redujo el monto de las pensiones a los jubilados y aumentó el monto que deben cotizar los trabajadores y empleadores al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS).
Al propio estilo de la represión somocista, la respuesta gubernamental contra las movilizaciones ha sido violenta y desmedida, a tal punto que en apenas 6 días de revuelta se contabilizan al menos 27 muertos, centenares de heridos y detenidos. Según han informado las organizaciones de derechos humanos, la mayoría de las muertes y casos de violaciones a la integridad personal son atribuibles a agentes de la fuerza pública y agrupaciones para-estatales quienes, actuando en coordinación con las fuerzas de seguridad, han atacado a manifestantes y periodistas.
En las protestas que se desarrollan en Managua y otras ciudades del país, se identifican con claridad patrones represivos similares a los registrados en Venezuela durante los ciclos de protestas de 2014 y 2017. Empleo excesivo de la fuerza; uso de armas de fuego contra manifestantes; agresiones contra periodistas y obstáculos para el ejercicio del derecho a la libre expresión; presencia de civiles armados actuando en coordinación con agentes de seguridad para reprimir las protestas; y la constante criminalización y estigmatización contra los manifestantes, que constituyen un aliento para la comisión de abusos y erosionan las garantías para el ejercicio del derecho a la manifestación pacífica. Lamentamos profundamente que la respuesta de buena parte de los gobiernos de América Latina frente a la protesta social, siga siendo el autoritarismo y la criminalización de la demandas ciudadanas.
Ante este panorama, Provea se solidariza con el pueblo nicaragüense y sus organizaciones sociales y de derechos humanos. Hacemos nuestras las palabras del luchador Augusto César Sandino, quien fuera asesinado por la dictadura de Anastasio Somoza: «La injusticia no tiene ninguna razón de existir en el universo», y nos unimos al clamor del pueblo de Nicaragua para que se detenga la represión y se investigue y sancione a los responsables de las muertes y abusos ocurridos.
La valentía y el arrojo del pueblo nicaragüense, encabezados por el movimiento de autoconvocados que incluye a estudiantes y trabajadores, ha propinado una importante derrota al gobierno autoritario de Daniel Ortega. Este sábado, el mandatario anunció el retiro de la reforma a la seguridad social que constituía un retroceso en derechos sociales y que fue el catalizador de las protestas. Pese al anuncio, los nicaragüenses se mantienen en las calles por segunda semana consecutiva, exigiendo el cese de los abusos y condenando el autoritarismo gubernamental en un ciclo de movilizaciones que rápidamente se ha convertido en una rebelión democrática.
Saludamos la disposición de lucha de los estudiantes y trabajadores de Nicaragua que los condujo a una importante victoria, y le recordamos a Venezuela que a pesar de las dificultades, la fuerza organizada del pueblo es capaz de derrotar el autoritarismo y los abusos de los gobiernos represores. El ejemplo de Nicaragua debe marcar el camino de las nuevas luchas por venir en nuestro país, que nos permitan alcanzar nuestra más anhelada victoria: el rescate de la democracia.
Prensa Provea